[Mikaela]
Volvía del supermercado para hacerle a mi Yuu-Chan su amado curry, metí la llave en la cerradura y al abrir la puerta eché una mirada rápida al living, fije mi vista en la mesa donde esta Yuu-Chan pero con unos papeles en sus...manos.
Dime qué no es lo que pienso.
Que sea un error.
Que no sean las cartas que he escrito para el.
¡Por favor!
-Yuu-Chan...que haces con eso- intenté que mi voz no se quebrara ya que tenía miedo, miedo de su reacción.
-Mikaela ¿que significan estas cartas?-Mi cuerpo completo tembló, tal ves porque dijo mi nombre completo y eso es raro o su mirada tan fría que me mandaba.
Tenía mucho miedo, temblaba y sentía como en mis ojos se acumulaba mis lagrimas.
-Gomen nasai Yuichiro- me disculpé, fue un error escribir todo eso pero...necesitaba desahogarme.
Y no aguante mas, mis lagrimas salieron de mis ojos y caí al suelo de rodillas, tape mi rostro con mis manos y espere a que Yuu-Chan dijera algo pero solo escuché como se cerraba la puerta detrás de mi.
Me quedé helado, supongo que me veía patético ante Yuu-Chan, y no lo culpo, no esperaba que me correspondiera, me levanté y mire las cartas que estaban encima de la mesa, las tome y las bote en el contenedor de basura que había en la cocina.
Tenía sueño, me pesaban los parpados, así que a arrastras me fue a mi cuarto y me acosté, tome una almohada y la abrase pegándola en mi pecho, en lo único que podía pensar era en Yuu-Chan y me quedé dormido.
~•~•~•~•~•
Sentía un pequeño peso en mi pecho, asustado me levanté bruscamente alarmando a la ¿persona? Que me acompañaba.
-Mika, ¿que sucede?- Era Yuu-Chan pero ¿que hacia aquí conmigo?
-Yuu-Chan ¿que haces aquí? Y...conmigo-yo ya no podía ver a Yuu-Chan a los ojos.
-Mika, tenemos que hablar.
Trague en seco y ambos nos sentamos en la cama, aún tapados ya que hacía frío.
-Mika yo...¿Te gusto? Y porfavor se sincero
-...-no sabía que responder, en decirle la verdad o mentirle, aunque no serviría mentirle ya que había leído las cartas- Si Yuu-Chan pero no te preocupe...
Yuu-Chan se había acercado demasiado, podía sentir su respiración chocar con mi labio inferior, me hacer que haciendo solo un pequeño roce y no pude evitar sonrojarme por ese pequeño acto.
Pero ese simple acto no me vasto.
Yo quería mas.
Mucho más.
Así que me hacer que más a Yuu-Chan haciendo de ese pequeño roce un apasionado beso.
-Ngh Mi..ka- mordí el labio inferior haciendo que Yuu-Chan abriera su pequeña boca aprovechando para introducir mi lengua y buscar la suya haciendo así una pequeña guerra donde yo ganaba.
Sin separar el beso acosté a Yuu-Chan en la cama posicionan dome encima de él acomodándome para no poder aplastarlo, puse cada pierna de Yuu-Chan en mis caderas y yo entre medio de estas.
Nos separamos del beso haciendo visible un delgado hilo de saliva...La vista que tenía era perfecta, un Yuu-Chan sonrojado y jadeando por el beso, dejando caer en su labio inferior saliva dándole un toque de inocencia y muy excitante.
-Te quiero Mika.
Ya lo sé Yuu-Chan, pero no me quieres de la forma que yo te quiero.
-Yo igual Yuu-Chan.
Sonreí y Yuu se acomodó en mi pecho, yo empecé a acariciar su suave cabellera negra y dando suaves masajes en su espalda, a los pocos minutos escuché su tranquila respiración dándome a entender que ya se había dormido.
Me separé con cuidado de él y me pare de la cama, traje una cobija y lo arrope para que no pasará frío, mientras que yo me fui a los sillones, de verdad que tenía que pensar en muchas cosas, y una de ellas era sobre lo que pasó hace unos minutos, ¿Que pasará ahora? ¿Podre verte a los ojos de nuevo?.
Creo que para que tu seas feliz debería de primero salir de tu camino, y creí tener en mente a la persona perfecta que me ayudara.
Es hora de visitar a Krul Tepes.