CAPITULO # 1

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Dios, esto es peor de lo que pensaba. ¿Y ahora que digo?. Me siento completamente paralizada y no se me ocurre nada más que decir.

—Christian, yo... —murmuró sin aire y con la voz apuntó de perderse.

—¿Te has olvidado de ponerte la inyección? —Pregunta muy pero muy serio mientras inicia a pasarse los dedos por el pelo de una manera lenta y a medida que sus deseos corren, su rostro con la expresión de shock aumenta. — ¡RESPONDE, ANA!...—Grita de repente y hace que de un pequeño brinco desde donde estoy y me quedo mirándole, incapaz de hablar. Joder, está furioso... muy furioso.

¡Mierda, Mierda, Mierda!

—¡Dios, Ana! —Golpea la mesa con el puño, lo que provoca que me sobresalte. —Solo tenías que recordar una cosa, ¡una jodida cosa! ¡Mierda! No me lo puedo creer, joder. ¿Cómo puedes ser tan estúpida?

¿Estúpida? Doy un respingo. Mierda. Quiero decirle que la inyección no funciono, pero no encuentro las palabras ni el aire para siquiera pronunciar algo. Lo único que hago es bajar la mirada a mi dedos mientras intento sacar mis palabras....

—Lo siento —susurro casi sin voz.

—¿Que lo sientes? ¡Joder! ¿Que lo sientes? —Grita más fuerte y esta vez se estampa una de sus manos con fuerza en la frente.

—Sé que no es el mejor momento...

—¡El mejor momento?! — vuelve a gritar—. Nos conocemos desde hace algo así como cinco putos minutos. Quería enseñarte el mundo entero y ahora... ¡Joder! ¡Pañales, vómitos y mierda mucha, mucha mierda! —Cierra los ojos y se cubre la boca con su mano que está hecho un puño.

Creo que está intentando controlar su ira, pero es más que obvio que está perdiendo la batalla. ¡Mierda! Ya no sé qué hacer, no sé cómo pararle la ira. ¿Qué digo? ¿Qué hago? Pienso y pienso pero nada se me ocurre.

No se, pero por primera vez me siento muda. Mi mente no está coordinando bien la cosas y lo único que mi boca llega siguiera a vocalizar es un "lo siento"

—¿Se te olvidó? ¿O lo has hecho a propósito?. —pregunta de repente clavando su mirada en mí.

Mierda, no puedo decirle que fue a propósito porque no lo fue y por otro lado tampoco puedo decirle que  la inyección a fallado porque sencillamente el no me creería. Es más, creo que nada de lo saldría en este momento de mi boca sería algo creíble para el.

—Sabes que —murmura con un suspiro de frustración mientras quita su mirada de mí. —Estoy hecho ........ mejor me voy. —dice mientras camina y agarra las llaves de unos de sus coches.

—Espera, Christian! — le digo parándome del living y casi corriendo para detenerle. —No lo he hecho a propósito, él bebe es una sorpresa para mí también. —murmure en mi defensa.

—Y para mi ya no es sorpresa que seas tan descuidada. Si te soy sincero, no te creo nada y ya no pienso hablar del asunto.....

—Christian...

—Si, si. Christian no se me olvidó la inyección, Christian esto no es mi culpa, Christian tienes que créeme, Christian, Christian, Christian

—¿A donde vas? —pregunte en un murmuro.

—¡No lo se! Tal vez a un lugar donde no tenga que pensar en cómo demonios me hice padre de la noche a la mañana. —dijo en mi cara mientras El salía de apartamento echo furia, sin ni siquiera mirarme dos veces.

Siento que algo se clava en mi corazón en ese instante cuando me dice que no me cree nada. ¿Por qué tuviste que venir tan temprano mi pequeño blip? Me pregunto mientras pongo mi mano en mi vientre.

Regresa a mi.  #TheGrey'sAwards IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora