Te entregó todo de Mí

Giro rotundo

Sharlotte es una chica joven de 18años de edad que ha decidido dejar por un momento quieto el amor y tener toda su atención, y dedicación a sus estudios. Sharlotte es una joven muy inteligente, sabia, hermosa, y habla en los momentos que es necesario.

Un día en el que el amor no tenía posesión, ni un lugar en la vida de ella; el universo y el destino le dieron un giro de 180° rotundamente incierto, le dio un giro en el que estaría a prueba el amor y el de volverse a enamorar, en el que pudiera considerar a una persona como lo mejor de sí misma y de lo que la vida le debía de premiar y sorprender. Sharlotte pasaba por un momento en el que todo lo veía negativo, y en el que a nada le daba alguna razón alguna por problemas familiares.
Sharlotte temía mucho por ella misma y por sus sentimientos o ideas que se les ocurrían, detestaba cada momento por el cual pasaba y no hacía más que renegar y renegar por la vida que llevaba; en donde su vida todo era color de rosa, se había convertido en tinieblas, todo blanco y negro, y con temor de todo lo que la rodeaba. Su giro fue tan intenso que ella no quería seguir viviendo y ya no le gustaba la vida que llevaba.

Pero como todo en la vida no esta perdido, se le apareció un rayo de luz en medio de las tinieblas en el cual le resplandecería todo su camino y la guiaría para que no se apartara de el. Apareció como se le puede llamar su (muso) era esa persona del cual tenía por nombre Agustín pero le gustaba que le dijeran Agus, ese ser radiante y en todo lo lugar que llegaba el resplandecía con su bella sonrisa y no solo era eso, también por su personalidad, carácter, su esencia de tan divina persona que podría poseer.

-Tonta! Ya cómo sigues?. Pregunta él. -¿Si te he ayudado a salir de todo esto?.

Sharlotte: En ese momento en el que el me pregunta, por mi cabeza pasaba tantas cosas, y una de ellas era decirle que me sentía muy bien que gracias a el pude salir adelante, pero no quería sonar muy cursi. Entonces me hice la seria en responderle muy formal, aunque no era de mi gusto, pues aún así lo hacía, y no podía negar que en mucho momentos me hacía la dura y decía que no era necesario tener a alguien allí a mi lado; pero con el pasar de los días, la vida y el destino me demostró que sí.

-Sí, gracias por tu ayuda. Dijo. Agacho la cabeza y sonrió ella.

Agus: Quería preguntarle muchas cosas, pero sabría que si le preguntaba ella se pondría nerviosa en un momento en el que no va querer hablar o hasta de echo podía tartamudear *jajajaja* yo y mis pensamientos locos pero era muy ciertos. En momentos sentía que esa niña era muy irresistible pero cómo no? Si la hermosura que poseía la hacía convertir en una divina diosa.

-Recuerda que siempre estaré para ti, y si caes, caeremos los dos, pero así mismo nos levantaremos y mucho más fuertes-. Dijo el.

Sharlotte: Mi corazón no paraba de latir rápidamente. Sentía que se me saldría, en mi garganta sentía un gran nudo que no me dejaba hablar, sentía que me derrumbaría en sus brazos, por dentro estaba todo explotando, muchas emociones y sentimientos encontrados en un solo momento y con unas cuantas palabras.

El me llamaba mucho la atención desde que lo vi por primera vez, pero ya el pasar del tiempo de lo que nos llevamos conociendo me esta gustando y mucho, es un sentimiento que va creciendo cada día más y más; y no lo puedo contener. Y ahora con lo que me ha dicho pues me he quedado matada. Aveces era muy obvia al hacerle ver mis sentimientos que sentía hacía el, pero aún así me hacia la dura y la seria; pues no quería pasar por intensa. Y cada palabra de la que me había dicho resonaban en mi cabeza como un par de tambores. Fue tanto así que hubo entre los dos un momento de silencio, hasta que al final las palabras de mi boca pudieron salir.

-La verdad no se que decirte. Sonrió, se agarra el cabello, mira hacia todos lados y agacha la cabeza. - Tengo tantas cosas por las cuales agradecerte y ahora que te tengo en frente no se por donde empezar. Pero...... .Antes de ella seguir, el la interrumpió. -tranquila, ese momento llegará cuando estés segura y decidida por lo que me quieras decir.-

Sharlotte: Cuando me dice eso realmente estaba muy agradecida porque por más que buscará palabras para decírselas no las encontraba. Me costaba mucho. Pero el pudo entender mis nervios al hablar con el, que solo me dijo -Hay que darle tiempo al tiempo- y fue lo mejor para mi.