Día #4

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Me levanté media hora antes de lo usual. Me bañé, cepillé mis dientes y mi cabello. Puse solo un poco de polvo en mi cara, eso de arreglarme mucho era demasiado trabajo para mi gusto.

Bajé a desayunar lo más rápido posible, agarré mi mochila y salí a toda prisa. Esta vez aunque llegara tarde, estaba dispuesta a preguntarle su nombre.

Llegué a la escuela a las menos diez, al fin tenía una oportunidad.

"Já, dije que si quería podía, y aquí estoy."
"Todo por saber su nombre."
"Sabes que te gusta."
"No."
"Ambas sabemos que sí."

Idiota consciencia.

Salí de mis pensamientos cuando alguien tropezó a mi lado, era él. Dios mío, que hermoso era.

Disculpa, estoy algo torpe hoy.

Torpe pero hermoso.

No te preocupes, ¿Qué pasa?

Nada, perdóname. Solo estoy nervioso.

¿Será que mi presencia lo pone nervioso?

Ya verás que te irá bien. -Contesté intentando que no se notara mi emoción.

Gracias, igual a ti. -No tengo idea de que está hablando.

...

Entramos al salón, al fin estuve presente en el momento de pasar asistencia.

"Jeroy, Jeroy"
"Hasta su nombre era hermoso."

Volví a salir de mis pensamientos cuando el maestro comenzó a hablar:

Buenos días alumnos, saquen sus lápices y papel, tomaremos nuestra primera prueba.

"Fantástico."

Todo va fantástico. -Susurré para que nadie me escuchara.

A. No estaba nervioso por mí.
B. Ya seguramente tengo una mala calificación en la primera prueba.
C. Lo más probable, él ya tendrá una mala imagen de mí.

Querido CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora