1)
La oscuridad y la sombra reinaba en ese preciso momento, unas llamas rojas maliciosas destruían la tierra con su calor infernal, los restos de personas y salpicaduras de sangre coagulada nutrían el terror del ambiente. Pozas de un extraño líquido negro se esparcían alrededor de una figura muy inquietante, dotado con un delgadez enfermiza,una gran arteria Aorta junto con una vena Cava saliendo de su espalda. Unos dedos alargados y retorcidos cómo ramas de un arbusto caducado, junto, con una bolsa rodeada con dientes desordenados en sus bordes, que puesta como máscara, tenía unos agujeros ovalados dentro de los cuales se podían ver ojos completamente blancos y decorados con macabras venas centelleantes.
Se tomaba maníaticamnete la cabeza, retorciendose de un lado a otro, rodeado por un silencio fúnebre, huella de la crueldad de lo sucedido allí. Comenzó a temblar sin motivo aparente, para luego ponerse de pie y levantar un poco la bolsa de su cabeza; dejando ver una boca dotada con dientes afilados junto con una larga y musculosa lengua. Acto seguido lanzó un chillido estruendoso:-¡PPPPIIIIIIIIYYYYYYAAAAAA!- Un grito que resonaba en los tímpanos, destrozaba el alma y mermaba las valentías.
El grito se hacía cada vez más fuerte, las facciones de su mandíbula y la extensión de su lengua se volvian lentamente más grotescas y daban la impresión de que pronto se dislocaría. El quejido, luego de unos largos minutos, bajó la intensidad, para luego perderse dentro de la sobresaliente caja torácica del ser. Se encorvó hasta que quedó abatido en el suelo, arrodillado. Llevó sus manos a la cabeza y pegó un grito ensordecedor:-¡Tengo miedo!¡Estoy asustado!¡TENGO MIEDO!
Un leve toque en la cadera interrumpió los lamentos del ser, el cual, al darse vuelta, logró ver a un niño pequeño, vestido con ropajes exageradamente grandes para su cuerpo.
-Señor... Yo... Igual... Tengo Miedo.-
Al escuchar esto, el ser sintió pavor. Pegó un salto y gritó sin cesar. El muchacho quedó consternado. Sin pensarlo dos veces, se alejó y se acurrucó en un sitio, apartado del ser, sollozando.
El ambiente se volvió aún más denso y deprimente. El ser, teniendo en cuenta que ese muchacho podía ser su salvación, tomó una forma más "Amigable" para lograr conversar con él.
-¿Que sucede piya?- Atinó a preguntar, usando el "piya" como una muletilla inevitable.
-Tengo miedo, todo me asusta, estoy completamente solo.-Dijo tímidamente el pequeño.
-Pero ánimo pequeño. Yo igual estoy asustado todo el tiempo... ¿Sabes piya? ¡Se me ha ocurrido una genial idea!-
-¿Huh? ¿Cuál?- preguntó el pequeño con un brillo en sus ojos.
-¿Que tal si, nos unimos piya?¡Así nunca tendremos miedo!-
-¡¿De Verdad?!- musitó el pequeño con ojillos de esperanza.
-¡Claro piya! juntos seremos invencibles, nunca más tendremos miedo, nos tenemos el uno al otro y es todo lo que somos
NOSOTROS SOMOS EL MIEDO
2)
Una extraña figura estaba suspendida en medio del altar secundo de la gran Catedral del Demonio. Una iglesia enorme, similar a una ciudad entera. Completamente decorada con gemas que daban la impresión de seguirte con la mirada.Columnas de un extraño mármol púrpura oscuro, piso de cristales a cuadros rojos y negros, candelabros de hierro fundido y con tallados en obsidiana. Sólo el tenue brillo de las velas negras encendidas con un fuego maldito iluminaban esta inmensa catedral, repleta por una bruma negra, espesa, casi irrespirable.
Esta colosal estructura estaba sumergida en una cueva, o gruta, que parecía ser una dimensión propia.
En el centro del altar secundo, se encontraba un ser humano de estatura media, vestido con una gabardina elegante, digna de un caballero de élite, un verdadero Royal Knight. Botas de cuero pesadísimas reforzadas internamente con fieltro y placas de hierro. Unos pantalones gráciles y gruesos, ideales para movimientos rápidos y prescisos. Por ultimo, tenía puesto un yelmo cilíndrico con una rejilla "Estufa" a la altura de los ojos, que , a traves de ella, solo se lograba divisar una funesta obscuridad. Este ser estaba suspendido por cadenas de luz, cadenas especialmente forjadas que "erradicaban" el mal. Muchas de ellas estaban agarradas a su carne por medio de anzuelos y ganchos, evitando así, cualquier movimiento posible.
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El Nacer de un Dios
FantasyLa Paz se ha vuelto a romper. La Secta devota al Kishin Vadrigar y la Secta seguidora del Dios Creador se enfrentan nuevamente, esta vez, con la intención de traer a la vida sus deidades. Sin Embargo... Muchos misterios están encriptados en la his...