Londres- Reino Unido
Despertar en una cama que no era la mía no me preocupaba. Ir a fiestas todos los fines de semana ya era costumbre. Tomar hasta no poder mas y al otro día no recordar una mierda ya era una rutina. Era mi forma de olvidar, olvidarme de los problemas que tengo en casa.
Mi nombre es Jacob Morrinson, tengo 17 años y mi vida es una mierda.
Nunca fui criado de la mejor manera. Toda mi infancia me la pase adentro de mi casa encerrado, y no, no fue decisión mía, fue de mis padres. Siempre decían que no necesitaba salir a ensuciarme y aprender malas enseñanzas de los otros niños. Que lo que necesitaba estaba en casa. Pero tener prácticamente una juguetería en tu cuarto tampoco era la mejor de las ideas, es más, hasta llegabas a odiar los objetos esos.
Mi familia siempre fue muy adinerada, además de recibir las herencias de mis abuelos, mi padre era dueño de la empresa mas importante de Francia y mi madre trabajaba en Los Ángeles como diseñadora profesional. Practicante vivía solo, de no ser por mi nana, Anna.
Desde que tengo memoria esa mujer siempre estuvo conmigo, ella era la que me recogía del instituto y traía a casa. Casi no salia al exterior, solo para estudiar. Tal vez por eso nunca tuve amigos en mi escuela. Era muy callado y reservado para convivir con los demás, y me costaba integrarme a los grupos. Algunas veces los niños me miraban con odio y hasta una vez me golpearon al salir del instituto. Recuerdo que ese día llegue llorando a mi casa, rogando para que mi madre estuviera en casa y me abrazara. Pero no. Nunca estaba cuando la necesitaba.
Tal vez es por eso que soy así, tan duro como una piedra, tan frío como un hielo y cruel como el jodido diablo. No tuve a mis padres para que me enseñaran el significado de "amor", ni siquiera sabía si existía eso en mi vida. A la única que consideraba mi familia era a Anna.
Nunca recibí cariño por parte de alguien que no fuera ella. Y tampoco lo necesitaba.
Pero abajo de toda esa capa de sentimientos neutros, seguía siendo aquel chico miedoso el cual le asustan los truenos, que llora con películas románticas y que en el fondo de su corazón deseaba que llegue una persona que lo quiera...
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Enterarse que se mudaría a Manchester lo tenía muy distraído. Por qué ahí? Por qué lo querían alejar de su nana, de sus amigos. Si, él tenia amigos. Ellos eran hijos de amigas de su madre, pero estaba malditamente agradecido de haber conocido a esos imbéciles.
Ariel era un chico bastante carismático, se la pasaba haciendo el ridículo, literalmente, era un payaso. No podías pasar mas de 5 minutos sin pegar una carcajada. Tenía las mejores ideas para pasar el rato y siempre te hacia hacer estupideces que valían la pena. Era un gran amigo.
Cameron era todo lo contrario, era tranquilo, la mayoría de las veces callado pero siempre terminaba acompañando a Ari en sus locuras. Eran hermanos de distinta madre, eran los polos opuestos pero se llevaban de diez.
Louis era el único del grupo que se tomaba las cosas enserio...bueno casi siempre. Era el cerebro que ninguno tenía y el más cariñoso de todos.
Y por último estaba Sophie, la única chica del grupo. Ella era una chica realmente linda, con facciones de modelo pero que era una jodida bestia. Por eso se juntaba con ellos, porque era como un chico más. Siempre se sumaba a todo y era la princesita de los chicos, la consentida, era su hermanita.
Lo que los unía como grupo no solo era los años de conocerse, sino también el que se complementaran. Pase lo que pase siempre iban a estar ahí para el otro, dando consejos o abrazos. Ellos tenían su pequeña familia. Porque todos pasaban por lo mismo que Jacob. Todos tenían diferentes pero al mismo tiempo iguales historias.
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"Chica Skater"
Teen FictionEl Skate siempre fue su mayor pasatiempo. En la rampa conoció a grandes personas. Teniendo novio y a buenos amigos a su lado, se siente vacía, como que algo le falta a sus ojos para brillar. La llegada de ese ángel disfrazado de demonio hará que s...