Suyai significa esperanza. Supuestamente la única.
Quizá el destino de un mundo mucho más grande esté en manos de unos jóvenes que necesitan dinero para poder comprar leche en la esquina.
Quizá el futuro de la humanidad está en pasarle un arma a un...
Dos semanas después del incidente de la ciudad, en la sede central, frente a una habitación especial dividida con un ventanal ocurren estos hechos.
-Como va todo? -preguntó el maestro a cargo.
-Bastante bien. -responde el científico de la bata negra.- Hemos avanzado mucho desde que comenzamos los estudios. Tiene una habilidad bastante compleja.
-Ya veo. Era cierto lo que creían de las plantas? -observó a Celia manipulando unas plantas en la habitación.-
-Mmm si, en cierta forma. Nuestra teoría llega a la conclusión de que tiene dominio sobre las ondas de radiación y convección emitidas por fotones de luz, lo cual podría hacer que de alguna manera pueda controlar la fotosíntesis de la vegetación terrestre e incluso la extraterrestre, entregando la habilidad de hacer crecer la flora a su voluntad, sin embargo, hay datos que nos faltan, ya que se necesita de muchos más factores para poder hacer semejante proceso. -agregó mirando su tablet con la información.- Debo decirle señor, tras un extenso y riguroso exámen, que cabe la posibilidad de que pueda romper la barrera espacio-tiempo y crear rupturas -agujeros- en ella para poder formar un puente entre dos puntos en el universo, algo que incluso entre los Hijos es raro de ver. Sin embargo aún no demuestra desarrollada esta habilidad por completo y tampoco sabemos la finalidad de ésta habilidad, por lo que creemos que solo será cuestión de tiempo y paciencia.
-Vaya... pues es más de lo que esperaba. -dijo sorprendido.- Y qué tal va nuestro muchacho?
-Progresando. Esa puede ser la palabra correcta.
-Perfecto, entonces... creo que ya podemos dar el siguiente paso.
-Les hablará del proyecto? -alejó su mirada de la tablet sorprendido.-
-Así es. Ya es hora de que se vayan poniendo al día. -sonrió.-
En la habitación blanca y vacía en donde estaba Celia habían varias plantas de diferentes tipos, entre ellas destacaba una planta que parecía ser alienígena. Ésta desprendía cierto fulgor mientras Celia ayudaba a la pequeña en su macetero con su hoja rota. Sin embargo estaba algo distraída ya que miraba por el ventanal de vez en cuando a Luka, aún no había tenido la oportunidad de poder conversar con él.
Estaba sentada al lado de su plantita leyendo una tableta con información recopilada sobre él, aunque se veía sereno tampoco rebosaba felicidad exactamente. Estuvo un largo tiempo en estado de "cuarentena" lo que le impidió a Celia acercarse a él hasta ahora.
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El maestro dió la orden y el ventanal que los tenía separados se abrió por la mitad de modo que ambas habitaciones se transformaron en una, la chica se levantó un poco apurada mirando a Luka, entre nervios y felicidad. Él la miró sereno, creía que simplemente era una investigadora más aunque a primera vista le pareció más joven. Dudó un poco, pero al darse cuenta la timidez de ella se le acercó.
