Los primeros dias de soltera

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Regrese a clases, después de ausentarme debido a mi decepción amorosa, era raro, no sabia que hacer ni en que pensar, no dejaba de recordar que hace unos días, él me había acompañado hasta la puerta de mi salón, pero ya todo era pasado, solo restaba seguir viviendo y lo que se fuera dando.
Llegue a mi salón y Jose me recibió con un inmenso abrazo, me mostró su apoyo y cariño, era un chico dulce y tierno, a su lado iba Raúl, !Oh Dios!, porque no me había dado cuenta de lo guapo que es, alto, bronceado, con barba, chino y con una sonrisa tan sexy, quede anonadada, el solo me sonrió y se alegro por mi regreso.

Paso el día, llegue a casa después de clases, encendí un cigarro, no dejaba de pensar en su sonrisa, en sus labios, en su altura, porque que altura.

Paso la semana, y justo el fin de semana, recibí un mensaje de texto de Jose, declarándose, ¿es en serio? Le conteste, el solo escribió que esperaría el momento para dedicarme lo que merecía, no podía creerlo, el hasta este momento es mi mejor amigo !no! !no! !no! Exclame en voz alta.

Acabando el fin de semana, no dejaba de pensar en Raúl, por su acento, tenia una pronunciación de las palabras tan sexy, !Gosh! Era muy sexy.
Ya en la noche, pensé....

Sus manos, sus piernas, su sonrisa, esos labios, Uuuuuuuf!!! Esa barba! Nunca he besado a alguien con barba!
Esa altura, no he tenido novios de ese tamaño.
Sentí como su mano tocaba mi cuello, acariciándolo lentamente, como sus dedos llegaban a mis mejillas, pasaban a mis labios rozando los suavemente, mientras el se acercaba lentamente para poder saborearlos, sentía su respiración, caliente, apasionado, excitado, me dejaba llevar, empece a sentir besos en mi cuello, a la par succionaba cada parte después de ese delicado beso, sus manos bajaban poco a poco, desabrochandome la camisa, quitandomela lentamente, mientras regresaba a besar mi cuello, sus manos bajaban mas y mas hasta llegar al borde de mi pantalón, lo desabrochaba, sentia como introducía su mano en mis pantis, lo miré el sonreía con una mirada maliciosa, con la otra mano me sostenía del cuello, empezaba a besar mis pechos, siguiendo con mi abdomen, descendía a mis caderas, besando poco a poco sentía su calor desprenderse de su cuerpo, el comenzaba a sudar, me estaba ya excitando, cuando escuche el ruido de la televisión, ya era la mañana de lunes, mi hermana se comenzaba a alistar para ir a la Prepa...

Fantasias de una universitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora