III

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Sehun's POV.

1. Tratarme como ligue de una noche.

Desperté por el sonido del agua, hice una mueca de fastidio y gire el rostro buscando el reloj que colgaba junto a mi televisor. Fruncí el ceño al no verlo, pero recordé que anoche no había terminado en casa porque conseguí un cuerpo en el cual enterrarme. La regadera fue cerrada, la persona que estaba al otro lado de la puerta parecía hacer todo con mucho cuidado, probablemente no deseaba despertarme, pobre iluso yo solo deseaba que se largara. Cerré los ojos y fingí dormir para que solo tomara sus pertenencias y se fuera, así yo podría volver a mi cama.

Unos pasos ligeros se escucharon y pronto el colchón se hundió a mi lado, por el rabillo del ojo vi que el chico en cuestión llevaba la camisa que usaba ayer. Sus dedos se dedicaron a recorrer mis brazos desnudos y una de sus piernas se enredó entre las mías. Me maldije internamente, había escogido a un sentimental para follar, esto sería un poco más jodido de lo normal. Normalmente las mujeres suelen indignarse e irse cuando les dices que solo las querías por su cuerpo y no por lo que hay dentro de su cabeza, pero los hombres podían ser un poco más complicados, sobre todo si eran tan receptivos a tus carias como lo había sido este castaño, ¿ Cómo dijo que se llamaba?

Debía cortar esto de una vez, tenía planes con Suho.

Me levante sin darle siquiera una mirada y fui directo al baño, lave mi cara y me encargue de mis necesidades biológicas. Al salir tampoco lo vi, encontré mis pantalones doblados junto a mi ropa interior sobre la mesita, enarque una ceja cuánto tiempo llevaba despierto este chico. Me lo puse en el más sepulcral silencio de todos junto con mis zapatos, reloj y anillo. Di media vuelta dispuesto a irme cuando recordé que no llevaba puesta la parte de arriba. Un suspiro salió de mis labios, hola al drama.

-Mi camisa...- quise decir su nombre para no sonar tan brusco, pero me era imposible recordarlo. ¿Tan malo fue el sexo?

Él pareció sorprendido por mi tono, aunque igual me la tendió. Saque algo de dinero de la billetera, no sabía dónde vivía, sin embargo suponía que con ello le alcanzaría. Lo dejé junto a su pierna con un asentimiento de cabeza antes de colocarme la camisa y salir del cuarto.

- ¿A dónde vas?- preguntó, ladee la cabeza hacia la derecha para verlo con una expresión de incertidumbre reflejada en su bonito rostro y la manta envolviendo su desnudez. Oh aquí vamos.

- Eso no es de tu importancia, pero no te preocupes la habitación esta rentada hasta las tres de la tarde, si deseas puedes solicitar servicio a la habitación y que te traigan algo de comer. El dinero que te he dejado es para que pidas un taxi y vuelvas a casa. Adiós.-

-Pensé que te quedarías conmigo- Oh, no. Puedo escuchar la decepción en su voz, no pienso voltearme para presenciar las lágrimas que recorrerán sus mejillas, hice una nota mental recordando que la próxima vez debía liarme con una tía, eran más prácticas en esto.

-Solo ha sido cosa de una noche castaño, no te creas tan importante- sentencie antes de cerrar de un portazo, con suerte no volvería a verlo nunca más.

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Viernes. 3pm, casa de Sehun.

Cerré el libro con una felicidad plena, por fin había terminado de leer el último capítulo para "Derecho Constitucional III", y con apuntes incluidos. Mire la hora en mi reloj de muñeca y decidí que se me antojaba un jugo acompañado de algún emparedado. Envíe un mensaje a Suho para encontrarnos en la cafetería del centro.

Mientras tomaba las llaves de mi carro, la confirmación llegó. Una forma tranquila de iniciar el fin de semana, sobre todo después del altercado con el muñeco. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y la palabra ciervito apareció en mi mente, no entendía por qué, así que lo ignore.

Antinomia | Hunhan |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora