Del odio al amor

capítulo 4 -sentimientos encontrados-

-¿Y, qué te parece?- le preguntó Simón.

-Hermos..., digo, está bien para un principiante como vos- respondió Ámbar.

-Ja, ja... Gracias, un gran halago- decía Simón.

Se estaban divirtiendo mucho ensayando y se estaban conociendo un poco mejor. Estaban cantando. Cuando terminaron la canción, se quedaron mirando frente a frente, y de pronto se escucharon unos aplausos que provenían de Tamara.

-Hola chicos, hola Ámbar... mmm hola, un gusto, soy Tamara, la encargada del Jam and Roller-

-Hola, ¿qué tal? Me llamo Simón- le dijo.

-Un gusto. Cantan muy bien juntos. Deberían presentarse al Open como un dúo- les dijo Tamara.

-Ah, ¿el famoso Open Music?- replicó Simón.

-Sí, ese mismo- respondió Tamara.

-No estaba nada mal la idea de Tamara, pero en ese momento quería que se vaya porque quería seguir cantando con Simón. ¡¿QUÉ?! ¿qué estoy diciendo? Claro que no quiero eso, ¿o sí?...

Casa de Simón

Simón llegó a su casa y estaba la madre que le preparó unas tostadas.

-Hijo, ¿quieres un café? ¡Simón!

-Ah, perdón ma, es que no te escuché- le dijo Simón.

-Estás en las nubes, ¿quieres un café?- replicó la madre.

-No, gracias ma-.

-No podía sacar a Ámbar de mi mente. Su dulce voz, lo bonita que es... ¿estaré sintiendo algo por ella?- pensaba Simón.

Mansión Benson

-Hola, madrina-.

-¿Cómo te atrevés a interrumpir mi lectura? Además, estuviste toda la tarde desaparecida- le dijo la madrina.

-¡¿Cómo?! si sólo fue un rato (prendió su celular rápidamente para ver la hora, y marcaba... ¡¡¡Las 18:00!!!). ¿Cómo pasó eso?, ¿se me fue toda la tarde?- se preguntó Ámbar.

-Ahora andá a tu habitación a estudiar que quiero seguir mi lectura- replicó Sharon.

Ámbar entro a su habitación para fijarse si tenía tarea.

-¡¡¡LO HABÍA OLVIDADO, TENGO QUE HACER UN TRABAJO PARA MAÑANA!!! Todo es culpa de Simón.

La rubia se acomodó en una mesita y se puso hacer el trabajo.

Eran las 3:30 a.m y al fin había terminado.

Guardó todo sus libros, se recostó en la cama y se durmió.

A la mañana, 6:00 a.m (viernes)

El celular de Ámbar comenzó a sonar (era el despertador). Lo apagó. Le costaba levantase, pero pensó que su madrina se iba a enojar si llegaba tarde, entonces se levantó, se bañó, bajó a desayunar y se fue al Blake.

En el colegio

Las horas pasaron volando...

En las últimas horas de clases, Ámbar no daba más del sueño y sus amigas la despertaban a cada rato para que no la pescaran, pero el profesor justo la vio.

-¿Señorita Smith? Aquí no se viene a dormir, preste atención o va a ir a dormir a la dirección- le dijo el profesor.

-Perdón, profesor- respondió Ámbar.

Al fin finalizó la clase y Ámbar se dirigió hasta la enfermería porque no se sentía del todo bien.

En el taller de música

-Bueno alumnos, hoy voy a observar lo que ensayaron, ¿están todos?- les dijo el profesor.

Simón observó buscando a Ámbar y como no la vio le dijo al profesor que faltaba la rubia.

-¿Alguien vio a la señorita Smith?-.

-Yo la vi entrar a la enfermería- dijo una alumna.

-¿Simón, irías a ver si se encuentra bien?- le replicó el profesor.

Simón fue hasta la enfermería, golpeó la puerta y como no le abría nadie, entró y encontró a Ámbar acostada en una camilla, completamente dormida.

-Se ve tan hermosa, y esos labios se ven tan dulces que quisiera probarlos- Simón se acercó y rozó sus labios con los de la joven Smith.

La rubia seguía muy dormida y no se percató del pequeño beso.

-No lo puedo creer, fue maravilloso.

Nunca había sentido esto con nadie. ¡m-me g-gusta Ámbar!-

afirmó Simón en voz baja.

Gracias por leer, no te olvides darle like si te encanto como a nosotras jaja. :D