I lied

Capitulo 3

"Mis tíos deben estar durmiendo así que te daré una cabaña y mañana los saludas, ¿te parece?"-dijo el chico colocándose del otro lado del mostrador tomando una llave con un llavero de madera con el número 15.
"Claro."
La verdad estaba muy cansada solo quería dormir así que no estaría mal saludarlos mañana.
Nos encaminamos a la cabaña 15, cuando llegamos me aparte de la puerta para que el chico la abriera ya que él tenía la llave.
"Bueno, aquí tienes."-me entregó las llaves.
"Muchas gracias."-las tome y pasé al lado de adentro de la cabaña, estaba por cerrar la puerta pero el chico la paro con el pie.
"¿Sabes?, aún no se tu nombre.-me reprochó.-Yo soy Fletcher."-dijo estirando su mano hacia mi.
"Abigail."-sonreí y estreche su mano.
"Abigail."-repitió soltando mi mano y metiendo las suyas a los bolsillos de sus pantalones.
Lo estaba haciendo de nuevo. No sacaba su vista de mis ojos.
"Bueno Fletcher, adiós, que descanses"-dije rápidamente mirando a un árbol que estaba atrás de él para no sentirme incómoda.
"Que descanses."-dijo aún sonriendo y sin moverse. Estaba como estático. Hipnotizado.
Cerré rápido la puerta y decidí espiarlo unos segundos por la ventana para ver si se iba o que pretendía hacer.
Se quedó ahí parado unos segundos más, luego suspiro profundamente. Escuché una voz que gritaba el nombre del chico, Fletcher se dio vuelta y camino unos centímetros para encontrar el dueño de esa voz, al lejos logre ver que se saludó con un chico de nuestra misma edad, con un cigarrillo en la mano y un par de tatuajes en su brazo derecho, el chico desconocido levantó el cigarrillo y se lo enseñó a Fletcher, Fletcher negó con la cabeza, supongo que le ofreció un cigarrillo. Sonreí. Qué bueno que Fletcher no lo haya aceptado, odio que la gente fume, es una aducción horrible y tan solo no me gusta que la gente se perjudique a sí misma.
Cuando vi que se encaminaron para otro lado cerré la persiana, puse a cargar mi celular, busqué un short en mi mochila para estar más cómoda, me lo coloqué y me adentré en las sabanas y frazadas que estaban tendidas en la cama.

4:00 am. Era libre