Olivia

Profesor nuevo, nuevos problemas

Primer dia de instituto, me levanto agotada por el simple hecho de que me he pasado toda la noche viendo las temporadas de American Horror Story por, posiblemente, sexta vez. He perdido la cuenta de las veces que he visto todas las temporadas ya que sufro de insomio desde que era pequeña y me pasaba las noches en vela hasta que comencé a ver series.

Me duelen un poco los ojos, agarro una sudadera negra sin ningún color, unos pantalones muy anchos y mis zapatillas de deporte y me visto medio dormida.

En el baño me lavo la cara y bajo a la cocina a desayunar, ni mi madre ni su actual marido estan despiertos, me pongo mis auriculares y subo la música al máximo para despertarme y cuando miro el reloj me doy cuenta de que me estoy atrasando.

Ni siquiera me lavo los dientes, pillo unos chicles de menta y voy corriendo a la parada de bus, esta lloviendo y me mojan las gotas.

Resbalo y me caigo al suelo, joder literalmente acabo de probar el sabor del cemento y además me he mordido el labio inferior y me lo he reventado, sangra bastante.

Aprovecho la lluvia que parece torrencial, me quito la capucha y dejo el agua caer sobre mi cara limpiando la herida.

Estoy a un par de metros de la parada de bus y como siempre no hay nadie, antes de poder siquiera sentarme aparece el bus y me subo, no presto atención a nadie y me siento en una de las últimas filas.

Cuando llegamos soy la ultima en bajarme, veo como amanece poco a poco y las nubes desaparecen dejando a la vista el cielo anaranjado. Me parece hermoso y creo que al menos este día tendrá algo agradable.

Al entrar me dan una lista con mi clase y veo el nombre de Rina, estoy muy ilusionada de estar en su misma clase aunque no me vaya a hablar.

-Mirar chicas es la nerd- dice una voz aguda y desagradable detrás de mi.

Ignoro a Graciela en uno de sus intentos de llamar la atención, paso de largo y entro en mi primera clase, es la de castellano.

Decido sentarme en la fila de atrás de todo alejada y las clases pasan rápidas hasta que toca el timbre y comienza el patio.

Cojo varios libros de mi mochila y dejo esta en la clase, no suelo desayunar no soy anoréxica ni sufro bulimia y mucho menos intento estar delgada como las barbies de la clase, simplemente no tengo hambre.

Subiendo las escaleras pienso en mis asignaturas y ni me doy cuenta cuando choco contra algo, más bien alguien pienso al ver a un atractivo chico de cabello rubio.

Me agacho para recoger mis libros y noto que el chico recoge varios de mis libros.

-Disculpa, no estaba mirando- Dice soltando una sonrisa un poco nervioso

-Oh, tranquilo yo tampoco...-  Prácticamente murmuro y coloco mi pelo detrás de mi oreja.

Me quedo un momento mirándolo y siento mi corazón que parece intentar salirse de mi pecho, tras ese instante recuerdo que tengo que hablar con mi nuevo tutor y comienzo a subir las escaleras.

-¡Eh... Gracias por ayudarme a recoger los libros- Me giro repentinamente y mi cabeza choca con el pecho del chico, huele a menta.

-De nada, te dejas el boli- Dice y me entrega mi bolígrafo, me había olvidado completamente de este.

Sonrío y me despido con la mano.