*Rylie*
Bajé, y efectivamente, James había preparado el desayuno. Todo se veía exquisito, había preparado suficiente comida como para no comer en una semana. Pero, en ese momento, todo mi apetito se había ido, no tenía ganas de comer y eso en mí era muy extraño. Todo debido a ese extraño sueño, decidí mejor empezar a comer porque en cualquier momento bajaba James.
No quería desilusionar y mucho menos hacer sentir mal a James, había preparado todo esto para mí. A veces se pasaba de lindo conmigo, recuerdo cuando me pidió oficialmente que sea su enamorada. Fue hace 2 años, yo tenía 16 y él 18. Salimos a pasear como solíamos hacer todos los domingos, a veces era cine, otras veces una rica cena en mi restaurant favorito, y otras veces nos íbamos al parque o a la playa en la noche. Un día antes de ese domingo, casi de noche, tocó la puerta de mi cuarto y me dijo que iríamos a otro lugar, que me ponga más linda de lo normal, que esperaba poder decirme algo al día siguiente. Luego besó mi frente, me dió las Buenas Noches y no me permitió preguntar nada, recuerdo que esa noche casi no dormí, ese chico sabía como matarme de curiosidad, también en parte porque busqué que ponerme para ese día. Al día siguiente, ya en la tarde, me bañé y me vestí, me puse el vestido rojo que el me había regalado hace unos días en mi fiesta de 16. Cuando llegó a buscarme, se sorprendió y me dijo que estaba "Hermosa", yo como siempre me ruboricé. Él estaba muy guapo, también, como siempre. Me sonrió, mostrándome esos perfectos hoyuelos, y me ofreció el brazo, invitándome a salir con él, acepté y nos dirigimos a su carro. Después de conducir un buen rato, aparcó el carro en el estacionamiento de lo que parecía un auditorio muy grande, tardé en darme cuenta que estábamos en el teatro de la ciudad. Él sabía que uno de mis lugares favoritos era el teatro, pero no íbamos mucho porque a él casi no le gustaba. Lo miré y él me hizo una seña para que pasara, entré seguida por él y para mi sorpresa todo estaba oscuro. En ese momento, se prendieron las luces, no había nadie más adentro, solo él y yo. Me dijo que había alquilado el teatro y comprado una función solo para nosotros. Me indicó que nos sentáramos en la primera fila, apenas nos sentamos y apareció el primer acto. Era una comedia Romántica, los chicos se querían en secreto, ella era tenista y él, hijo de un millonario. Ella había crecido con su padre y con él, debido a que su madre murió cuando tenía 10 años, y el padre del chico la acogió en su casa, se criaron juntos, como hermanos, pero se enamoraron en el proceso. Tenían miedo de como iba a reaccionar el padre del chico, ya que él la veía como a una hija. Pero a pesar de eso, ellos no perdían la sonrisa, las ganas de divertirse y hacían locuras juntos. Se parecía tanto a lo que nosotros pasábamos en ese entonces, en el momento en que terminó la última escena, quise preguntarle a James, pero él ya no estaba sentado a mi lado. Me había concentrado tanto en la obra que no me di cuenta cuándo se habia ido. Iba a pararme pero en ese momento, comenzó a sonar una hermosa melodía y oí la voz de James que me llamaba, giré mi vista al escenario y él estaba ahí, atrás unas chicas con vestido blanco sujetaban un cartel enorme, dónde se apreciaba un hermosa foto de ambos, el cartel estaba decorado de la manera más bonita posible. Otra chica, vestida de la misma forma que las anteriores, apareció por atrás y me entregó un álbum, estaban todas nuestras fotos, me entraron ganas de llorar. Sí, era muy llorona, bueno hasta ahora lo soy. La melodía dejó de sonar y su voz empezó a escucharse en todo el lugar: "Y esta es solo una pequeña parte,de toda la historia que ya nos tocó y nos va a tocar vivir, pero juntos. Te Amo, Rylie. Desde siempre y por siempre. ¿Me darías el honor de ser tu enamorado? ¿De compartir muchas más alegrías, tristezas, logros juntos?No te puedo regalar el cielo, ni mucho menos las estrellas. Pero puedo regalarte mi corazón, mi sinceridad, mi fidelidad, mis sueños, mis desvelos, mis besos y mis sonrisas. No es mucho, ya lo sé. A comparación de todo lo que tú te mereces, pero no hay otra cosa, en todo este mundo, que yo desee con todo mi corazón. Quiero ser tu apoyo, quiero aconsejarte como tu amigo, regañarte como tu hermano y amarte como tu enamorado. Quiero eso y mucho más, Te amo, Te amo, Te amo. Joder, Te Amo, Rylie Drayton". Yo ya estaba llorando, no lo aguanté más. Subí al escenario y cuando lo tuve en frente lo abracé, muy fuerte. Empezó a sonar la melodía de nuevo, cuando me separé de él lo miré por unos segundo, noté en su mirada la duda, entonces recordé que aún no le respondía. Acerqué nuestras caras y lo besé, no era de las chicas que se expresaban muy fluidamente, y para ese entonces él ya sabía todo lo que sentía por él. Fue un beso hermoso y largo, como aquella noche. Fue la mejor noche de mi vida.
Sumida en mis pensamientos y en mis recuerdos, no me percaté que James ya se encontraba en la cocina.
-¿Qué tal está todo, Bonita? - dijo mientras se servía un vaso de jugo y se acercaba.
-Muy rico, Mi amor- y le deposité un pequeño beso en los labios- Gracias.
-De nada, Mi bonita.
Terminamos de desayunar juntos, me contó que el viaje era para ver un nuevo proyecto que iban a hacer por New York, abrirían otra Escuela de Arte y Música. Y él era la cabeza de todo, ya que su padre así lo asignó. El Sr. Mckean era dueño y director de "Dreams&Talents", tenía muchas sedes en distintos países y distintas ciudades, era muy conocido. Gracias a eso, y también debido a su larga carrera y por ser un reconocido pintor y escultor, amasó mucha fortuna. James estudió en los mejores colegios, y se graduó. Gracias a su padre, yo también le debo mi educación. Es como un padre para mi, y terminó aceptando la relación entre James y yo. Es amante de la música también, y todo lo relacionado al mundo artístico, por eso decidió fundar esa escuela, empezó enseñando él y poco a poco fue ganando fama y creciendo. Quiso que yo entrara, pero decidí seguir mi sueño de ser una tenista profesional, aunque admito que me encanta el arte escénico y el canto. Esas, son algunas de las carreras que imparten en su escuela.
Lavé todo lo que habíamos ensuciado, y subimos a la habitación.
-Me bañaré, me cambio y nos vamos ¿vale? - dije mientras me dirigía al cuarto de baño.
-Si quieres me puedo duchar contigo- dijo de improviso y yo volteé a mirarlo, me mostró una sonrisa divertida y yo enarqué una ceja, pero también le Sonreí y negué de manera divertida. Se me acercó y rodeó mi cintura con sus brazos, acercándome a él- Anda ¿que dices?- y me besó dulcemente en los labios. Yo lo pensé un rato. ¿Y si su padre entraba o algo?
Su beso fue descendiendo hasta llegar a mi cuello y llenarlo de besos, mientras sus manos subían y bajaban, acariciándome, se me erizó la piel. Él sabía que ese era mi punto débil.
-Tu padre está arriba, puede bajar en cualquier momento.
-Mi padre salió temprano, tenía que arreglar lo de los boletos de avión- dijo sin despegar sus labios de mi cuello, sentí su cálido aliento y eso me erizo más la piel. Cerré los ojos. Joder. Levantó la cabeza y me besó en los labios, coloqué mis manos en su abdomen y las subí lentamente, pasé por su pecho y me detuve un rato ahí, nuestras respiraciones empezaban a agitarse, mientras él me besaba con más efusividad. Seguí subiendo hasta llegar a su cuello, rodeándolo y acercándolo más a mi, jugué con su cabello, mientras lo acariciaba. Sus manos bajaron hasta mi cintura, una a cada lado y me impulsó hacia arriba, me cargó. Puse mis piernas alrededor de él, una a cada lado. Sin detener nuestro beso, me llevó hasta la puerta del baño y la abrió. Ya adentro, la cerró, detuve el beso por un momento.
-Hey! Tú ya te bañaste- le dije, mientras observaba como sus labios se habían puesto rojos, después de tan largo beso.
-Bueno, ¿no que si te bañas te trae suerte? Dos baños, me traerán doble suerte, Bonita. Más la suerte que siempre me traes tú, son 3- me guiñó un ojo, no pude evitar la risa, me fui un poco para atrás levantando la cabeza, riéndome. Y el aprovechó para apoderarse de mi cuello desprotegido- Amo tu risa, es el mejor sonido que puedo escuchar en las mañanas. Nunca dejes de reír para mi.
Dijo eso y me besó nuevamente, sumergiéndonos esta vez en el deseo y la pasión.
"Y yo amo tu sonrisa, James Mckean. Es lo mejor que puedo ver al despertar. Nunca dejes de sonreír para mi, tu sonrisa refleja mi existencia"
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*Sin tu sonrisa- No existo*
Teen Fiction- Ella sólo quería dejar de existir y verlo. Quería volver a estar entre sus brazos y decirle todo lo que no le pudo decir cuando estaba vivo. Decirle que lo extrañaba mucho, que su vida sin él no era la misma. Que lo necesitaba.... Que no podía seg...