Capitulo 5

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" Bien,Greg necesitamos irnos a casa," dijo Harry.Greg empezó a recoger su basura.

"Debemos irnos también ,cariño," dijo mi padre.Asentí con la cabeza y puse mi basura sobre la bandeja que tenía mi padre.

"Yo se la tiraré," ofreció Harry. Mi padre le dio gracias, Harry llevó las dos bandejas para tirar a la basura y regresó por Greg.

"Hasta luego,___. Mucho gusto de conocerte Maike," Le dio la mano a mi padre y me saludó con la mano.

"Mucho gusto en conocerte,___" añadió Greg, ignorando completamente a mi padre. Me agaché para ponerme cara a cara con él. Me tendió la mano y le di la mía.

"Mucho gusto de conocerte a ti también ,Greg." Me sonrió y se despidió con la mano mientras se alejaban.

Seguí a mi padre afuera y volvimos a casa. Gracias a dios.

El día en la escuela pasó volando.Todos parencían estar de buen humor.Eso era lo bueno del viernes. Todos se centrabas en sus planes para el fin de semana. Yo nada más  estaba lista para ese último timbre.Tenía el coche hoy porque tenía algunas cuantas cosas para hacer después de la escuela antes de que llegara Harry y Greg.

Papá quería que parara por el supermercado para comprar varias cosas. Yo quería comprar unas meriendas y unas bebidas extras. También tenía que pasar por Wal-Mart para comprar algunas cosas para nuestro proyecto. Una vez hecha las hojas de trabajo, teníamos que hacer un cartel para presentar a la clase. Yo ya estaba orando que Harry  diría todo lo que había que decir. Yo podía sostener el cartel...y sostenerlo bastante alto como para esconderme la cara. Así no tendria que verle a nadie y no podrían verme a mí.

Me pareciía el plan perfecto. El timbre sonó y me escapé del aula. Después de parar por mí armario, me dirijí a mi coche, un Focus de Ford.

"Hola,__," dijo alguien detrás de mí mientras tiraba mi mochila dentro del coche. Me di la vuelta para verle a Harry. Su coche estaba aparcado tres espacios más allá del mío.

"Si tienes un coche, ¿por qué caminas?"

"Me gusta caminar," dije encogiéndome de hombros. Sin pensarlo dos veces, me metí en el coche y salí del aparcamiento.

Odiaba ir a la tienda. Por la mayoría,los cajeros eran sonrientes y amables. Siempre intentaba chatear. Yo no podía hacer eso. Siempre temía que alguien me regañaría por tardar demasiado conversando.

Por eso estaba callada , viendo como se escaneaban mis compras. Le dí el dinero y murmuré mis gracias mientras me alejaba. Ya tenía todo lo que necesitaba, me fuí para la casa feliz

Dulzura → Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora