Querido diario:
11 de abril del 2016
Como siquiera pude creer que todo iba a ser tan fácil, que sólo por mostrarme los golpes e insultos cesarían?.
Tal vez ignoré las miradas e insultos en los pasillos, los chistes en el almuerzo y los golpes de vuelta a casa, pero eso no significa que dejen de doler, y me es inevitable no derramar lágrimas.
Lágrimas por personas que no las merecen y dolor por quien intenta lastimarme. Pero desde hoy, prometo que ni una sola lágrima va a escapar de mis ojos por alguien que no lo valga, el miedo termina desde hoy y se como hacer mi promesa permanente.
Si yo temí de ellos, ahora ellos temerán de mi.
Alicia