La Pasadilla

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Nosotras acampábamos en las montañas. Nuestro campamento estaba en un bosque seco. El sol brillaba y nuestro fuego de campamento se quemaba. Tú no estaba ahí.

Mientras yo te esperaba, el fuego comenzó a crecer. Busqué algo para apagar el fuego. Pensaba que había un arroyo cerca del campamento, pero no lo encontré nada.

Cuando yo vi al fuego, era más grande. Empezó a extenderse a un árbol. “¡Mamá!” grité, “¡Un árbol está en llamas!” Pero tú no contestó.

Yo corrí del campamento, pero el fuego me siguió. Él consumía todos los árboles que estaba en medio.

Entonces, la tierra temblaba, y me caí por abajo de la montaña.

Cuando me puse de pie, vi al pico de la montaña. No era una montaña. Era un volcán que hacía una erupción.

El cielo se llenaba con la ceniza volcánica y se oscurecía. Lava se fugaba del volcán y destruía el bosque.

Yo quise huir de la lava. Notaba el calor detrás de yo. La lava fluía muy rápidamente, pero corría más rápidamente.

Entonces llegué al pie del volcán y me detuve. Yo no podía ir a ningún lado porque el volcán terminaba en el océano.

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