Art Department

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«Preferimos la acuarela roja».

El Departamento de Arte fue clausurado.

Las razones nunca fueron reveladas, pero se creyó que en aquel lugar sucedían cosas muy extrañas, constantes desapariciones de aquellos que se ofrecían a ser modelos para los artistas que allí acostumbraban a trabajar.

Era un recinto tan tétrico que los de otras áreas no se atrevían a poner un pie ahí sin previo permiso, debido a los alarmantes y dantescos rumores que corrían acerca de ese lugar, se pensaba que ahí mataban personas, que utilizaban sus cuerpos muertos para hacer "arte".

Y la sangre era su abundante acuarela.

A veces, incluso, hacían bellísimas esculturas manchadas de rojo, con piezas que no tardaban en adquirir putrefacción, por lo que debían de conseguir más material de trabajo, y por eso, su búsqueda de flamantes modelos aumentaba cada vez más, mientras más personas ingresaban al departamento de arte.

Pero por más veces que alguien intentara cachar el departamento lleno de sangre, nadie lo hacía, siempre encontraban a los modelos posando con toda tranquilidad mientras introvertidas personas disfrutaban de plasmar sus imperfectas anatomías en lienzos.

Nadie nunca escuchó a alguien gritar en aquel intranquilo lugar, nunca nadie se quejó de alguna cosa lo suficientemente creíble como para cerrar el departamento de arte antes de que las cosas empeoraran.

Y por ello, las desapariciones aumentaron.

Los familiares estaban desesperados por encontrar los cuerpos de sus parientes desaparecidos, a pesar de que nunca los encontrarían en un estado reconocible, puesto que eran utilizados para hacer bellísimas obras de arte.

Rojo, rojo por todos lados, el rojo predominaba en aquellas demostraciones de arte plástico tan llamativas, todos los integrantes del departamento de arte se sentían tan a gusto con su trabajo, un trabajo que no todos entendían, oh, muchos amaron el departamento, pero lamentablemente varios tuvieron que retirarse, por motivos económicos y de salud.

Algunas personas del departamento de arte tenían problemas menores.

No era nada serio, sólo algo que estaba funcionando de una manera diferente en sus cabecitas, pero no quería decir que estuvieran mal, par a nada, solamente maquinaban de una forma excepcional, con ideas tan barrocas e impresionantes para sus obras tan... únicas.

El departamento de arte era un lugar acogedor para aquellos que sabían cómo sobrevivir a él, se convirtió en su segundo hogar, un lugar de donde salían a altas horas de la noche, con trapos empapados de acuarela de tonalidad rojiza.

El uso de ojos, brazos, piernas. E incluso los genitales de los modelos para hacer ensamblajes y esculturas magníficas, era tan agradable para la vista que muchos preferían estar en el departamento, en lugar de estar en sus hogares, con sus familias.

Eso causó algunos problemas con los artistas, así que unos pocos no volvían con tanta frecuencia, pero aquello no importó demasiado. Aquellos que no tenían una familia que velara por ellos, se quedaban ahí hasta la hora que quisieran, a veces, luego de limpiar en lugar, dormían tirados en el suelo con sus brazos como almohadas, para poder seguir con sus obras antes de que las piezas mostraran signos del principio de la putrefacción, así que se daban prisa para poder guardar el resultado en fotos, vídeos o por simple satisfacción de ver su temporal obra terminada.

Algunos, lo guardaban en el congelador.

Esas obras tan hermosas que no podían ser desechadas, se quedaban en el congelador, las mantenían frías para que no se arruinaran tan rápido, sólo las más únicas llegaban a ese lugar, por lo que no estaba lleno, sobraba mucho espacio para más obras de nuevos integrantes.

Pero no se pudo.

Puesto que un día, a aquellos reincidentes a dormir allá, se les olvidó limpiar el departamento de arte antes de caer en los brazos de Hypnos. Por desgracia para todos los artistas, los cuerpos fueron encontrados por un curioso visitante que llegaba temprano por esa zona y decidió entrar al departamento debido al curioso olor que de ahí salía.

Sus gritos intentaron ser acallados, pero atrajeron a más y más personas, la policía no tardó en llegar, fue todo tan desastroso.

Pero esas personas nunca dijeron nada al respecto, la policía tampoco habló y el departamento fue clausurado.

Todos esos artistas llenos de potencial fueron encerrados injustamente, tan sólo por querer hacer bellas obras de arte con acuarela de color rojo.

Algunos tuvimos la suerte de quedar en un lugar lleno de artistas como nosotros, pero no nos dejan hacer nuestro arte con tranquilidad.

Todavía siento ganas de llorar al recordar que cerraron mi preciado departamento de arte, después de haberlo fundado y verlo crecer.

Soy la fundadora del Departamento de Arte, donde preferimos la acuarela rojiza.

Soy la fundadora del Departamento de Arte, donde preferimos la acuarela rojiza

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