Capítulo 5

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Kendall llegó al final de la plataforma, terminando delante de _________. Sus miradas se cruzaron, y _________ sintió una sacudida en el interior. Él le sonrió y estaba segura de que le devolvió la sonrisa como una idiota. _________ lo miraba fijamente, incapaz de romper la conexión. Él tampoco parecía querer romperla ya que sus ojos no se desviaban de los de ella.

Esto continuó hasta que Jessica empujó a _________ para recordarle dónde estaba, y, finalmente, miró hacia otro lado.

-¿Qué? -_________ se quejó.

-Creo que quiere que hagas una oferta por él -susurró Jessica.

_________ hizo una mueca. ¡De ninguna manera! ¿Podría...? ¿Lo haría...?

¿Eso fue un pequeño movimiento de cabeza que él le dio?

- ¡Rápido! ¡Oferta! -Elizabeth le ordenó, agarrando una tarjeta y entregándosela a _________.

Con los ojos en él, _________ la levantó.

Kendall amplió su sonrisa y parpadeó. _________ estaba segura de que acababa de llenar sus bragas de crema.

_________ pujó cada vez más alto. Cuando alguien le cubría su oferta, ella recibía un codazo en un lado o en el otro, para que levantara elevara su tarjeta de compra y la superara. Miraba a Kendall todo el tiempo.

Si él tenía la esperanza de que _________ abandonara la puja, no lo pareció. Se levantó y la miró con una sonrisa pícara en los labios.

Fascinada, _________ se desconectó de la subasta hasta Jessica saltó y la abrazó.

-¡Has ganado!

Ella miró a su alrededor, observando que había ganado en realidad. La multitud aplaudió y algunas mujeres, otras postoras, estaban frunciendo el ceño ante ella.

-Señora, por favor, venga conmigo -le solicitó un hombre, dando un paso delante de ella.

-Lo siento, ¿qué dijo?

Jessica se inclinó y le besó la mejilla.

-Tienes que pagar por tu hombre.

Elizabeth besó la otra mejilla.

-¡Sí! ¡Ve a buscar a tu hombre!

-Pero... yo... -_________ de pronto se sintió mareada. No podía hacer eso. ¿Cómo se había entusiasmado tanto?

Jessica la empujó de su asiento.

- ¡Anda!

_________ se levantó y miró a sus amigas. Tenían unas sonrisas enormes.

-Eh... Creo que las veré más tarde.

-Mucho más tarde - sugirió Jessica, levantando la copa. -¡Ah, y no te portes bien! -Añadió.

_________ siguió al hombre fuera de la sala hasta una habitación más pequeña. Allí, ella le entregó la tarjeta y se dispuso a pagar.

- ¿Cuánto? -Le preguntó sorprendida.

-Cinco mil - repitió felizmente una mujer.

_________ tomó el talonario de cheques, sacudiendo la cabeza. ¡Acababa de gastar cinco mil dólares en un día! Estaba totalmente avergonzada y no sabía qué decirle al hombre que había ganado. ¿Cómo podría explicar por qué pagó tanto por él? Probablemente pensaría que era una mujer desesperada, que le perseguía o algo así. Oh, ¿Cómo diablos había llegado hasta aquí? ¿Pagar por una cita? Suspiró profundamente, sin siquiera prestar atención a la mujer que parecía no poder dejar de hablar.

-Fue una puja maravillosa. Probablemente sea la más alta de la noche - continuó la mujer.

_________ le dio el cheque y forzó una sonrisa.

-Muy bien, señorita _________. Por esas puertas, a la derecha, esta su acompañante.

________ miró hacia donde la mujer señaló. Bueno, pagó por él, por lo que también podría ir y enfrentarlo.

Con las piernas temblorosas, se dirigió a su hombre de cinco mil dólares.

Sexy Subasta (Kendall, Logan y Tú) ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora