EL FINAL MAS INESPERADO QUE HAYAIS IMAGINADO.
Bonnie se encontraba en el gimnasio en el que habían organizado el baile de máscaras. Imitando el estilo veneciano de su anónimo se había puesto una máscara de color púrpura con detalles blancos que hacía resaltar sus ojos rojos.
El pequeño pelimorado miraba de un lado a otro buscando a su cita, aunque no quisiera admitirlo, estaba nervioso por ver al chico que había hecho que su corazón latiese con más energía al leer cada una de las palabras que escribía. Estaba enamorado, de eso no había duda, enamorado de alguien que posiblemente no había visto nunca... suena tonto... pero para él habían sido los mejores cincuenta días de su corta vida.
Volvió a mirar a su alrededor impacientándose, es verdad que todavía era pronto pero quería verle y quería verle ya. Algo captó su atención. Entre las luces de la discoteca improvisada se podía distinguir colgada en la pared una máscara de color turquesa que, a los ojos de Bonnie, brillaba con luz propia. Se sintió muy atraído por el color del objeto pues era como una llamada para él.
Caminó con cuidado esquivando a sus compañeros hasta llegar a la máscara. Estaba al lado de la puerta que daba al jardín del instituto y Bonnie pensó que podría ser un mensaje de su querido anónimo así que salió al jardín sin que nadie le viese.
Respiró el aire fresco disfrutando del silencio pues en la fiesta el ambiente estaba muy cargado. Estaba relajándose pensando que su amado llegaría pronto cuando oyó una voz a su espalda y se giró rápidamente.
-Hola, Bonnie.
Era un chico alto, vestido con un elegante traje veneciano de color turquesa con detalles negros y, tapando la mitad superior de su cara, llevaba la máscara que antes Bonnie había visto colgada. A través de esta se podían percibir unos preciosos ojos verdes. Bonnie enmudeció al verle, no se esperaba un chico tan apuesto.
-¿Tú eres mí...? -preguntó nervioso.
-Sí, soy tu anónimo. Mi nombre es Bon.
-¿Bon? Nunca había oído hablar de ti...
-Es extraño, aquí todos me conocen aunque... eso no significa que tenga muchos amigos...
-¿Por qué? Has conseguido enamorarme... no puedes ser tan malo... -Bonnie se sonrojó al darse cuenta de lo que acababa de decir y Bon abrió los ojos sorprendido también con las mejillas ardiendo. Pero no podía dejar que su pelimorado viviera en una mentira...
-Bonnie... no soy lo que piensas...
-¿Qué quiere decir eso? Llevo intentando comprenderlo desde esta mañana... no me importa lo que seas o lo que fuiste. Creo... creo que te quiero... y no pienso que sea posible cambiarlo...
Bon le miró con ternura y le extendió su mano para que la cogiera. Bonnie accedió y agarró suavemente la mano del contrario pero sintió que la mano de Bon estaba helada.
-¿Tienes frío?
-S-Supongo que es por los nervios... nunca había estado tan nervioso ni tan...
-¿Incómodo? -preguntó Bonnie temeroso de la respuesta.
-No, no es eso lo que quiero decir... nunca había estado tan... enamorado... eso sí. -Bon estaba sonrojado pero apenas se le notaba. Bonnie sonrió por las palabras del contrario.
-¿Sabes? Nunca me han gustado las cursilerías.
-Lo lamento... me sale solo...
-No, no me disgusta... contigo es diferente...
Se acercó más a Bon ya que estaban algo separados y le miró a los ojos. Eran preciosos, brillantes, aunque en ellos se podía distinguir dolor parecía que se esforzaban en brillar para Bonnie. Cogió la otra mano de Bon e hizo que este le abrazara. Era un poco mas alto que él y, teniendo cuidado con la máscara que aun llevaba puesta, apoyó su cabeza en el hombro de su amado. Por su parte Bon estaba muy sorprendido, no pensó que todo iría tan bien. Aunque todavía debía contarle su secreto a Bonnie, un momento al que Bon no quería llegar. No sabía como iba a reaccionar y querría estar de esa forma con él siempre.