-No.
Su corazón se rompe. Se vuelve cenizas.
El rubio no tiene ni la decencia de darle un porqué. Solo le responde con dos letras, con una sílaba.
Una simpre palabra que derriba las pocas barreras que la joven tenñia, para comenzar la construcción de unas nuevas.
-¿Qué...? -La pregunta de la joven es formulada en un triste susurro. Es incapaz de creer lo que acaba de escuchar.
-He dicho que no, no correspondo a tus sentimientos, no siento nada por ti...no, no te quiero. Ni como amiga, ni como compañera, ni mucho menos como novia.
Toda su clase se encuentra formando una especie de círculo ante la peculiar pareja.
-Adrien...
-De Adrien nada, Marinette. Te consideraba mi única amiga. Pero Nino me dijo hace días que yo te gustaba. Y sentí repulsión.
La mirada azul de la joven es clavada en el suelo. Gotas gruesas caen como cascadas de sus ojos.
El joven suspira con pesadez al verla así.
-Marinette...admítelo, yo no te gusto. Te gusta mi fama, mi...dinero...mi...
-Eres un idiota -le interrumpe ella, armándose de valor.
Se comienzan a escuchar murmullos alrededor de ellos, al ver que el ojiverde frunce el ceño. Nadie se esperaba que Marinette dijera algo, lo más probable es que iba a salir corriendo.
-No sabes nada. Me enamoré de ti gracias a aquel día de lluvia. Me enamoré de tu actitud socarrona y al mismo tiempo educada y sincera. Me enamoré de tu sonrisa, de la forma en la que me sonreías. Me enamoré de cómo tus ojos brillaban cuando hablabas de algo que te gusta. Me enamoré de la forma en la que evades las preguntas que hacen sobre tu carrera de modelaje o sobre la fama de tu padre. No me enamoré del hijo de Gabriel Agreste, el niño prodigio y perfecto. Me enamoré de Adrien, el chico que hace que mis piernas tiemblen, el que es alérgico a las plumas, el que ama los videojuegos y la repostería de mis padres. Y, tristemente, ese del que me enamoré, es el mismo idiota que ahora está enfrente mío.
El valor que tuvo para decir ese discurso se fue totalmente al ver como su acompañante fruncía el ceño.
-Mientes. Eres una mentirosa. Te creía real, Marinette. No pensé que fueras tan buena mintiendo, si te digo la verdad. ¿Tardaste mucho preparando ese discurso por si me negaba a corresponder tus sentimientos?
Una bofetada. Todos ahogaron un grito.
-Tú, Adrien Agreste, eres un cerdo. Te creía mi amigo. Te creía un ser humano decente...pero cabe decir que estaba más que equivocada.
Se comienza a acercar a su sitio en la clase ante la atenta mirada de todos.
-¿Qué miran?, ¡Aquí no hay nada que ver!
Exclama dejando a todos petrificados y preocupados por ella. No es que sea muy ella el comportarse así, todos sabían que el rechazo de Adrien le había hecho algo. Aunque ella no vaya a admitirlo.

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Don't Let Me Down
FanfictionLo típico, salvaron París. Chocaron puños, y cada uno se fue por su lado. Marinette sigue enamorada de Adrien y Adrien sigue enamorado de LadyBug. ¿Pero qué pasa si este, al descubrir quién está debajo de la máscara, no le gusta lo que ve? Cualquier...