El Regreso...[Angst] //2da Temporada//

「8」

Después de un tiempo de que Ryū descansará por sus heridas, finalmente pudo asistir al colegio con normalidad. Habían sanado con totalidad todas sus heridas, pero sólo la herida en la parte de su cadera dejo una cicatriz. Pero no le daba mucha importancia a ello.

Venía acompañado de sus amigos Silver y Mika, hablaban sobre cosas triviales y sobre la salud de su amigo.

Llegando a su salon y recibieron con alegría al rubio, preguntaban por su estado y que es lo que le habia pasado. El rumor fue regado por la escuela tan pronto como se enteraron que Ryū estaba hospitalizado. El timbre sonó anunciando que las clases ya estaban por empezar, todos tomaron asiento y el profesor comenzó a dar su clase.

El día pasó rápido, ya era la hora de salida y todos volvían a casa, como siempre Ryū iba acompañado de su grupo de amigos, conversando, haciendo tonterías por el camino y no hacia falta la típica broma de tocar el timbre y hecharse a correr.

-¡Nos vemos mañana!- se despidió Ryū de sus amigos y se fue corriendo a casa.

-Me alegro de que Ryū haya vuelto a ser de antes- dijo Emma alividada de ver su amigo lleno de energías.

-Si, es un gran alivio- dijo Gale al lado de su hermana.

-Pero ¿Porque esa casa aún está ahi, no deberian de demolerla?- preguntó Silver mirando a Emma.

-Mmmm...Eso yo tampoco lo sé..- contestó Emma poniendo su dedo en su mentón mientras pensaba.

-¿Los padres de Ryū no han ido a la policía?- ahora pregunto Rosemary mientras caminaban.

-No, no he escuchado nada sobre eso- le respondió Silver cruzando sus brazos.

-Bueno, lo que ahora importa es que nuestro amigo esta mejor y que nunca más debemos acercarnos a esa casa- suspiro Gale y seguido de eso sonrió.

-¡Lo siento chicos!- Emma hizo una pequeña reverencia pidiendo disculpas y todos le prestaron atención -Si yo no hubiese insistido tanto en ir a ese lugar, Ryū no estaría...¡En verdad lo siento, fue mi culpa!

Todos se quedaron callados mirando la disculpa e su amiga, hasta que se acercó Gale a ella y está se estremeció un poco.

-No hace falta que te disculpes- le dio una palmada en la cabeza, lo cual la sorprendió y levantó la cabeza hacia él -Solo fue un accidente, Ryū ya está mejor y no hay de que preocuparse.

-Pero..fue mi culpa...

-Nadie te culpa por ello- Emma volteo a ver a todos y sus amigos asentian con una sonrisa, lo cual le recobro la mirada apagada que tenía.

-¡¿A-aun me quieren, chicos?!- preguntó Emma con un poco de pena, todos rieron y asintieron, Emma salto de felicidad y esbozo una gran sonrisa. Abrazándolos a todos -¡Gracias chicos, los quiero mucho!

Después de la conmovedora escena de estos chicos, todos se despidieron y fueron a casa.
Mientras tanto, con Ryū...

El joven rubio iba llegando a casa, mientras tarareaba una de sus canciones favoritas de su sería "Escuadrón de Dragones" entró a casa siendo recibido por su hermanita y su madre.

-Bienvenido, cariño- dijo Lucy con una cálida sonrisa mientras dejaba sus manos en su delantal -Llegas justo a tiempo, necesito que me traigas algo.

-Claro mamá ¿Que es?

-Espera aquí, traeré dinero y la lista- Lucy se fue a la cocina y volvió de nuevo, le entregó una pequeña lista y dinero a Ryū y nuevamente salió.

Como es de siempre, fue a la tienda a la que usualmente iba, siempre quedaba cercas de su casa, saludo a la amable señora que atendía el lugar y se dispuso a buscar lo que necesitaba. Pago todo y se fue, pero algo lo detuvo...

-....- miró fijamente la casa a la que habían ido él y sus amigos, se estremecía al recordar el terror que paso hace algunos días y su cicatriz a pesar de que estaba sanada, le dolía.
Ya dispuesto a irse, algo le llamo la atención y se alarmó aún más.
-N-no...- susurro temblando de terror, dejo caer la bolsa con las cosas.
-¡¡Nashi!!- grito y corrio hacia la casa, había visto a su hermanita caminar hacia la casa, dejo el miedo de lado y corrio hacia ella, se detuvo al estar en frente de la casa y busco a su hermana, al escuchar su risita dentro de la casa, entró apresurado.

-¡Nashi! ¡Sal de aquí!- grito en la entrada, sin escuchar más la risa de su hermanita, camino un poco, el piso deteriorado rechinaba y crujía. Nuevamente escucho la voz de Nashi -¡Nashi!

Subió las escaleras corriendo y de repente la puerta de la primera habitación se abrió de golpe y un viento muy fuerte choco contra Ryū, puso sus brazos como escudo en su cara y fue empujado hasta la pared. El viento se detuvo y este abrió lentamente los ojos, parpadeo varias veces y observo a Nashi que miraba por la ventana dentro de la habitación. Ryū se alarmó a verla y corrio dentro de la habitación -¡Alejate de ahí, Nashi!- grito acercándose a ella, cuando quiso acercarse más, ella empezó a voltear en dirección de su hermano y su flequillo cubría sus ojos.

-Hermanito...- susurro la pequeña.

-¡Este no es un lugar para jugar, rápido, salgamos de aquí!- la tomó del brazo, pero ella no se movía.

-Pero...no quiero irme...- susurro en un tono casi audible.

-¡¿Que estas diciendo?! ¡Vamonos de aqui!- de nuevo la jaló del brazo, pero seguia sin moverse.

-Aqui es divertido...hermanito- al momento en que pronunció la última palabra, los ojos de Nashi no estaban y esbozaba una sonrisa. Ryū quedó en shock y cayó al suelo.

-N-Nashi...¿Q-que le pasó a t-tus ojos...?- temblaba Ryū aún en el suelo y alejándose un poco de ella, de repente la puerta de la habitación de cerro con fuerza y las ventanas también -¿Q-que esta pasando...?

-Hermanito...- la pequeña niña se iba acercando poco a poco al chico y este se alejaba más.

-¡No te acerques!- grito Ryū y agarró un pedazo de madera pequeño que había a su alcance, al lazarselo a la niña, sólo desapareció. Volteo a todos lados y su respiración se agitaba más y más. Entonces, se escucharon algunos pasos que se acercaban hacia el rubio. De inmediato se levantó del suelo y empezó a golpear y empujar con todas sus fuerzas la puerta.

-¡Abrete, ábrete! ¡Por favor ábrete!- gritaba con desesperación y los pasos se hacían más fuertes. Pero la puerta no lograba abrirse.

-Esta vez no te irás, Ryū...- hablo una voz ronca, que se le hizo muy familiar a Ryū, quedó paralizado al escucharlo.

-E-esa voz...- se volteo aún tembloroso y sudando frío, sus ojos mas abiertos que nunca y su corazón que latia a mil por hora.

Un misterio estaba a punto de ser revelado...

Disculpen la tardanza, chicos ;-;
La escuela me tiene muy ocupada y me imagino que ya saben 😅

Bueno~~ sin más que decir, nos vemos en mil años xDD

Los amoo~~~ 😘 Bye bye ❤