-¡Suéltame!- suelto un grito ahogado cuando sus manos aprietan más el agarre contra mi brazo.-¡Qué me sueltes joder!
Sus ojos, que siempre solía admirar por su parecido al mar, me miran furiosos, su mandíbula tensada y sus dedos presionados fuertemente contra mi brazo solamente me dan una idea de que esto no va a terminar bien.
No es la primera vez que se pone violento, pero sí es la primera vez que lo veo después de mandarlo a la mierda.
Tal vez no fue una buena idea haber salido hoy.
No, lo que no había sido buena idea era haber salido con él.
"Tienes que dejarlo, es un enfermo. No me cae bien Pau, aléjate de él."
Pero siempre tan necia no había escuchado a aquellos que tenían razón. Y probablemente era tarde, muy tarde para hacerlo.
Giro mi cabeza buscando la ayuda de alguien, esos ojos azulados cada vez se vuelven más fríos y sin vida.
Bendita sea tu suerte de mierda. ¿Alguna otra mejor idea además de caminar hasta una calle desértica?
Chuck suelta una risa sarcástica, que me eriza la piel de manera instantánea.-Oh nena, no lo has entendido.
Levanto mi vista molesta. ¿Qué no había entendido? ¿Lo estúpida que había sido por caer ante sus encantos? ¿Por seguir con él después del primer golpe?
-¿Qué mierda no he entendido Chuck?
-Pauline, eres mía.
Todos los derechos reservados.

ESTÁS LEYENDO
Pauline, eres Mía.
Romanzi rosa / ChickLit"Pauline, eres Mía." Comenzó como una historia de amor, Termino en una obsesión.