Urano, dios romano del cielo.
Del cielo.
Me recuerda a ti. Bueno, tu no eres la Diosa romana del cielo. Si no que eres mi cielo y tus ojos simbolizan las estrellas.
Xxx.
- Awww - Alaina tenía las mejillas calientes luego de leer la nota que se encontraba en sus manos.
- Hola - dijo el chico con timidez.
- ¿Que quieres Sam? - dijo cambiando su expresión a una más furiosa que se notaba hasta en la mirada de la chica.
- Lo lamento - el chico se limitaba a mirar el piso.
- No lo lamentas, te sientes culpable, eso es todo, ahora aprende a vivir así, idiota. - dijo dándose la vuelta, pero Sam ya estaba al frente de ella.
- Realmente lo lamento.
- No tenías por que hacer eso, fue horrible de tu parte. - tenía el ceño fruncido. - ¿que querías de mi?
-Solo... fue una apuesta ¿bien? - dijo, esta vez mirando los ojos de la chica.
La castaña estaba desconcertada, no podía creer haber sido parte de una apuesta, las odiaba, con todo su ser. Pero esta vez no lloraría, no más. Sentía ira, nada más que eso. El chico la miraba aún esperando una respuesta de la chica, quien no decía nada.
- Eres un idiota, Sam - dijo bajo, así que tuvo que repetirlo, pero más fuerte.
Este solo se limitó a reír y a decir un "Ya lo sé, linda".
Sin control a lo que estaba a punto de hacer, tomo impulso con la mano derecha y le estampó en la cara una cachetada que resonó por todo el pasillo, dejándole el cachete de un color rojo intenso. Sam estaba ahí, sin reaccionar, acariciando su mejilla que le debía de arder, y dijo "ouch". Todos los estudiantes que se encontraban en el pasillo voltearon, posando su atención en quienes habían protagonizados la dramática escena.
La castaña soltó una risa y le susurró - eres un imbécil, no perderé más tiempo contigo. Adiós.
Y se fue caminando más emocionada que la palabra mientras todos seguían burlandose del chico.
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La Chica de Los Planetas ©
Short Story"Nunca había conocido a alguien tan diferente como tú."
