Se terminaron las vacaciones, y todo regresa a la normalidad, las escuelas abren sus puertas para reanudar las clases.
Kate llega temprano a la escuela, y en el silencio de la misma, lentamente se dirige a su salón.
No hay más que unos cuantos maestros, y algunos estudiosos que prefieren ser de los primeros en llegar a clases.
Kate se siente feliz, por fin podrá ver al chico que se roba sus suspiros, pero también tiene algo de tristeza, no es posible que ella sea tan insignificante para Axel como para que no le haya mandado un simple texto por mensajería gratuita. Ni siquiera se podía excusar de no haber tenido saldo en su celular, por favor, ¡era mensajería gratuita!
Pero entre pensamientos e ilusiones, no se percató que el salón estaba casi lleno, algunos de sus compañeros ya se encontraban estudiando, otros tantos, platicando.
Kate estaba a punto de derramar una lágrima, pero en su borrosa visión logró observar la silueta característica de Axel: espalda ancha, ni muy alto ni muy bajo, medio delgado, cabellos rizados, y lo reconoció por su forma de caminar.
El se dirigió hacia Kate sin escalas, como buscándola entre sus compañeros y trató de suavizar el momento.- Hola, Kate.
Ella subió la mirada y se encontró al chico frente a sí.
- ¡Hola Axel!
- Perdón por no cumplir con lo del mensaje, estuve muy ocupado, y no pude enviártelo.
- Me dí cuenta que no pudiste, y yo que estuve esperando ese mensaje durante todas las vacaciones...
- Lo siento, pero mejor te doy mi número, creo que a ti no se te olvidará.
Le entregó a Kate un trozo de papel algo pequeño, con su número de celular escrito a lápiz.El rostro de la chica se iluminó como si de magia se tratara, y no pudo evitar sonreír al recibir el papel, al dirigir su mirada nuevamente a los ojos de Axel, se dió cuenta que se había sonrojado un poco. El chico tan sólo se limitó a sonreír de vuelta a Kate, y darle una palmada en el hombro, a modo de bienvenida a clases.
- Gracias Axel, mmm...te enviaré mensaje cuando llegue a casa, después de la escuela, ¿vale?
- De acuerdo, te veo al rato, ¿jugarás con nosotros en el receso?
- Tal vez, si no tengo nada más que hacer, los veré en la cancha.
- Ahí nos vemos.
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Amor no correspondido
RomanceElla lo ama, él ignora sus sentimientos, ella sigue luchando, él trata de evadirla. Historia con dolor, realismo y mucho amor.