La realidad la trae de vuelta al presente, y se da cuenta de que Doth ya está casi recuperada, vuelve una última vez su mirada al chico antes de concentrarse en otra cosa que no fuera el, y se encuentra con otra pequeña dicha
- ¡Te gane! -le grita a Doth una vez que hubo recuperado el aliento lo suficiente, apuntándola con un dedo acusatorio-
- en mi defensa eran muchas cuadras -exclamo doth-.
Al fondo May termina de despachar a una clienta y se vuelve a las jóvenes
-linda carrera corre-caminos -comenta en tono burlón- si quieren las podemos llevar a las olimpiadas
-me descalificarían tan solo empezar la carrera -dice Doth, a lo que todos se limitaron a verla intrigados- seguramente terminaría por dormirme a media cancha -admitió pensativa, a lo cual May rio-
Doth se levantó con pereza de su haciendo, y se acercó a la mesa junto a la barra. Se sentó frente a Thomas, dejando libre solo un espacio a su lado, donde le dijo a su prima que se sentara, porque por nada del mundo -y aunque no lo admitiera- dejaría pasar un segundo la mirada discreta -indiscreta en un cien por ciento- de su prima, cuando estaba cerca de Marckus: ella estaba determinada, como pocas veces lo estaba, con la idea de que su prima estaba sintiéndose atraída por Marckus.
-bien jóvenes -su mirada recorrió a sus amigos- tenemos una salida que planear -Los ojos de Doth brillaron de emoción ante lo próximo que les diría- después de todo es verano, y las mariposas han estado llegando a el bosque desde hace un par de semanas, esto será genial -sentencio-.
Doth no dejo de participar en toda la tarde con aquello, siempre que parece había zanjado el tema, ella tenía una nueva idea; May, por su lado, opinaba cada que el trabajo en el café la dejaba, y su hermano no era la excepción, pues este la ayudaba, aunque estaba más centrado en la conversación que ella.
Marckus se mostraba entretenido con las propuestas, y ellos no lo dejaban fuera, opinaba y se reía de los chistes que contaran de vez en cuando, Lillian se limitaba a parecer atenta, aunque estaba más concentrada en sus ensoñaciones sobre las mariposas, que en lo que decía Doth. De vez en cuando se le preguntaban cosas, pero se limitaba a asentir, aun perdida en las preciosas imágenes de sus recuerdos, con aquellas mariposas danzarinas que bailaba sobre el aire a su alrededor.
Y así, tan rápido como llegaron, sintió que el día acababa. Y sus nervios eran grandes, no veía aquel paisaje desde hace un buen tiempo, y realmente lo anhelaba
Al oscurecer Thomas las llevo a casa de Lillian; para luego regresar con la familia de Marckus.
Liilan y Doth decidieron que harían una pijamada, y en el fondo imagino Lillian lo bello que seria que estas ocasiones se repitieran, y entre risas y juegos pronto tuvieron todo arreglado y listo para el siguiente día.
Subieron al ático y extendieron un gran cobertor que Lillian guardaba en su cómoda, leyeron un rato a la luz de una vieja lámpara de aceite para no llamar la atención, y poco a poco sintieron como Morfeo las abrazaba en una bella ensoñación, sumiéndolas en un tierno sueño...
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Por la mañana el sol se coló por la ventana. La lámpara de aceite se encontraba a unos metros de las chicas.
A la luz del día se podía ver bien la estancia. Estantes abarrotados de libros se cernían sobre dos paredes, había un sillón a un lado de una de estas, y el cobertor de extendía hasta la entrada, donde una puerta se encontraba bajo las escaleras; del otro lado un gran ventanal se cernía sobre una buena parte de la pared que aún quedaba, y a sus pies un sillón más, pequeño y acogedor; era un lugar agradable, e incluso había un ventilador en el techo, en donde se encontraba la bombilla.
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Sentidos (Pausada)
Romance¿Nunca has sentido que no tienes un lugar en esta vida? Bueno, al menos así se siente Lillian... Ella es una viajera de la vida, nunca esta en un lugar lo suficiente como para crear grandes lazos. Él, un joven ciego al que la vida le da una nueva op...