Tendido en la cama de otro hotel en la periferia de la ciudad Evan Peters terminaba una conversación de trabajo difícil. Corto y dejo caer el teléfono sobre el cobertor, jamás se había sentido dependiente de su celular, pero el terminar con Emma y aislarse del mundo transformo al aparato en su conexión laboral más importante. Y por medio de la cual acababa de despedir a su publicista y a su manager en menos de menos de cinco minutos. No lo apago, queriendo que el único numero sin pronunciarse hasta entonces apareciera en la pantalla, Michelle, su hermana, no le hablaba desde que las portadas de cada revista de chismes exhibieron el beso en el auto. Ryan Murphy se comunicó al día siguiente del escándalo sin ningún intermediario, mostrándole total apoyo y la completa estabilidad laboral dentro de American Horror Story si así él lo decidía.
Pero no era suficiente, dentro de todos los compromisos de esa fatídica semana había olvidado cancelar el más importante, la entrevista al aire que tenía en un canal de televisión abierta. Y aunque las ganas de saltar el protocolo educacional y faltar sin ninguna excusa se le paso por la cabeza, ya era muy tarde. Hugh, encerrado en el mismo cuarto que él, extendía camisas a sus pies para ayudarlo a elegir, la estilista siempre corría por organización del manager y ya era evidente que nadie se peleaba el puesto.
-estoy arruinado...- dijo el castaño llevándose ambas manos al cabello, haciéndose un ovillo entre los cómodos cojines.
-Evan no es para tanto- Hugh permanecía calmo y con la sonrisa encantadora protagonizando su expresión, tan calmo que sacaba un poco al menor de sus cabales. ¿acaso no lo entendía? Los días de su carrera estaban contados con los dedos de una mano, la industria le creía a Emma hasta lo que pisaban sus tacones y la mujer se estaba encargando de dejarlo como estropajo frente a todos los medios, si hasta era obscena la cantidad de entrevistas en que había usado la misma frase, interpretando impecablemente el papel de ex novia víctima de la homosexualidad de closet. ¿Cómo podía Hugh no estar dolido? Una semana ya transcurría de que no veía a sus hijos y aunque estos parecían asumirlo sin mayores problemas aun no regulaban legalmente que acciones tomaría la esposa. El divorcio no haría más que complicar sus relaciones públicas. Por lo demás ¿estaba seguro el australiano de lo que estaba haciendo? Nunca antes había sido infiel, de su boca Evan lo sabía y lo creía así que no era un patrón conocido que seguir para luego volver a su matrimonio tipo borrón y cuenta nueva, no había libreto al cual apegarse y aunque no pareciera Evan no era bueno para improvisar.
-van a destruirme en directo.
Se levantó, ya se estaba haciendo tarde y no tenía la menor idea de cómo llegaría al estudio. Su auto estaba en el estacionamiento del departamento que compartía con Emma, ese que aún no abandonaba de manera formal. El hombre mayor tomo una de las perchas y se la monto en el torso al complicado actor.
-este te queda muy bien.
Logro provocarle una sonrisa, de esas que tanto le gustaban a Jackman, sacando del escondite esas margaritas bien marcadas. Evan torneo los ojos y espero el beso dulce que topo con sus labios.
-solo quiero saber que este mal rato valdrá la pena, si vamos en serio o que.
-claro que vamos en serio- le respondió Hugh, soltando la percha en la cama para afirmar sus caderas con las manos y atraerlo hasta él. Cada uno de los gestos de caballerosidad que mostraba con Evan era recibido con vergüenza cubierta en esa cara curiosa, pero no podía quitarse la costumbre de querer proteger al que ahora era su pareja- ¿te molesta si...- paso la mirada de sus ojos oscuros a la cama llena de camisas, prefería pedir permiso antes de enseñarle a Peters de lo que hablaba, el aludido accedió, dejándose acomodar por ese fornido cuerpo entre las diferentes telas.
A Hugh le gustaba el contraste de esa piel tersa con los granos causados por la mala afeitada, le gustaba tanto que se detenía en la zona del mentón para besarla con mayor detalle. Le gustaba más aun, de ser posible, ese tonto lunar en la punta de su nariz, decorando asimétrico el rostro que le visitaba en sueños desde que se le cruzo en la primera lectura de guion de Xmen Days of the future past. La forma en que Evan le respondía los besos tomando el mando minutos luego, jugando con el vello en su pecho al desabotonarle la camisa. No era una simple atracción sexual como en "E! News" le habían catalogado a la reciente relación, le gustaba todo de ese hombre, y también le gustaba que fuera hombre. Por qué las dudas dirigidas a la sexualidad de Hugh Jackman antecedían cualquier indicio del menor, Deborra, la esposa, lo supo siempre, esa era la razón por la que estaba llevando la situación con sigilo, no esperaba más que la compensación económica correspondiente.
Freno los besos, dejando a Evan navegar en el limbo entre la ternura de unas caricias y la excitación de algo más. Le gustaban esas finas líneas de expresión que se le creaban al cerrar y abrir los ojos, que al lado de las suyas más parecían rasgos de jovialidad.
-tienes que ir a dar una entrevista.
-y tú tienes que llevarme- dijo Peters, jugando con la profundidad de su voz mientras apretaba los labios y asentía con la cabeza, casi como si quisiera bromear al respecto.
No eligió ninguna de las ya arrugadas camisas, y ya que estaba rompiendo canones se aprovechó.
Al bajar del asiento del copiloto el panorama era similar a tantas otras entrevistas, un grupo de fans contenidas por vallas de seguridad le esperaban en la entrada trasera al canal levantando pancartas y celulares, aguardando la oportunidad para una selfie, y Evan se dio el tiempo para firmar y fotografiarse, no hubo insultos ni preguntas homofóbicas, solo el particular cariño de quienes seguían enamoradas de él sin importar lo demás.
De camiseta y bermudas entro al camerino asignado, rehusándose a recibir un traje o cambiarse las gastadas zapatillas a cuadros que tanto molestaban a Emma, decidió llevarlas como bandera de victoria. Cuando la luz parpadeo indicando su salida a escenario entre cotilleos de maquillistas y asistentes se exhibió al aire con la naturalidad propia, saludando al público con la mano antes de acomodarse en el sofá y reconocer a toda voz su romance con uno de los actores más queridos por la gente, ese gigante bonachón que le cambiaba el mal genio en un instante.
N.A: Básicamente les vengo a explicar la demora, trato de no escribir OOC porque no me gusta realmente su resultado por lo que escribir este fic lleva tiempo de investigación de conductas previas y cosas por el estilo. Con mucho amor hoy les dejo un poco más de historia, besos besos.
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Secreto
FanfictionPortada por la maravillosa Kitsune Takahashi. Hugh Jackman y Evan Peters en una noche decisiva.