-Malditas ojeras-. Me dije frente al espejo, eran las 6 de la mañana, no pude dormir en toda la noche, ayer Gabriel me acompañó a casa y no le he mandado mensaje desde entonces, la clase habia sido agradable pero no habia podido dejar de pensar en aquel chico, seguramente hoy no lo encontraria, aun que anhelaba con todas mis fuerzas que asi fuera.
Desayuné, el guizo de mi abuela es exquisito para mi es el mejor, mi madre no es muy apegada a la cocina pero cuando lo hacia sus platillos eran de lo mejor. -Ya me voy, vengo luego- grité saliendo de mi casa.
Estaba bastante retirado el parque de mi casa por lo que me demoré en llegar, mi celular vibró, era Gabriel - Disculpa Aiko no podré llegar- no sabes mentir Gabriel, te conosco perfectamente,
- No te gustó la clase ¿verdad?- vibró de nuevo -No :( -. Lo dejé en visto, no era la primera vez que me dejaba sola en algún taller, clase, obra, etc... Caminé unos cuantos pasos, sabia que estaba buscandolo, recorrí totalmente el parque pero solo divisé a un grupo de personas sentadas en una banca corrida con forma de circulo, me acerqué más y distinguí mi clase, bueno, definitivamente no estaba y tenia cinco minutos de retraso, corrí y saludé a la mayoria, - Profe disculpa la tardanza- Dije un poco nerviosa, - No se preocupe señorita, sientese- obedecí y al momento me pasó una de las guitarras, comenzamos con los círculos básicos, las cuerdas a pesar de ser de plástico, lastimaban un poco mis dedos, ¿como podia ese chico aparentar tal suavidad al tocarlas? Bien no soy la chica mas cuidadosa del mundo pero estaba dando lo mejor.No establecía gran conversación con mis compañeros, aun que la mayoria era hombre (Siempre me habia llevado mejor con los chicos que con las chicas y el único amigo que tenia era masculino) la garganta se me resecó, la tienda se encontraba a unos metros de mi y no vi problema alguno en ir.
Me levanté y sacudí un poco mi trasero (pequeño por cierto) - Profe, ¿me permite ir a comprar? - señalé la tienda, solo recibí un gesto de aprovación, entré, el calor se sentía en ese lugar, compré naranjada de peña fiel (mi favorito) sin dudarlo me lo bebí rápidamente y sentí algo extraño, esa sensación de que alguien te observa, volteé.Ahí estaba, apartó sus ojos de inmediato y los posicionó en su guitarra.
Lo observé, me di el lujo de apreciar cada detalle, su cabello, su piel, sus labios delgados, sus ojos negros, vaya... Esos ojos negros, pareciera que escondieran el secreto mas hermoso del mundo, sus cejas perfectamente alineadas que daban a su rostro una expreción excitante, "Podria entregarme a él sin lugar a duda"... ¡¿Pero que?! Mi primer pensamiento sucio, reí, aun que no lo crean, no habia tenido un pensamiento tal cual por un hombre y menos pervertido, el era todo un caso.
Me miró, sentí mis mejillas arder y sonreí.
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Mi Cielo
Short StoryEra de ella, era su cielo, era su mundo, era su ángel, era su protector, era su artista, era su luz, era su vida, era su ambición, era su sol, era su luna, era su paz, era su guerra, era su razón, era su prioridad, era ese pequeño lugar donde podría...