El cosmo se ciñe a tu silueta, tan modesta, tan tibia en su regazo...
Vibras en la misma dirección del tiempo, sin sentido, porqué sí, porque eres libre...
Tus ojos profundos como el universo, absorbentes, ensombrecen con su negro constante...
Tu distancia; la más infinita, la más bonita, la que quieres, la que gozas...
Eres el norte de todo, de lo que existe y lo que no, eres así, tan tú! Tan fluida como la vida, tan mística como la noche, sin la luna, solo contigo.