NO ERES UN PROBLEMA - FNAFHS [EDITANDO]

V. Visitas 3

Chica vió como Freddy había tomado su traje, tan delicada y cuidadosamente, como si de algún bebé o animal pequeño se tratara.
Se sintió triunfal por al menos lograr un pequeño avance, pero todo eso cambió cuando Freddy hizo bolita el traje y lo abrazó fuertemente mientras sus sollozos eran escuchados por su visita. Y la culpa había vuelto a ella, pero ¿de qué se sentía culpable? Simple... Fue la primera en alejarse de Freddy después de lo sucedido en el evento, porque él había destruido el sueño de Chica sobre formar una banda después de todo, y frente a todo el mundo, aunque todo este enojo con Freddy desapareció cuando ella se enteró del "problema" de su... ¿amigo? ¿Realmente merece llamarse su amiga? Después de todo ella dejó su enojo cuando se enteró de que estaba en el hospital, y si no se hubiera enterado probablamente hubiera roto el traje e irradiaría un odio contra Freddy, pero toda esa rabia se convirtió en lastima, culpa y ella se sintió hipócrita.

En esos momentos Chica no sabía qué hacer, antes de que la vergüenza y negatividad consumiera por completo sus pensamientos, se acercó a Freddy y lo abrazó. Se puso detrás de él sentada en la orilla de la cama y recargó su cabeza sobre la de Freddy; no dejó que los pensamientos negativos hundieran su mente, pues estaba, con ese abrazo, protegiendo a Freddy de todo lo malo que había pasado, tanto para él como para ella era un círculo de protección, ya que Chica también necesitaba un abrazo y por alguna extraña razón sintió a Freddy la mejor persona para desahogarse o protegerse, ni ella misma sabría explicarlo, sólo sintió que alejó todos sus problemas con ese abrazo y también quería alejar los de Freddy. Ya era hora de seguir adelante, de dejar lo malo atrás y enfocarse en el futuro, en el aquí y ahora, en la persona que necesitaba ser para Freddy, para sus amigos, para ella, era hora de recuperar esa felicidad que tanto se merece después del trabajo duro que hizo, de quitarse incluso la piel por sus amigos, de hacerlos recuperar también la felicidad. Y empezaría con Freddy, dandole todo ese amor que ella tenía por él. Quería compartirle a Freddy todo lo que él le había dado desde que se conocieron; amor, amistad, felicidad, confianza, diversión, esperanza, poder, fuerza, pasión, y muchas otras cosas maravillosas. Él sin saberlo había traído todo eso a sus amigos. Ella sonrió, con lágrimas en los ojos.

[...]

Ambos se habían quedado abrazados así por un buen rato, hasta que Chica dejó de escuchar a Freddy y sintió como una fría mano tocaba la suya y la agarraba. Era un agarre suave, pero a ella le causaba dolor; le dolía sentir esa piel seca y rasposa contra la suya, que alguna vez recordaba haber sido cálida y suave.

–Aquí estoy... Todos estamos aquí para apoyarte Freddy. No vamos a abandonarte, nunca dejaríamos a uno de los nuestros –dijo devolviendo el gesto con su otra mano mientras su pulgar iba de lado a lado sobando con delicadeza la mano de Freddy, fría y lastimada.

No recibió respuesta alguna, pero sintió que el agarre se hacía más fuerte y su llanto comenzaba nuevamente, sintió como el cuerpo de Freddy se doblaba sobre la prenda y notó el cambio de velocidad en su respiración.  Chica percibió que más que sólo estar llorando, parecía que le daba las gracias. Ella simplemente se quedó tal y como estaba, solamente que esta vez recargó su cabeza sobre el hombro de Freddy y lo envolvió como si fuera su manta protectora de pesadillas.

[...]

Se quedaron así otro rato, hasta que Chica miró el pequeño reloj que tenía en su mano, notando que los diez minutos que le habían sido dados se agotaban con rapidez, lentamente fue soltando a Freddy, miró su rostro y suavemente con tristeza le dijo: –Puedes contar con nosotros, siempre. Te quiero Freddy, eres mi mejor amigo, no nos dejes... Ojalá pudiera ayudarte... Adiós –dejó un pequeño beso en la frente de Freddy y revolvió con cariño su cabello, como si fuera su madre.