Prejuicios

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Me estaba ahogando en mi propio mundo, sobre mi espalda cargaba una piedra que detenía mis impulsos.

Ella me miró, y me lo preguntó, si yo era diferente a los demás, entonces ya no lo pude ocultar.
Ella sentía el miedo, pero yo lo sentía mas.

Tuve que decirle la realidad, yo no soy como los demás, pero aun así  yo también puedo amar.
Pude ver el dolor en sus ojos, pude ver las lágrimas que poco a poco, inundaban su rostro.
Pero ya no podía engañarle, tuve que sacar valor para confesarme.

Y entonces la decepción cayó, piso mi alma, y la de ella la mató.
Pude ver decepción por todos lados, todos creen que no siento amor.

¿Acaso es pecado amar?, a alguien que sea igual.
Amor es amor, aquí y en cualquier otro lugar.

¿Cual es el veredicto final de la sociedad?, señalarte con el dedo y después te ignoraran.
Murmullos de la gente, siempre vienen siempre van.
Es pecado ser diferente, es pecado amar a alguien igual.
Decepciónaste a tus padres, y a todos los demás.
La sociedad te desprecia, porque tu no eres "normal".

Hombres que se creen hombres por el hecho de humillar, ignorantes que no saben nada, solo saben despreciar.
Se sienten tan valientes, pero que cobardes son, cuando pasas por la calle y te gritan maricón.

Si Dios nos ama, y nos quiere ver feliz, que importa si es hombre o mujer, mientras nos hagan sonreír.
Ser diferente no es malo, malo es quedarse callado y vivir acobardado, por una sociedad ignorante que nos quiere ver encerrados, pero en este mundo todos somos buenos y malos.

Dios no se equivoca, ni se equivocó al crearnos, ¿entonces porque la sociedad tiene derecho de juzgarnos?.
Todos somos libres, todos amamos, todos creemos, todos lloramos, somos personas, somos humanos.

Cuando Caiga La Ultima Hoja De Mi ÁrbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora