Capítulo 2.

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Un fuerte sonido me levanto de mi estado de sueño. Era la alarma de un coche, seguramente habría sido una paloma apoyándose en la parte delantera del lujoso coche.

*Demonios*

maldije para mis adentros. Eran los inconvenientes de dormir en tu coche. Exacto, no tenia casa, se podía decir que no tenía nada. Lo único que tenía y que me daba para mis necesidades era el trabajo que había conseguido con Bash.

A veces podía ser un auténtico grano en el culo pero no me podía quejar, fue uno de los pocos que me brindaron ayuda cuando más lo necesite. 

Recuerdo el primer día que llegue, la primera semana fue la peor. Entraba en las tiendas y cogía un trozo de pan o un dulce con suerte. Nunca había pasado tanta hambre en mi vida pero no podía volver a aquel sitio con tantos recuerdos, no era seguro para mí. Nadie podía saber donde estaba o podría acabar detrás de unas asquerosas rejas y eso nunca.

Después de unos días Bash me encontró, estaba durmiendo en unas cajas de cartón cuando sentí que alguien me llamaba. Me dio el trabajo pero nunca le conté mi pasado, y.......nunca lo haría. Eso solo me pertenece a mi. Él accedio, yo sabía que mi vida le importaba una mierda asi que estabamos bien. Además, ¿a que traficante le importaría saber la vida de uno de sus trabajadores? exacto, a ninguno.

Hablando del Rey de Roma. Mi móvil comenzó a sonar.

-Harry, ¿como va todo?

No había visto el número pero suponia que sería Bash, siempre se aseguraba de que todo estuviera vendido y en orden.

-Todo bien, ayer termine con todo - me había costado lo mio, ya que estos días había más guardias de la cuenta en la ciudad, estaban sospechando y habían puesto más seguridad por las calles. Aún así yo conocia algunos sitios que me había dicho Bash para vender. 

-Genial, te llamaba para pedirte un favor. 

-Cuéntame.

-Prefiero hablarlo cara a cara, es importante - sonaba serio.

-¿Donde nos encontramos? - contesté frotandome las manos, en esta época hacía bastante frío. Sentía mis manos congelarse con el soplido del viento.

-Te espero en mi departamento, no tardes

-Esta bien - colgué el móvil. Me extrañaba que Bash me citará en su casa, casi nunca lo hacía. Esto me hacía suponer que no se trataba de cualquier tontería, su tono era serio. Pronto lo descubriría.

Encendí el motor del coche y conducí hacia el piso de Bash, no estaba lejos. Se encontraba en el centro y yo estaba cerca de allí. En el poco tiempo que llevaba en la ciudad había recorrido bastantes kilometros en coche. En cuestión de minutos me encontraba en su puerta, algo mojado debido a la lluvia típica de Londres.

-Hola Harry, vamos pasa.

Bash abrió la puerta y me hizo un gesto para que me sentará en el sofá. En el momento que gire mi vista hacia la habitación de la derecha divise a una morena con una larga cabellera rizada y un cuerpo espectacular.

Esta salió de la habitación dedicándome una mirada y sonriéndome, yo le devolví el gesto. Atrapó su labio en su boca, era bastante sexy, pero una zorra, como todas.

-Mi novia llegara de Newport en cualquier momento, tienes que salir pitando, ¿ de acuerdo? -  Bash se acercó a la morena y depósito un beso en sus labios para luego abrirle la puerta para que saliera del lugar. Dejandome una magnifica vista de su trasero.

-Puedo darte su número - hablo Bash con algo de diversión sentándose en el sillón de cuero de en frente.

-No gracias, estoy servido - conteste con el mismo tono, no quería a una zorra que James ya había tocado. Además siempre podía tener a Emily.

-Vayamos al grano, Harry - dijo cambiando su semblante a serio. Cogió una lata de cerveza que se encontraba en la mesa y me la dio.

-Tú me dirás - acepté la lata y di un trago refrescando mi garganta, Bash cogió otra e hizo lo mismo.

-Estoy muy ocupado organizando la fiesta y tú sabes, nosotros vamos a comprar una casa y ella ha estado mirando y toda esa otra mierda de mujeres - dijo Bash, estaba sorprendido con que tuviera novia y ahora me dice que seré su nuevo niñero, jodida mierda. 

- ¿Que hay de mis rondas? - si iba a estar siendo de niñero alguien tendría que ocupar mi lugar en las horas de trabajo.

-Ah, Jason tiene eso cubierto. Puedes perder un día. Entonces.... ¿Me cubres? - dijo Bash mirandome fijamente, sabía que en el fondo era una orden, la tenía que cumplir si quería mantener mi trabajo, aunque mis ganas fueran nulas.

-Si, te cubro, Bash. Lo que quieras - contesté dando un suspiro pensando en lo que me acaba de meter. 

-¡Tan jodidamente recto, Harry! Eres mi mano de derecha, te confió al amor de mi vida - dijo dándome una palmada en el hombro con un tono cursi mientras me levantaba. Él río ante su comentario y yo hice lo mismo.

Nos interrumpio el sonido de la puerta. Bash se giró y yo hice lo mismo. Apareció una castaña con el pelo ondulado suelto adornando su rostro. Mi mirada se puso en sus ojos azules. Transmitían seguridad y picardía, era preciosa.

- ¡Es la chica en persona! - dijo Bash acercándose a ella - ¿Estás bien Kylie? - un nombre bonito para una bonita chica, aunque la verdad, eso se le quedaba corto.

-Está es la última vez , la última vez que me voy a la maldita Wales, ¿me escuchas? - estaba bastante enfadada, no se había dado cuenta que me encontraba allí. Lo único que quería era sacarle los ojos a Bash, lo notaba.

-Esta bien, bebé,calmate - Bash intentaba calmarla y lo estaba consiguiendo. Dio un gran suspiro y dejo la maleta en el suelo - ¿Fue todo bien? - inserto un corto beso en su mejilla.

-Sí, todo dentro, lo mismo de siempre, genial - Le entrego a Bash su maleta y este saco de allí una bolsa llena de cocaína. Bash la probo y asintió.

-Hiciste bien, cariño - Kylie le sonrió y Bash hizo lo mismo.

Cogió un cigarrillo y lo encendió sentándose a mi lado del sofá, había captado toda su atención. Me miraba fijamente intentando abrirme por dentro y sacar cada uno de mis secretos escondidos. Esto resultaba algo incómodo, solo nos mirabamos sin decir nada.

-¿Seras mi conductor como en ''Driving Miss Daisy''? - Kylie rompió en silencio. Solto una sonrisa y yo hice lo mismo. Con esa sonrisa podía hipnotizarme. Pero no era estúpido.

-Sí, señora - le seguí el juego provocando una risa de su parte.

Bash me llamo, estaba en la cocina ordenando los pedidos. Kylie asintió quedandose sentada en el mismo sitio y yo me dirigí junto a Bash. Sentía la mirada de Kylie en mi espalda.

-Quiero que la lleves ahora mismo, cuídala Harry, no quiero cagarla - me confeso Bash, todavía no creía que Bash estaba en una relación seria, mucho menos que le importara. Asentí.

-Cuidaré de ella - joder, esto no era un trabajo serio, más bien parecía la niñera de la novia de mi jefe. No sé si había hecho bien aceptando esto. Sin dudas esto me traería problemas.

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Hola,  hola! ¿que les parecio? espero que les haya gustado, enserio. El capítulo está dedicado a LittleEvilDreamer <3

Os he dejado una foto de como me imagino a Bash.

Ya saben elijo al mejor comentario y le dedico el siguiente capítulo! Una pregunta, ¿que opinan de Kylie? 

Nos vemos pronto<3

RIDE |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora