Hola.
La verdad es que no sé por qué te escribo esto.Son las cuatro de la madrugada, y estoy convencida de que ya estarás durmiendo.
Iba a decirte que estoy bien.
Ya no miro tus redes sociales ni lloro cuando, en una nueva publicación, yo no estoy en ella.
Ya no.También quería decirte que ya no te miro de reojo en las clases de matemáticas (qué aburridas, ¿verdad? Recuerdo que siempre te sabías todas las respuestas, y yo también, sólo que me gustaba que me ayudaras. Al final se me ha acabado complicando de verdad la asignatura)
Pero bueno, sólo quería decirte que si te veo por la calle, no me late el corazón desbocado, ni soy yo la que sale desbocada.
Sólo venía a sincerarme, y decirte... decirte que aún así, en ocasiones, te echo de menos.
Incluso a tus mentiras.
Rancias, sucias y vulgares.
Supongo que como todas las mentiras, igual de viles.
Me figuro que todas son como esta sarta de tonterías que te acabo de soltar, así, sin más, como cuando comenzaste a soltarme la mano, haciéndome caer sin remedio.
Así, sin más.¿Y ahora qué? ¿a construir otra plataforma que me soporte?
Me estás dejando sin materiales, y toda mi materia está condenada a ti.Estoy condenada desde la primera vez que nos hablamos, charlando de esos temas que hacen que el universo entero desaparezca, y que son cosas tan simples como tus gustos musicales, o tu color favorito, o qué querías ser de mayor a los ocho años.
Recuerdo cuando me recomendabas canciones de Green Day, y cuando me dijiste que la canción "She" te recordaba a mí.
Decías que, como en la letra, yo (ella) gritaba en el silencio.
Tal vez soy precisamente una granada que va a denotar, como ella.
Yo te dediqué una de pop.
Te pedía que tomaras un trocito de mi corazón, y así nunca estarías solo.
Y te prometí "you'll never be alone".Y tú lo tomaste, mas la que está sola ahora soy yo.
No sabes cómo duele mirarte a través de los recreos, o de los deberes, o, en ocasiones, del compañero de la asignatura de valores que necesito (aunque sueles sentarte con Pau, y yo me quedo, como siempre, sola).
O cuando sales del bus y pasas escuchando música con los cascos y no vamos juntos a clase como antes (ya no es Green Day, como antes; ahora te gusta el Rock Radical Vasco. Está bien, pero no eres tú. O tal vez no eras tú el chico sencillo que soñaba con Green Day y una "she" en su vida. Y es que ya nada es como antes).
O cuando me ves... ya no es lo mismo.
Me ves, me miras y luego... luego me sonríes. Y sabes que sigo enamorada de ti, y que por eso te sonrío, y luego yo... (que nunca dejé de ser "she", por si algún día volvías a ser el que "will never be alone" y buscabas a la "she" que "screams in silence") yo sabía que luego iba a estar triste, y que escribiría textos como éste, y aún así... aún así, te sonrío.Porque me encanta tu sonrisa, y tu voz, y el olor de tu piel, y el tacto de tu pelo, y tus ojos (marrón acaramelados en días de sol, profundos en días de lluvia)...
... y tus suaves labios.
Y qué decirte... ya han pasado exactamente cincuenta minutos desde que comencé a escribirte esto, que probablemente nadie se molestará en leer, ni si quiera tú, pero... sólo quiero que sepas que soy yo la "she" que te escribe textos con aroma poético y basura de contenido, y que, aunque encuentres una "chica revolucionaria"... la "she" que "screams in silence" seguirá aquí, esperando (a denotar o a que vuelvas).
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Letras sinsentido
Poesía"[...] en especial para aquellos que, a pesar de no poder dormir, aún siguen soñando..."