Good to you

CAPÍTULO 12

Prefería no haber despertado y regresar a mi asquerosa realidad. Porque incluso desear la muerte me salía mal a mí, tan mediocre y miserable era, que el seguir viviendo era la perfecta tortura para mí.

Desnudo. Así me encontraba, la piel pegajosa, dolor por todas partes del cuerpo, aun sentía el sabor metálico deslizándose por mi garganta, el ardor de las heridas en mis brazos, lagrimas secas por todas las mejillas, labios entumidos y casi podía jurar que color morado. No tenía ningún tipo de fuerza, incluso me sentía mucho peor que ayer. Me sentía tan débil que realmente me dolía todo el cuerpo física e internamente, simplemente daba asco. Intente girarme lo más rápido que pude, pero tal vez dure más de veinte minutos intentándolo, patético.

La puerta de la habitación se encontraba cerrada y la cama que se encontraba a un costado de mi estaba en perfecto estado.

El que me encontrara de esta manera solo indicaba una cosa, Donghyuk no durmió aquí la noche anterior. Ni siquiera podía mover un musculo sin retorcerme de dolor. Quería ponerme algo encima, salir a ducharme, correr a los brazos de mi madre, salir de aquí. Pero solamente podía mirar el techo de la habitación sintiendo como las lágrimas silenciosas se resbalaban por mis mejillas, ¿Pedir ayuda? Cada que hacia el intento sentía como si mi garganta fuera perforada por mil dagas a la vez.

Intentaba enfocarme en cualquier cosa que no dejara que mi mente trabajara, pero era en vano, los recuerdos me inundaban.

Aun podía sentir su asco disfrazado de toscas caricias recorriéndome el cuerpo, sentía en su mirada el asco que le provocaba todo yo, pero yo iluso, no me di cuenta de todo esto, me daba más asco yo mismo en estos momentos por haber caído en el juego de Jinhwan. Asco de cada parte de mi ser que fue tocada por él, incluso mi alma, que le entregue como muestra de mi amor sincero, pero que él sin más que otra intención lo vio como una oportunidad de obtener lo que quería.

Asco era lo que me daba, quería arrancarme toda la piel que él había tocado, cada centímetro de piel que él había manchado con su tacto, porque no importaba si estaba lastimado, no importaba haber perdido esto así, me dolía el haber sido tan estúpido y estar cegado en lo que era Jinhwan.

"Aquí el único culpable eres tú"

Mi cabeza comenzó a reproducir todas las cosas que Jinhwan me había dicho la noche anterior, atormentándome.

"¿No me amas?" "Ojalá te duela hasta el alma" "Humm~ maldito niño ¿por qué estás tan apretado?" "¿No era esto lo que querías?" "¿No te gusto ahora?" "¡Grita maldita perra!"

Sentía nuevamente los golpes, sus toscas caricias, sus uñas enterradas en mi piel desgarrándola, sus dientes perforando cada centímetro de mi cuello disponible, lo sentía destrozarme. Sentía mi cabeza dar vueltas, las ganas de vomitar regresaban al recordar todo.

"Quiero verte llorar"

Recuerdo muy bien cada palabra que me había dicho, se había quedado tatuada en mi mente cada oración que me había pronunciado. Cada desprecio, todo.

Me sentía tan derrotado, no sentía mi cuerpo, pero ni siquiera me importaba, quería dejar de recordar todo, borrar de mi mente todo, me odiaba a mí mismo por haber sido débil, por haber sido un completo estúpido y por ser yo.

-Oh, despertaste – Cerro la puerta nuevamente colocando pestillo, Jinhwan. Me horroricé, nuevamente me sentí vulnerable y quise morirme. Intente moverme, pero mi cuerpo reaccionaba pesada y dolorosamente.

-V-vete... - Susurre arrinconándome contra la esquina de la cama, intente cubrirme lo más que podía, pero me sentía sedado.

-No hay nada interesante que ver – rio burlonamente descubriéndome rápidamente. Humedeció una toalla en la tina que aún se encontraba en el lugar y la acerco hasta mí, me aleje inmediatamente cerrando los ojos, sentía el miedo recorrer mis venas. "Patético".