Las visitas todos los días continuan ya han pasado 5 meses, él y yo somos más cercanos cada día.
Dominik ha estado raro desde hace unas semanas y no sé si es posible que se este arrepintiendo de pedirme matrimonio y se retractará cancelando el matrimonio... ¡Sería genial!
-Morgiana, - apenas llega el sonido- Morgiana ¿Estás bien? - despierto de mis pensamientos
-¿Ah? ¡Sí! - respondo un poco desubicada- ¿Qué decía, Joven Dominik?
-Por favor, Morgiana- dice dulcemente - Nos casaremos dentro de unos meses, creo que lo menos que puedes hacer es llamar a tu futuro esposo solamente por su nombre y sin formalidad.
-No lo creo muy correcto- susurro y él se acerca.
Acaricia mi mejilla con su pulgar y reprimo el deseo de apartar mi rostro de su tacto.
-Hay muchas cosas que no son correctas- me susurra con deje de misterio- Y estoy seguro que llamar a tu futuro esposo por su nombre... No es lo peor que estas haciendo. -sentencia, su voz ya no es tan dulce y luego deposita un beso en mi mejilla.
-Como deseé, Dominik. - digo y el arquea la ceja ante la formalidad - Como deseés, Dominik.
-Mucho mejor, Morgiana mía - se acerca más y me abraza- Estás tensa... ¿Será que nunca te han abrazado así? ¡Oh! Dulce Morgiana no sabes cuanto espero para al fin decir que eres mía y sólo mía.
Me quedo callada, cuando el deposita un beso en mi cuello, me salgo rápidamente de su agarre.
-Por favor, no haga eso- le digo exaltada - Le pido que me respete hasta que sea su esposa.
Él se levanta y se acerca a mi oído.
-Como quieras, Morgiana - susurro con un matiz amenazador y al separarse me muestra una sonrisa cálida e inocente - Nos vemos, tengo que ir a mi casa, ya es tarde deberías regresar tú también.
Sin más se da la vuelta y se va. Mi madre no está en casa me ha dicho que saldría a comprar, así que puedo ir a casa del Lobo.
Me dirijo a mi casa y en la mesa dejo una nota que dice que estaré donde la abuela.
Me voy a la casa del lobo y decirle que creo que estoy en cinta.
Corro a su casa y cuando llego él está sentado de espaldas, yo sólo lo abrazo, envolviendo mis brazos alrededor se sus hombros y reposando mi cabeza en su cuello, dejando un beso en el mismo.
-Lobo. -susurro para luego besar su mejilla.
-Caperucita. - me susurra y besa mis labios.
Sonrío, él agarra mis caderas y hace que me siente en su regazo dado que es él no me interesa y me apoyo en él dejando mi cabeza en su hombro.
-Te has vuelto más pesada - me susurra acariciando con su nariz mi cuello y haciendo cosquillas con ella.
-De eso quería hablarte - susurro alejándome de su tacto- Estoy en cinta debo tener 4 o 5 mes..
No puedo terminar de hablar por que ya lo tengo encima repartiendo besos por toda mi cara.
-¿Es verdad? - pregunta con la emoción bailando en sus ojos plata, asiento y él me abraza- No sabes cuan feliz me hace ésto.
Lo abrazo y acaricio las suaves hebras de su cabello.
-A mí tambien me alegra- le susurro - Pero también tengo miedo.
-¿Miedo? ¿De qué, mi dulce amada? - susurra con cariño - Déjame tus miedos para que yo te de mis alegrías.
-Estoy prometida a Dominik- le digo y asiente suspirandocon irritación.
-Y tu madre no aceptará a alguien más, lo sé, ese hecho me atormenta a diario casi llevándose la paz que deja tu presencia - dice y asiento con tristeza.
-Tengo miedo de lo que pasará si descubren mi estado. - digo al borde del llanto, sintiendo el nuedo formarse en mi garganta, mi nariz picar y mis ojos cristalizarse.
-No te preocupes por eso. - me susurra con ternura.
-Sí, - dice alguien sobresaltándome- Preocúpate más por lo que le pasará a tu amante, Morgiana mía.
Me giro rápidamente ante la voz y apodo conocido; Veo a Dominik, a la abuela, a mi madre y a todos los cazadores con hachas, antorchas pues ya se está oscureciendo y la espada del sacrificio.
-¡NO! - grito y me pongo en el medio- ¡No lo maten!
-Morgiana, - solloza mi madre- El mató a Karl. -respira profundo y solloza mientras el odio engulle su triste mirada- Merece morir por quitarme la felicidad.
-¡Madre!- grito- Karl me quiso violar por eso lo mató, - sollozo- Por favor, no lo maten, lo amo.
Siento la mano del lobo en mi hombro, apoyándose con firmeza y su imponente figura se acerca más a mí.
-Abuela, - sollozo y niego- No los dejes, Por favor. -el nerviosismo, el miedo, la tristeza se remueven en mi ser apretándome en sus espiras infinitas- Ayúdame.
-Ya lo había hecho, muchachita rebelde. -dice mi abuela con rabia- Te borré la memoria para que te olvidarás de ésta peste del bosque pero tú regresaste a él.
Siento la mano del lobo tensarse y ahora comprendo todo lo que el decía, su miedo, sus preocupaciones.
-¡Me separaste del lobo! - le grito, las lágrimas ya resbalando por mis mejillas - ¡¿No entienden que lo amo?!
-Apartarte, Morgiana - dice mi abuela - Tú ya no eres mi nieta.
-Abue..
-Agarrenlos y lleven al hombre a la hoguera. -ordena mi abuela y un grito sale de mi garganta y abrazo al lobo- A la mujer... Después decidiremos que le haremos, su acto de promiscuidad no quedará impune.
Después de eso se abalanzan sobre nosotros, no sin antes tirarle un dardo tranquilizador a el lobo y cuado éste se desplomó en el suelo separarme de él.
-¡Lobo! - grito mientras golpeo desesperada a los que me alejan de él - ¡¡LOBO!! - grito y me suelto de ellos,corro hacia él, corro hacia el amor de mi vida.
Antes de llegar a él siento un golpe fuerte en mi cabeza y todo se vuelve negro, todo pierde color.
La última imagen que tengo es de como lo estaban golpeando sin piedad.
¡¡Hola!!
Damas y caballeros solamente falta un capítulo y el epílogo.
Gracias a los que leen, votan y siguen mi perfil. Muchísimas gracias por todo.
Ya saben que si les gustó el capítulo podéis votar, comentar sus sentimientos, seguirme para apoyarme.
En fin, Los quiero mucho y Gracias por su apoyo
¡¡Buen día!!
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CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO FEROZ
Hombres LoboMorgiana mejor conocida como Caperucita Roja tiene su versión de la historia que no debe ser contada Aquí el lobo feroz no es malo y mucho menos feo Aquí Caperucita ya no es una niña Aquí su abuela no es tan inocente Aquí el leñador no es el bueno A...