29/6/16
COSAS POR HACER ANTES DEL GRAN DÍA (que es el día 3, ¡por cierto!)
30/6: cumpleaños de Ainhoa, mi mejor amiga: tengo que acordarme de escribirle un texto en WhatsApp para felicitarla, comprar chicles para el regalo que le hemos hecho Raquel y yo, de comprarle una camiseta bonita y todo esto meterlo en un sobre para dárselo.
Hoy también es el mercado de libros en el instituto, así que iré con mi hermana, Leire, a vender los suyos y comprarle los que pueda y luego compraré los míos, que este año no los puedo vender porque el año que viene los necesitaré para estudiar para las Pruebas de Acceso a la Universidad.
Por la tarde celebraremos en la playa los cumpleaños de Ainhoa i Raquel juntos, ya que el de Raquel es el día 6, pero ese día yo ya estaré en Dublín. Raquel es una muy buena amiga nuestra, junto con África, lo que pasa es que África casi nunca puede venir cuando quedamos y hoy ya es impensable, porque es testigo de Jehová y no puede celebrar los cumpleaños. Nos empezamos a juntar con ellas este curso, ya que el año pasado lo habíamos pasado prácticamente solas después de que nuestro grupo de amigas pasara de cinco a dos en pocos meses. Tengo que acordarme también de repasarme la depilación y de pensar que biquini me pondré, y a ver si encuentro un conjunto chulo para ir.
30/6/16
Me levanto por la mañana y me encuentro con nuestra casa tal y cómo la dejamos ayer. Mi hermana ya está despierta, y cómo no, no me ha esperado para ver Los Serrano, una serie que graba porque empieza demasiado pronto. Me siento en el sofá individual e intento ubicarme con la serie.
El mercado de libros empieza a las nueve, por lo tanto no podemos ver la serie mucho más. Nos vestimos, me depilo y vamos hacia el instituto, que está a unos cinco minutos. Nos dirigimos a la cafetería y encontramos una mesa libre para vender, así que empiezo a poner todos los libros de mi hermana expuestos encima de la mesa. Le encargo a Leire que vaya a mirar si encuentra libros que le sirvan para el año que viene.
Le vendo la mayoría de libros a un hombre que no se queja por los precios estipulados por el instituto, pero luego aparece una señora con mala pinta que no está contenta con nada de lo que le digo. Insisto en que el precio no lo pongo yo y en que es igual para todos, pero ella sigue diciendo que acaba de comprar tres libros de lectura por nueve euros y que aquí por uno le cobro seis.
Estas situaciones son las que consiguen fastidiarte un poquito el día, gente que parece no entenderte cuando le dejas clara una cosa. Consigo vender todos los libros de mi hermana y le compro todos los que me va diciendo que le sirven, con el precio estipulado.
Cuando va viniendo gente de segundo de bachillerato, empiezo a mirar los que me van bien a mí.
Parece que esta predicho que la tengo que fastidiar cada año al menos dos veces en el mercadillo este, porque sin darme cuenta compro un libro que mi madre ya le había comprado a una amiga suya, cuya hija va a segundo y su hermana pequeña, Aina, es la mejor amiga de mi hermana y va a su curso.
Además, cuando vamos a casa un momentito para desayunar, me doy cuenta que un libro por vender de Leire se a quedado en una solapa de la mochila, de forma que no lo había visto y ahora ya no lo puedo vender porque ya no quedan padres de su curso en el mercadillo. Por suerte, el libro que he comprado por error consigo revendérselo por el mismo precio a Raquel, que por suerte, aún no lo había comprado.Total, que con todo este follón, se me ha olvidado por completo escribirle el mensaje a Ainhoa y ya es la hora de comer. Después de eso, tendré que salir pitando hacia la playa.
Ayer estuvimos Ainhoa y yo haciéndole el regalo a Raquel, una cosa que pensábamos que sería fácil pero al final estuvimos más de cuatro horas con ello. El regalo de Ainhoa fue más fácil, Raquel y yo nos reunimos una mañana, hace tres o cuatro días y lo terminamos. Nos quedamos con ganas de hacer más, pero al final no ha habido ni tiempo ni ganas.
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Después de la tormenta... Bueno, en mi caso, viene otra tormenta
Teen FictionViajes, verano, amigos, familia, chicos... ¡Esto es la vida misma! Tal y cómo es. Con sus altos y sus bajos, con sus risas y su dolor, y... bueno, siendo yo, la desgracia, sea pequeña o sea grande, esta asegurada.