Capítulo 36.1: "Menudo cobarde soy"

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Me di cuenta del ineludible destino que me esperaba cuando vi alrededor de diez pares de zapatos de cuero justo en la puerta de mi casa. Sólo puede haber una razón para esta feria de calzado masculino y es…
“Bastardos, ¿ni siquiera avisáis al inquilino antes de invadir su casa?” Le grito a todo aquel montón de gente mientras me quito los zapatos y los uno a la pila de los que ya hay tirados. Puedo oír a esos idiotas reírse a carcajadas tras un largo silencio, lo que querían era sorprenderme.
Keng golpea a Palm en la cabeza. “¡¿No te dije yo que teníamos que meter los zapatos dentro?! GongChan no se habría dado cuenta de lo que pasaba hasta que hubiera entrado.” Keng, el agredido, lo mira con molestia.
“Idiota, ¡no te pases de listo! ¡Soy yo quien te lo ha dicho!” Entonces Keng golpea a Palm dos veces, ahora están en paz.
Increíble. Van a destrozar mi casa otra vez.
Sacudo la cabeza y me río de ellos. Calculo que hay más de diez personas aquí. Algunos están sentados alrededor de la olla caliente de Sukiyaki; Keng, Palm, Khom, Phong y Em. Y otros están jugando a la Play frente a la tele; Baro , Per y Knott. También puedo oír a Dong, Rodkeng y Ken preparando fideos picantes en la cocina. Es imposible contarlos ahora… Hay once al menos. Bueno, no superan el récord (la vez que más gente hubo aquí fue en año nuevo, 17 personas. La casa casi explota.)
“¿Y cómo sabíais que mis padres no estarían en casa?” Estoy seguro que no lo han averiguado por su cuenta. Sin embargo, pregunto por educación a pesar de saber la respuesta.
“Mi amada P’Immmmmmmmmm~”
Lo sabía. -_-“
P’Im adora a Baro. No sé si es el destino o si es un pecado de nuestras vidas pasadas que estamos pagando ahora, quizá estuvieron comprometidos, pero siempre que el nong Baro de P’Im viene de visita, aparece un montón de comida que nos está esperando. (Es más, de no ser por Baro, no sé si ni habría probado alguna vez alguna de esas cosas siquiera). Y siempre que papá y mamá no están en casa, (algunas veces salen de la ciudad para supervisar la fábrica y pasan varias noches fuera) P’Im llama a Baro para que lo sepa. Además siempre le sugiere que invite a todos para destrozarme la casa.
¡Nunca olvidaré esto, P’Immmmmmmmmmmmm!
Sacudo mi cabeza y tiro mi maletín de la escuela al suelo (el sofá está ocupado). Me doy cuenta de que algún idiota ha traído al salón la PS3 de mi cuarto mientras otro idiota se ha encargado de traer la olla caliente con el pollo. Toda la casa huele a deliciosa comida.
Bueno, ¡genial!
Aunque ya he comido, oler todo esto me está dando hambre. Me quito los calcetines y me uno al círculo que hay alrededor de la olla junto a Phong.
“¿Podemos comernos esta mierda ya? Estoy hambriento.”
“¡Tranquilo, hombre! El cerdo aún no está hecho. Baro me dijo que tenías una cita así que creí que llegarías tarde a casa.” Me responde mientras juego con la tapa, dejando que salga el humo. Al mismo tiempo, Palm voltea para darme un plato y un par de palillos. Me fijo en que también han puesto fideos instantáneos.
Qué manera de sacar el tema, chicos.
“No era una maldita cita. Sólo he ido a acompañar a Sujin.”
“Sí, eso es a lo que la gente llama ‘cita’. Pero has vuelto muy pronto, ¿es que no estabas a tono o qué?”. Pateo a Em con todas mis fuerzas. Se lo merece por decir gilipolleces. Lo señalo con mis palillos como advirtiéndole que deje de hablar, levanto la tapa para echar un vistazo al Sukiyaki aunque sé que aún no está listo.
Ahora oigo a Baro. “Sujin es muy guapa, ¿cómo puedes decir que no está buena? ¡No eres normal tío!”
Su voz me resulta muy irritante.
Miro con una mirada turbia al chico que está cerca de mí, justo frente a la tele. Iba a desenchufar el interruptor pero le veo reír a carcajadas, lo cual me cabrea aún más.
“Espera y verás. Me aseguraré de que tú te quedes con nong Carpa” Suelto entonces de repente. Baro inmediatamente deja caer el mando de sus manos.
¡Tú, maldito! ¡Prefiero que me gafes diciendo que suspenderé todas las asignaturas!” Se pone de pie para montar una escena. Qué ruidoso, hasta consigue que los demás se confundan. Dong, Rodkeng y Ken vuelven con la ensalada picante; tiene muy buena pinta.
“Espera ¿Qué? ¿Por qué quiere suspender todas las asignaturas?” Pregunta Dong mientras pone el primer plato cerca de la olla caliente.
“Tampoco hay mucho que gafar, de todas formas ya está suspendiendo, ¿no?” Continúa Rodkeng, sirviendo el segundo plato con la ensalada cerca de la olla caliente.
“Esa tal nong Carpa, es tu esposa, ¿no? La he visto” Ken termina la conversación antes de poner el último plato sobre la mesa.
Evidentemente, Baro acaba molesto y deja escapar algunos sonidos, demostrándolo y haciendo como que no nos escucha. No sé si es porque está perdiendo contra Per en una carrera de coches o porque hemos herido su orgullo. Nong Carpa, va a la escuela rival a la nuestra. No tengo ni idea de por qué, pero está enamorada de Baro. (Debe ser ciega porque yo soy mucho más guapo, obviamente.) Lleva detrás de él desde hace 3 o 4 meses y no parece que vaya a darse por vencida fácilmente. Su verdadero nombre es Nongnan pero usamos Nong Carpa como código secreto. No preguntéis por qué. No puedo decirlo, si no dejaría de ser un secreto.
Jejeje.
Hablamos de nong Carpa un poco más antes de que Per nos interrumpiese.
“A P’Baro ni siquiera le interesa nong Carpa, él prefiere a un ratón…” Todos volteamos rápidamente, y entonces me doy cuenta de la mirada furtiva que le echa a Per.
“¡¿Qué ratón, Per?! ¡Más te vale seguir hablando! El maldito de Baro siempre se ríe de los demás. ¡O me entero hoy de todos sus trapos sucios, o muero en el intento!” declara Rodkeng apasionadamente.
Baro rápidamente amenaza a Per, “Si dices algo, lo juro por Dios, Per…” En este momento, no estoy seguro de si es que a Per le da igual o sólo lo finge porque instantáneamente voltea hacia Baro y le pregunta.
“Oh, ¿no se supone que hablamos de nong Mickey Mouse?”
¡Mierda, Baro!
Nong Micky se unió a nuestro club cuando empezó el semestre. Está en 9º curso. Es muy adorable, y cuando digo adorable quiero decir condenadamente adorable. Es tan mono que incluso Film nos prohibió ponerle una mano encima. Film le confió a Baro enseñarle a Mick a tocar la trompa pero parece que algo no está del todo claro entre estos dos.
“¡Mierda, Baro! ¡¿Qué diablos le has hecho a nong Mick?!” Grito a todo pulmón, verdaderamente preocupado por el bien del menor. El sospechoso inmediatamente sacude su cabeza, obviamente intentando ocultar algo.
“¡No le he hecho nada!”
“¡A P’Baro le gusta, P’GongChan!”
Per, qué avispado estás siendo hoy, ¿no? ¡Demasiado!
Estoy pensando en dejarle faltar a las prácticas dos veces por semana como pidió, sólo por lo encantador que está siendo hoy.
Jejeje.
“Baro, ¿has drogado al niño?” le grita Ken y Baro le enseña el dedo del medio.
“Pero hablando en serio, ¿de verdad te gusta? Por lo que sé hay muchos chicos detrás de él e incluso sin ser gay hasta a mí me gusta, es demasiado adorable.” Opina Khom aunque a los segundos parece retractarse. Ya nadie le presta atención a la olla caliente, todos estamos mirando a Baro, que se encuentra de espaldas a nosotros rehusándose a mirarnos.
“¡No lo sé, tío!”
Este imbécil siempre tan ruidoso.
Per sigue sacando a la luz los secretos de Baro. “También vi a P’Baro abrazando a nong Mick. ¡Se lo voy a contar a P’Film!”
¡¿Qué?! ¡Esto es más de lo que esperaba! ¡Per, sigue hablando!
“¡Maldito Per! ¡¿Nos estabas espiando?!” Baro lentamente se descubre solo.
Per rápidamente mueve su mano y lo niega. “¡No es eso, P’! Me había dejado unas partituras allí y volví a por ellas pero al ver lo que estaba pasando las dejé. Por eso no pude tocar al día siguiente. Y P’GongChan me gritó por no saberme la canción de la banda.”
Oh, de eso me acuerdo. Le había dicho a Per que practicara mucho pero no había practicado nada. ¿Así que fue por eso?
Pero, ¡espera! ¡Eso fue hace sólo dos días!
“Per, hablemos de ti, ¿qué hay entre tú y nong Mawin? Os he visto.” Ahora que Baro está arrinconado, comienza a cambiar de tema; ahora es Per quien tiene problemas.
Hoy es el día en que toda la verdad saldrá a la luz. Allá vamos.
“¿Yo y Mawin? Sólo somos amigos.” Lo niega. Conozco muy bien a nong Mawin. Per dice que han sido amigos desde que eran pequeños. Nong Win es bueno y muy tranquilo y Per no es así. He oído que su padre tiene un buen puesto en el ejército, así que es muy estricto. Me pregunto cómo le permite a Win tener como mejor amigo a alguien como Per, jajaja.
“Nada que ver. Nong Mawin vino llorando a mí el otro día. Tuve que calmarlo. Fuiste muy cruel.”
“¡Es verdad, P’! Per es bastante malo con él. Cuando Win anda cerca siempre está diciendo que le molesta pero en cuanto desaparece vuelve a casa corriendo para arreglar las cosas con él.” Knott por fin se decide a hablar de su amigo tras un largo rato de silencio. Las oscuras orejas de Per (tiene la piel muy blanca, pero la cara no es del mismo tono, jaja) se han enrojecido mágicamente.
Decido unirme a ellos. “Espera, Per. JinYoung me dijo que te siguió corriendo hacia el convento. ¿Entonces quién te gusta de verdad?” Error. He hablado de más.
Oh, mierda, yo mismo acabo de sacar el tema.
“Sí, creo que es como tu relación con JinYoung. Come en el convento, pero el resto del día lo pasa contigo; día y noche. Por cierto, sé lo que pasó frente al edificio F.
¡Mierda! ¡Sabía que Baro se acabaría enterando! ¡¿Por qué narices tuvo que gritar?!
Ahora la atención de mis amigos se centra en saber qué pasa entre JinYoung y yo.
“Espera, espera, ¿qué pasó?” Pregunta Keng mientras golpea el suelo con el cucharón.
¡Idiota, eso va a dejar marca!
Rápidamente le quito el cucharón y le doy en la cabeza con él antes de coger unas cuantas cervezas del suelo y llevarlas a la cocina.
“Voy a meterlas en la nevera. Se van a calentar si las dejáis aquí.”
“Oye, ¿intentas huir?”
“¡Sólo voy a meterlas en la nevera, joder!” Ignoro lo que tenían que decir y me dirijo a la cocina.
Espero un poco en la cocina (hasta que se olviden del tema) mientras pongo las cervezas en la nevera y las saco sólo para volverlas a meter, una y otra vez. (¿Por qué narices estoy haciendo esto?) Entonces finjo que estoy ordenando las botellas de agua, las de cerveza y las de leche (Aunque P’Ann ya lo haya hecho). Suspiro . ¿Ya se habrán cansado de hablar de eso?
Me muevo de arriba abajo y de pronto se me ocurre una idea. Corto unas limas y preparo la sal para los chicos, me he fijado en que han traído una botella de vodka.
Hmm. No es mala idea.
Me valdrá de excusa por haber estado aquí tanto tiempo. (Jejeje) Me pongo a ello, cojo un cuchillo, una tabla para cortar y unas limas de la nevera.
Sin embargo, es la primera vez que lo hago.
¿Cómo se supone que tengo que cortar las limas? ¿Vertical u horizontal? ¿Se cortan siguiendo la línea o cruzándola? (Pero son redondos…) Esto es muy confuso.
Le doy vueltas a la lima, aturdido y cuando por fin me decido a cortar uno, me salpica.
¡Ah! ¡Me ha entrado en el ojo! ¡Mierda!
Mientras intento limpiarme los ojos con la manga, escucho algo extraño. Aparte del ruido que hacen los chicos, se oye como un coche aparcando.
¿Y ahora quién viene? Como si no hubiera bastante gente ya.
Tengo curiosidad, pero no estoy prestando atención (ya que me arden los ojos). Empiezo a darme cuenta de que no estoy consiguiendo limpiarme y de que debería ir al baño, por lo que me giro y distingo una figura borrosa de pie cerca de mí. Me pilla por sorpresa, como si acabara de ver un fantasma.
“Se te van a poner los ojos rojos si te limpias así.” Reconozco una voz familiar y la figura me está ayudando a llegar al baño. Justo cuando me empiezo a preguntar cómo hemos llegado aquí, siento agua fría en la cara.
“Tienes que calmarte, a ver, quita la mano.” La voz me dice que quite mi mano y yo sigo sus instrucciones (¿Por qué?). Me ayuda gentilmente a frotar mis ojos. La sensación molesta empieza a desaparecer por fin. Parpadeo rápidamente para enjuagar mis ojos con el agua y él delicadamente limpia las gotitas que caen con su pañuelo.
“Ni siquiera sabes cortar limas, definitivamente te morirás de hambre.”
Bastardo, no hace falta que me digas eso. No soy un ama de casa, ¿cómo quieres que sepa esas cosas?
Levanté la cabeza y miré a Jung JinYoung , que aparece frente a mí de repente.
“¿Cómo has llegado aquí?”
“He cogido un taxi.”
“Idiota. Quiero decir…” No sé cómo preguntar exactamente sin sonar rudo.
“Quieres decir que por qué estoy aquí, ¿verdad? Bueno, me puedo ir.”
Oh, vamos, sabía que le daría la vuelta al asunto.
Rasco mi cabeza mientras observo a JinYoung dando la vuelta, intentando irse. La situación avanza más rápido que mi cabeza. Lo alcanzo para detenerlo.
“¿Qué….?” Y aún tiene el valor de preguntar.
Pongo una expresión cautelosa porque siento que estoy perdiendo la batalla. “No olvides tu pañuelo.”
Jajajaja ¡Toma esa!
Al escuchar eso, vuelve a dar la vuelta con una expresión irritada y en respuesta levanto las cejas para burlarme. Entonces cambia su expresión a una gran sonrisa, haciéndose el interesante.
“Bueno, no me iré aunque me eches. Jejeje. Ya estoy aquí, así que me quedaré hasta el final.” Me dice antes de llevarme de vuelta a la cocina para ayudarme con las limas. Pero lo único que he aprendido es que este joven es todo un maestro para estas cosas y consigue cortar las limas sin ningún problema, lo cual me desconcierta.
“¿Dónde has aprendido a hacer eso?”
“Idiota, cualquiera podría hacerlo. Debería ser yo el que hiciera las preguntas. ¿Cómo es posible que no sepas cortar una maldita lima?”
Oh , otra humillación.
Me gustaría poder esconderme detrás de una sartén, de hecho, busco una mientras de fondo escucho sus risitas.
“Es broma. Es que suelo ayudar a Krystal en la cocina. Si no manejo yo los cuchillos acabaría cortándose.” Revela la verdad con una gentil sonrisa. Suele poner esa sonrisa cuando habla de nong Krystal. Ni siquiera hace falta que lo diga para saber cuánto quiere a su hermana pequeña.
Le sonrío. “Deberías compartir conmigo algunas de las cosas que cocina. Quiero probarlas.” Le digo antes de sentarme en la barra (donde suelen estar P’Ann y P’Im) con un croissant que he cogido de la cesta. Empiezo a mordisquearlo, hablar de comida me da hambre (Creo que mi sistema digestivo funciona de maravilla).
JinYoung va a por más limas con una sonrisa, parece que no hay suficientes. “Acabarías con diarrea. Siempre que como lo que cocinamos me pongo malo.”
Heh, ¿y ahora hablas mal de tu hermana?
Me río mientras meto la última pieza de croissant en mi boca. Pero supongo que es un poco grande (probablemente más de lo que esperaba) así que me cuesta masticar.
“Mírate. ¿Acaso te da miedo que te robe la comida? Come despacio. No es como si sólo quedase un croissant en todo el mundo.” JinYoung se da la vuelta y me mira, sólo para reírse de mí como siempre. Me gustaría seguirle el juego pero…
“Et-eh-te-en.” Con la boca llena no puedo meterme con él.
Sigo intentando masticar, pero me cuesta. Debo tener una pinta graciosa porque JinYoung no deja de reírse de mí mientras quita las migajas de croissant de alrededor de mis labios.
Sus afilados ojos brillan de una forma extraña.
“Esto me suena. Creo que ya he visto esta escena antes.” Me dice y el trozo sin masticar se desliza por mi garganta de golpe.
“¡Oye…! Cof Cof Cof.”
¡Que me ahogo! JinYoung corre a servirme un vaso de agua.
“¡Primero mastica y después traga! Te dije que no comieras tan rápido.” Me regaña como a un niño pequeño, pero no me importa, ahora me preocupa aclarar otra cosa.
“Oye, no hay nada entre Sujin y yo, ya lo sabes.”
“¿Eh?”
“Quiero decir… Sujin estaba comiendo, ¡y estaba haciendo un desastre! Así que simplemente la ayudé a limpiarse. No está… Quiero decir… ¡Ugh! ¡No sé cómo explicarlo!” Parece que no haga más de soltar excusas. Rasco mi cabeza muy fuerte; JinYoung comienza a reír.
“Oh, olvídalo. Lo entiendo.” Me dice mientras se ríe como si estuviera hablando con un niño pequeño. Pero no le creo.
“Oye, lo digo en serio. No seas así.” Tiro de su brazo antes de que vuelva a cortar limas. JinYoung me mira con una expresión confusa y entonces comienza a reír de nuevo.
“No me ha importado en absoluto, ¡en serio!”
Como si fuera a creerme eso.
Miro a la persona parada frente a mí riéndose.
“¿De todas formas, qué es tan gracioso?”
“Tú.”
“¿Qué pasa conmigo?” Aún no entiendo a dónde quiere llegar JinYoung, sacude su cabeza y coge más limas. Habla mientras los corta.
“Estás haciendo justo lo mismo que yo la otra noche.”
“¿Qué noche?”
“En el taxi, ¿recuerdas? Jeje.” Me dice y vuelve a reír.
Bueno, ¿no estás demasiado contento? Ten cuidado, no te vayas a cortar con el cuchillo.
Le sigo la corriente lentamente y luego dejé salir un ‘Oh’. No puedo dejar de reírme de mí mismo. JinYoung voltea y ladea sus cejas ya que sabe lo que está pasando por mi cabeza. Estoy haciendo exactamente lo mismo que JinYoung esa noche, cuando no dejaba de disculparse en el taxi.
Creo que ahora lo entiendo mejor y creo que él también me entiende mucho mejor a mí.
Para ambos es igual… No importa con quién debamos quedarnos en el mundo real, nos basta con estar juntos en este pequeño mundo que nos pertenece sólo a nosotros… Siempre que nos tengamos el uno al otro.
Sonrío antes de retroceder al recordar algo.
Casi olvido algo importante. El otro día, decidí contarle a JinYoung lo de SeoHyun, así que descargué el vídeo en el móvil pero no tuve el valor de contárselo. Casi lo olvido. Lo siento por el móvil de mi bolsillo que tiene que revivir esos recuerdos que desesperadamente deseo olvidar.
¿Cómo decirle a JinYoung algo que lo va a destrozar? Tal vez no debería contárselo… Pero no creo que pueda soportar seguir mirándole a la cara y dejando que le traten de tonto una y otra vez.
“JinYoung…” Mis labios son más rápidos que mi cabeza. Sólo de pensar que la persona que tengo ante mí está siendo engañada de esta forma me dan ganas de decir toda la verdad. JinYoung voltea a mirarme con curiosidad. Pero no puedo encontrar las palabras. Nunca me había pasado esto.
“Uh…”
“¿Ocurre algo?” Esos ojos afilados y la sonrisa que siempre me brinda sólo refuerzan mi temor. ¿Cómo puedo ser yo quien tenga que hacerle daño?
Me detengo un momento antes de decir algo “… Creo que ya hay suficientes limas. Vamos a llevárselas a los chicos antes de que empiecen a quejarse.” Al final, corto la conversación. Me deslizo de la barra y me dirijo fuera de la cocina. Dejaré que todo llegue en su momento. Y aunque sé lo que está pasando, no soy lo bastante valiente como para detenerlo.
No soy lo bastante fuerte como para acabar con la sonrisa de JinYoung.

-JinChan- LoveSick. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora