4 Parte

8 0 0
                                    


Apreté los labios para evitar emitir algún sonido porque así era yo guardaba el dolor, no me agradaba ver la cara de las personas y la lástima que transmitían sus ojos cuando les contaba mi vida y por eso seguiría sola porque siempre ha sido así.

Luego de varios minutos tratando de guardar muy bien mis sentimientos me levante una vez más y limpiando mi cara con mi blusa me senté en la cama, quería olvidar la verdad de mi vida por solo unos segundos para poder respirar con normalidad pero sabía que eso era imposible para mí.

Tome varias respiraciones largas y pausadas para calmarme y abrí una pequeña puerta que se encontraba en el cuarto que supuse era el baño. No me importo que agua estuviese fría ya que eso relajó lo tenso que se encontraba mi cuerpo.

Después de una hora de estar metida en la ducha, envuelvo mi cuerpo con una toalla y miro mi rostro en el pequeño espejo con borde dorado, aún puedo sentir el asco de mi misma en aquella ocasión que golpee a mi mamá, una lagrima traicionera rueda por mi mejilla y la aparto de inmediato poniendo duro mi rostro y dándome ánimos internamente, dos toques en la puerta me asustan y miro temerosa la puerta.

-Si?-susurro bajo pero nadie responde. Pienso en que tengo que ponerme la misma ropa porque no tengo nada más que ponerme pero el toque insistente de la puerta logra perturbarme.

Frunzo mi ceño y mis muñecas se hacen puño bruscamente. Mi mente comienza jugarme una pala pasada en donde idealizo varias escenas no muy agradables y enseguida empiezo a buscar con mi mirada algún objeto que sea de ayuda para defenderme pero una voz gruesa y fuerte hace que mi piel se erice.

-Supuse que necesitarías ropa y te traje la de mi hermana.

Mi pecho comenzó a latir muy rápido pero no sabía porque, cosa que me estaba empezando a molestar, jamás había sentido mi corazón acelerarse con tan solo escuchar la voz de alguien y eso me estaba preocupando. Solo me limite a darle las gracias y espere a escuchar la puerta del cuarto cerrarse, me senté en la tasa del inodoro botando el aire que no sabía que había estado reteniendo.

Luego de calmar mi pulso me asome al cuarto y al asegurarme que no hubiera nadie tome la ropa que se encontraba en una pequeña silla junto a un escritorio y entre de nuevo al baño para cambiarme.

Me asombre al notar que la ropa que me había dejado me quedaba bien. Una blusa blanca de manga larga y un short con el diseño peculiar rasgado como si estuviera roto o algo, hacían lucir mucho más mis voluptuosas curvas en mi cuerpo que jamás les había prestado atención, me aseguré de que la cicatriz que tenía en la espalda si la cubría la blusa y eso me alivió un poco.

Salí de allí sin las zapatillas por la costumbre que tenía desde pequeña, tome mi bolso y guarde mi ropa, cogí el cargador y conecte mi celular. Espere cinco minutos más o menos de lo que calcule y lo intente encender.

Estaba un poco nerviosa porque no sabía cuánto tiempo había pasado en este lugar y empezaba a preocuparme por mi mamá. El sonido de los pitidos de la llamada me indicaba que la línea no se encontraba ocupada como en otras ocasiones y me alegre al escuchar la voz de una de las enfermeras.

-Hola? Oficina del doctor Jackson, en que puedo ayudarle?

-Hola Lucía, soy Nela quería preguntarte por mi madre ¿Cómo sigue? – hable muy rápido que dudo que me haya entendido, pero para mi sorpresa si lo hizo.

-Hola Nela, mucho gusto volver a escucharte, bueno... tu madre ha estado mejorando en todos estos días... – Que bueno- Dije y suspire de alivio pero ella aún no terminaba de responderme -Pero... hace un rato...- continuó y eso me alarmó.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 22, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

GOLPES DE TRIUNFO (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora