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Quien sabrá el motivo del mundo, ya ni la más mínima gana de preguntar se el porqué, era mejor no hacerlo.

Todos entraban con gran rapidez a la habitación del mayor de todos, De edad no era, pero si el mayor, veintiséis, el que cuida de todos había sido golpeado por un cliente del cual todos sabían que pasadas las copas era agresivo y dominante.
—¡Suho Hyung!— La sangre que corría de sus labios, todos asustados, jamás habían resultado golpeados por un cliente —Estoy Bien... sólo son golpes — Entre todos miraron al hombre alcoholizado, este tomó la botella quebrándola sobre la cabeza del mayor.
—¿Que haces?— Vieron a otro cliente entrar a la habitación tomando al hombre por sobre los hombros y lanzándolo lejos, arrastro el cuerpo y lo lanzó a la calle—Vete de aquí,basura asquerosa —
Vimos al chico que venía todos los días por Suho, el era guapo alto, además de un adinerado mafioso. Ayudó a Suho levantándolo del piso, al tenerlo sobre sus brazos nos miró —¿Donde está su habitación?—
—Baekki.... lleva lo, tu duermes con Suho — el Pequeño hizo caso a mis palabras llevando al chico.
—Es correcto eso...— Pregunto uno de los chicos que se encontraban a mis espaldas —Ser prostituta ¿Es correcto?— volteé y volví a entrar a la habitación en la que me encontraba.

Al acabar mi turno, entre a la habitación, al observar a Baek algo cansado me acerqué a él, revolví su cabello como es de costumbre —Ve a dormir a mí habitación, Anda ve— él asintió, y se retiró del lugar con rapidez.
—Tú... ¿Como te llamas?—
—YíXing... ¿Porque?—
—Curiosidad nada más —
El limpiaba las heridas de Hyung con dedicación, algo así como ternura
— ¿Porqué nos ayudas te?— Sus manos se tensaron, su respiración se aceleró —No digas nada, Ya lo noté — me senté junto a Hyung acariciando su mejilla amoratada—Hyung... te ves horrible— Al escuchar un quejido de este reí —Soy horrible por hacer éste trabajo, LuLu—
—No digas eso— Dijo el chico mientras besaba la mano de Suho, noté que no era necesaria mi presencia en aquel lugar y salí
—LuLu, ¿Donde vas ?—
—Lejos...o me dará una diabetes tipo uno—Suho reía a carcajadas
—Gracias—
—Si, si, como digas—
Al llegar a la sala de la gran casona sólo noté como otros murmuraban. Todos sabíamos que el jefe Min jamás nos vendería, aquel chico intento muchas veces comprarlo, pero el jefe negaba del todo.
—Dejen de hablar, Es difícil para Suho y más sus murmullos de zorras— Tome una caipiriña y algo salado
—Tu que sabes Luhan, no sabes lo que es amar y que esa persona te desprecie—Dijo una de las chicas, solo me dediqué a beber hasta que lo decidí. Entre a la oficina principal, miré al jefe y me senté sobre sus piernas abriendo las mías para quedar frente a él.
—¿Que sucede, Luhannie?— Dijo mientras besaba mi cuello, sus manos bajaban hasta mis muslos sobándolos. Tomó todo de mis labios, feroces besos, casi devoradores, en este trabajo había probado muchos labios, pero ninguno como los de Sehun, ninguno eran almíbar y feroces a la vez. La ternura del jefe era el hecho de que nos preparaba antes de penetrar, jamás era cruel en esos sentido, en el sexo obviamente. Estaba contra la pared, mis manos sobre la ventana, y mis jadeos al compás de mi irregular respiración, al acabar mi cuerpo quedó algo cansado, pero firme aún.
—Luhan, es raro verte aquí, que es lo que deseas— Al verlo sentado sólo pude arrodillarme entre sus piernas y besar su abdomen, para luego meter su pene dentro de mi boca, al mover mi cabeza se sentía como cada vez se hacía más grande dentro de ésta, Lamidas rápidas para luego volver a devorar hasta sentir el líquido amargoso en mi boca y rostro.
—Quiero hablar por Suho Hyung —Dije mientras lamia mis dedos con detenimiento —Sabes que eso implica tus años de servicio — asentí reiteradas veces— lo sé, señor —
—Esta bien...Tres años más —Dijo el jefe mientras se vestía otra vez con su traje refinado.
—¿Porque te sacrificas por ellos?— me puse mi ropa interior y lo demás
—Porque ellos pueden ser felices — tomé el vaso y salí del lugar, al entrar a la habitación aquel chico seguía cuidando de él —Lo amas ¿verdad?— el me miró con calma —Si ya lo sabes, para que preguntas — tome su mano con enojo—Di, Si o no—
—Lo amo— dijo sin dudas, sin pensarlo —Jura que lo cuidarás con tu vida—El acaricio a Suho, mientras reía con ternura —Con mi vida y hasta en la que sigue si el destino me lo permite —
—LuLu... no lo molestes— Sonreí para luego hablar—¿Tienes el dinero?— Este me miró sorprendido y asintió muchas veces—Entonces toma tu trasero y ve por el, no seas imbécil —lo vi correr desenfrenado por el pasillo mientras me quedé viendo Suho —¿Que hiciste, peque?—
—No es de tu incumbencia Hyung — el sólo sonreía, yo sabía muy bien que el entendía mis palabras, tomó mi mano—Eres muy bueno, peque—Ni yo creía esas palabras —No hables estupideces, Estas aún medio mareado—Camine hasta la puerta otra vez—Le pediré a Baekkie que ordene tus cosas —
—Gracias, LuLu—
—si, si, como tú digas —

My Way //HunHan//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora