Capítulo 6

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Las manos de ______ temblaban mientras abría la puerta. Se trataba de una pequeña sala de estar, Kendall estaba sentado en una silla con las manos entrelazadas sobre su regazo. Cuando la vio entrar, sonrió y se levantó.

-Tenía miedo de que hubieras cambiado de opinión -dijo mientras se acercaba.

La profunda voz hizo temblar su cuerpo y le robó el habla. ______ apenas podía mover la cabeza.

-Muy bien. -Se inclinó y la besó en la mejilla.

Mientras sus labios la tocaban, se estremeció y cerró los ojos. Era absurdo pensar que este hombre con un solo beso casto le provocaba sentimientos que nadie jamás podría.

-Tengo una suite arriba, si quieres acompañarme a cenar - dijo con la boca pegada a su oído.

- ¿Una suite? -Se consiguió decir sin ahogarse. Por muy poco.

Kendall ya le había colocado el brazo alrededor de la cintura, conduciéndola hacia la puerta. Respiró hondo varias veces, tratando de controlar sus rabiosas hormonas. Sería sólo una simple cena. El permitió que lo subastaran para obras de caridad, no era nada más que eso.

Sin embargo, el cuerpo de ______ temblaba, excitada con la idea de estar sola en una habitación que tendría una cama.

______ trató de reparar en la decoración del hotel, cuando se dirigían de la habitación al ascensor, pero Kendall todavía la rodeaba. La fuerza de su brazo, el calor de su cuerpo, se le hizo difícil para pensar en algo más que él. Le gustaba la protección sencilla con la que él la llevaba.

Una vez en el ascensor, mantuvo la mirada baja y trató de pensar en algo que decir. Cualquier cosa.

Por otro lado, Kendall no parecía inclinado a hablar. Su brazo seguía alrededor de ella, frotándola con el dedo pulgar y enviando una corriente erótica a través de su cadera.

La puerta sonó, advirtiendo que habían llegado a su destino. Él la dirigió fuera del ascensor hacia el vestíbulo, con una mano apoyada en la parte inferior de su espalda.

Tres puertas más abajo, él se detuvo y utilizó una tarjeta magnética para desbloquear y abrir la puerta.

El conjunto era tan impresionante como el resto del hotel. En el elegante comedor, Kendall se quitó la chaqueta. ______ observaba los músculos de su espalda cuando fue a la barra. Se mordió el interior de la mejilla para no gemir, después de todo, nunca lo había visto sin camisa. Su imaginación era lo único que tenía cuando pensaba en lo que escondía su ropa. La camisa fina que llevaba debajo de su chaqueta era estrecha y mostraba justo lo suficiente como para provocar.

- ¿Una copa de vino? -Le preguntó, sacando una botella.

-Sí, por favor -dijo, feliz de tener voz de nuevo.

Había una pequeña mesa de comedor junto a un gran ventanal. La mesa estaba puesta con manteles blancos, como si estuviese a la espera de ser utilizada. ______ puso su bolso sobre la mesa. Una puerta que debía llevar a la habitación estaba abierta.

- ¿Tienes hambre? -Kendall le preguntó detrás de ella.

______ saltó, sin saber cuándo había llegado tan cerca.

- ¿Qué? -Le preguntó, tratando de no pensar en dormitorio.

-Me ha parecido oír voces.

______ giró la cabeza hacia atrás, hasta el otro lado del cuarto. Logan Henderson apareció con una perversa mirada y una sonrisa seductora. Sabiendo que en cualquier momento iba a empezar a babear, volvió la vista rápidamente hacia Kendall.

Kendall sirvió tres copas, por supuesto, estaba esperando a Logan. Todos los pensamientos sobre una noche de juegos eróticos salieron enseguida de su cabeza. No se había percatado de lo mucho que estaba esperando hasta que se desmoronó la fantasía.

- ¿Te acuerdas de mi socio, Logan Henderson, no? -Preguntó innecesariamente.

-Sí, por supuesto -respondió ______ y se dirigió al otro hombre. -Es bueno verle, Señor Henderson.

Él asintió y se acercó.

-Igualmente, Sra. _____ -le dijo mientras tomaba una copa de vino.

______ se movió incómoda, sin saber qué hacer. Sus pies estaban empezando a doler debido a la altura de los tacones y no estaba segura de cuánto tiempo pasaría hasta que pudiera sentarse y quitárselos.

- ¿Por qué no nos sentamos y nos conocemos un poco mejor? - Propuso Kendall.

Agradecida, ______ asintió y se sentó al borde del sofá de felpa en el asiento del medio. Los dos hombres la sorprendieron al tomar asiento a cada lado de ella.

______ tomó un sorbo de su vino para tener algo que hacer con las manos.

-Entonces, ¿Tu ganaste la puja por este sinvergüenza, eh? -Preguntó Logan y se acercó más.

Podía sentir el calor de su cuerpo contra su vestido escandalosamente corto.

-Sí. Yo... Yo nunca he estado en una subasta anteriormente. Creo que me pasé un poco -le dijo, tratando de justificar los cinco mil dólares gastados.

- ¿Me estás diciendo que yo no valgo tanto? -Kendall le preguntó con una punzada de dolor en su voz.

______ miró rápidamente, aliviada al ver una sonrisa provocativa en su rostro.

-¡Oh, no, Señor Schmidt!, estoy segura de que vale la pena cada centavo.

Las palabras salían de su boca antes de que tuviera oportunidad de censurarlas. Se sonrojó tan pronto como se dio cuenta de lo que había dicho.

Los hombres, evidentemente, no se avergonzaban. Logan se echó a reír a su lado derecho, mientras que Kendall se inclinó hacia la izquierda.

- ¿Sr. Schmidt? - Le pregunto - Creo, que después del dinero que te has gastado, deberías llamarme simplemente Kendall.

Su aliento susurró contra su piel y se estremeció. -Y yo te voy a llamar ______ -añadió.

Ella asintió. Su boca estaba tan cerca que si se moviese un centímetro, sería capaz de sentir sus labios contra los suyos.

-Puedes llamarme cómo quieras. -La voz de Logan vino de su otro lado, tan cerca como Kendall. -Pero lo preferiré cuando lo grites.

Sexy Subasta (Kendall, Logan y Tú) ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora