Es el primer día de clase, y como es habitual en mí, me he levantado 2 horas antes para arreglarme sin prisas, desayunar algo sano e ir andando relajadamente hacia el colegio.
Claro, como si eso fuera posible. En realidad estoy corriendo por mi vida, porque literalmente, como no llegue a tiempo el profesor se las arreglará para hacer de mi vida un infierno. El despertador ha fallado, el agua caliente de la ducha no ha funcionado y mi aspecto de recién despertada deja mucho que desear.
Ya estoy viendo el aula de química, lo voy a conseguir, estoy cada vez mas cerca y... BAM! Al suelo. Un muro me ha derribado. No soy estúpida, se que esto es un cliché. Ahora levantaría la mirada y vería al chico más guapo del colegio, él se enamoraría de mi... Hay varias versiones. En cambio, lo que encuentro al mirar hacía arriba es nada menos que al director de la escuela.
Tengo dos posibilidades. Puedo salir corriendo e intentar que no se quede con mi cara o asumir mis responsabilidades y aceptar el castigo. No es una decisión difícil. En menos de 5 segundos ya me encuentro en el jardín de la parte trasera.
Por nada del mundo voy a entrar ahí tarde. Ya podía imaginarme al profesor mirándome con esa cara de - quien te crees que eres para interrumpir mi estupenda e interesantísima clase- mientras todos los demás me miran aliviados agradeciendo la interrupción.
En vez de eso empiezo a caminar hacia mi casa otra vez a reponerme un poco antes de la siguiente clase. No soy el tipo de chica que va maquillada y perfectamente arreglada siempre, ni mucho menos, pero tampoco tengo porque asustar a nadie ¿no? Por eso al llegar a casa me pongo un poco de corrector y rímel e intento desenredar la escoba que es mi pelo ahora mismo.
Me siento en mi cama y suspiro. Soy un desastre. ¿ A qué voy a poder aspirar en mi vida si no soy capaz de llegar puntual a una simple clase? Lo siento. A veces me pongo melodramática.
Ahora que ya me conocéis un poco, va siendo hora de que me presente. Soy Lesly, y soy completamente normal. Ni ojos azules magnéticos, ni sonrisa de anuncio de dentífrico. Sobre 1,60 , ojos marrones, facciones y cuerpos propios de una chica de 16 años. Hace poco decidí que era demasiado corriente, así que decidí tintarme el pelo de gris. Mis padres se volvieron locos, pero tampoco me importa demasiado, la verdad. La perfección está sobrevalorada. Aburrida, es como la suelo clasificar yo. Bueno, dejando de lado mi físico, es... Espera ¿Qué?
Joder. JODER!! No es posible que haya pasado tanto tiempo sentada en la cama y sin hacer absolutamente nada ¿verdad? Cojo la mochila y salgo corriendo.
Síp, vuelvo a llegar tarde a mi segunda clase del día.
Hola otra vezzzz. Espero que os este gustando la historia ( i know, i know, solo llevo un capítulo) pero espero empezar a subir regularmente ahora que casi empiezan las vacaciones.
os quierooo.
