Un error no siempre será un error.

Capítulo final.

Se incorporó de la cama y se dirigió a la puerta de la habitación, ni siquiera había podido dormir en toda la noche y si lo hizo no fueron más de una o dos horas, en toda la noche, sabía que la noche anterior actuó mal y su cerebro no dejaba de reclamarle aquello, pero no había podido evitar sentirse molesto, fue algo que no pudo controlar, actuando por impulso, a pesar de que su cerebro le decía que debía salir y disculparse no lo hizo porque sabía que podía hacer las cosas peores de lo que ya había hecho. El silencio del apartamento le llamó demasiado la atención porque el reloj digital sobre su mesita de noche le decía que era tarde para que todo esté tan calmado cuando siempre había una presencia rondando por todo el apartamento a esa hora. Fue hasta la cocina encontrándola vacía, regresando por el pasillo hasta la puerta de la habitación que había sido ocupada por su inquilino.

Vamos Min Ho, debes disculparte, él lo dijo antes, no se quedaría para siempre y tampoco te está alejando del bebé, dijo que te avisaría cuando tenga controles, sólo dejará de vivir contigo, pero eso no hará que el bebé deje de ser tu hijo.

Golpeó la puerta frente a él esperando una repuesta que no llegó, tomó el pomo de la puerta girándolo con lentitud porque no quería despertar a la persona que debería estar dentro de aquella habitación y si ya lo estaba no quería molestar con su presencia, empujó la puerta haciendo el menor ruido posible, su ceño se frunció cuando encontró la habitación vacía porque era muy temprano para que Tae Min saliera del apartamento y muy tarde para que todo esté en silencio si no fuera por él.

Cerró la puerta de la habitación y se dirigió hasta el sofá en la sala de estar, la noche anterior para no escuchar nada e intentar tranquilizarse se había colocado los auriculares porque tenía que calmarse para evitar decir palabras más hirientes de las que había dicho. Se sentó el sofá y apoyó su cabeza en el espaldar de éste. Suspiró mientras pensaba en dónde se podía encontrar el castaño, sin embargo la pequeña hoja blanca sobre la mesita de centro llamó su atención, la tomó con la esperanza de que le haya sido avisado la razón de que salió del apartamento, ya que no quiso llamarlo al móvil para no parecer una persona controladora sobre alguien que no tenía derecho. Su ceño se frunció cuando leyó por primera vez la nota, y no fue hasta que la leyó por segunda vez que las palabras comenzaron a tener significado. Se levantó del sofá con rapidez y se dirigió a la habitación que utilizaba el castaño, caminó hasta el armario, encontrándose con éste vacío y su respiración se detuvo, se giró intentando encontrar algo que no era lo que estaba pensando, pero todo lo que encontró era la realidad, ya no había nada que le perteneciera a Tae Min, se había ido y él no sabía a dónde.

***

Se colocó el abrigo y despidió de sus compañeros, sonriéndoles cuando le pidieron que regrese con cuidado a casa, sabía que tenía que hacerlo y ellos no debían preocuparse, al menos su papá le había conseguido un apartamento cercano a su trabajo, en el que demoraba sólo diez minutos caminando hasta el lugar, claro, si sus pasos no fueran tan lentos debido a su embarazo, pero ese es un recorrido que no lo haría por mucho tiempo ya que le quedaban dos semanas para que dejara de trabajar, aunque ya no debería hacerlo, sin embargo había logrado convencer a su jefe de que le permita trabajar esas dos semanas hasta cumplir los ocho meses de embarazo, porque necesitaba el dinero, sabía que con sus ahorros por ahora podía comprar las cosas para el bebé y subsistir hasta unos meses después del embarazo que pueda comenzar a trabajar otra vez y el dinero que su padre le depositaba en su cuenta le serviría para pagar los meses del apartamento. Aunque no habían pasado más de tres días desde que dejó el apartamento de Min Ho ya sentía que comenzaba a tener control sobre su nueva vida, no había sido tan difícil empezar a adaptarse al apartamento, igual que en el que vivía antes, éste ya se encontraba amoblado y era un poco más espacioso que el que utilizaba cuando era estudiante, pero no podía mentirse, extrañaba la amplitud del apartamento de Min Ho que en momentos sentía ahogarse en el espacio reducido que ahora vivía, pero él sabía que era sólo necesidad de tiempo para que se acostumbre por completo.