Un amor tricolor y estrellado

No todo es color rosa

Cinco de la mañana, te preparas mentalmente para levantarte y salir a luchar. Luego de arreglarse, te dispones a ir a la cocina, a mirar la triste realidad, la nevera vacía, por tu mente pasa tantas cosas que no tomas un pensamiento principal, desde el co$%& de la madre hasta el Dios mio cuando va a cambiar esto, no te queda de otra que agarrar un vaso llenarlo de agua tomártelo y engañar al cuerpo, pero si te dispones a revisar bien encuentras un poco de café, y un pan que tienes que compartir con el resto de tu familia. Sales pides la bendición a tus padres, te despide, te persigna y vas rumbo agarrar camioneta, o a guindarte a una de ellas, no, no es chiste, los choferes y colectores creen que su transporte publico que según ellos esta en excelente estado, tiene la capacidad de llevar a 300 personas, bueno como sea te acomoda a las necesidad de todos que es llegar a su sitio de estudio o de trabajo.
Como hay mucho espacio, de repente oyes una coloquial voz que te dice o mas bien te grita: ¡Mami dale para el pasillo que todavía hay espacio, colaborame ahí pol favol!, y  bueno uno colabora porque por lo menos dijo por favor, mal pronunciado, pero lo dijo.
En ese recorrido hacia tu destino puedes ver diferentes rostros bajarse y subirse y decir esto: "UNA VENEZUELA ACTIVA QUE ME REGALE LOS BUENOS DÍAS, yo  no vengo a caerles a muela ni nada por el estilo, yo solo necesito su colaboración con lo que ustedes me puedan colaborar yo sabré agradecer" y luego de ese saludo tan especial que hace que tu mente se expanda, y tus nervios colapsen, siguen con los siguientes motivos: Me Mataron un Convive, Tengo 4 niños y me están pidiendo comida, Acabo de salir del Penal y no cuento con un trabajo, Le acaban de diagnosticar a x familiar Cáncer, Leucemia, Me dieron un tiro y me despidieron del trabajo, Comprame estos caramelos y lo mas innovador es cuando unas personas que son sordomudas te entregan un papel y cuando lo lees y te detienes al final ves que dice detalladamente que la colaboración tiene que ser de 20bfs, 50bfs, 100bfs y piensas-Vaya con monto y todo. A todos apoyas y le brindas colaboración y cuando te das cuenta no te has bajado de la camioneta y ya has gastado 200bfs más el pasaje.
Por fin llegas al sitio donde todos se disponen a bajar, y ves tantas caras, tantas miradas, y te preguntas que pensaran, porque tanta preocupación, porque tanta tristeza en sus expresiones, y recapitula y observas que todos están allí como tu, cansados pero luchando, con la mente llena de preguntas, y mortificaciones, con el alma herida desangrando las esperanzas y con el padre nuestro y el credo en la boca, porque entre tanta desunión, hay algo que todos tenemos en común, que es culminar con nuestros deberes y llegar con vida a nuestras casas.
En Venezuela hay muchos cuentos de camino, muchas leyendas, que si la Sayona, El Silbón, La llorona, pero últimamente estos espantos no han asustado tanto como el sentir una moto pasarte por un lado, o el típico muchacho con la cara agachada la gorra que le tapa la mirada, y con ese tumbaito al caminar, que ha mas de uno espanta, cuando te pasan cerca, te preguntas: ¡Dios Mío que le doy, sino tengo nada que me puedan robar!...
Pero bueno, no todos son así, todavía existen personas que van con bolsos, carteras, llenas de sueños, unos buscando trabajo, otros que le den buenas respuestas de la universidad, y otros con el ¡Ojala me paguen hoy!, y así vamos viviendo de ilusiones y de esperanzas que se desgastan, deseando todos los días que esta situación mejore y que todo prospere. 
Como sea buscas motivos para reír, y para mirar la  luz del sol y así vas llevando el día hasta que por fin debes regresar a tu casa, a tu hogar.
De regreso, en el camino ves, todavía las interminables colas por algo de comida y por mas que pagues por adquirirlas no solo se te va el dinero sino también la dignidad. Se ven madres con sus hijos cansados y llorando, ellas gritandole como si así solucionan algo, Ancianos con sus sombrillas y uno que otro con un banquito, todos bajo el abominable sol, con sus caras de depresión, mientras ves mas allá a los que ya han comprado, y salen emocionados con una bolsa que lleva un kilo de arroz una crema dental y una harina pan, ese es el gran premio después de casi 24 horas de cola. Como sea te aguantas las ganas de llorar y te esfuerzas por poner tu mirada hacia otro lado.
Por fin llegas a tu casa, se te alegra la vida, al saber que al abrir la puerta esta tu mama, tu papa, tus hermanos, y el resto de tu familia, para decirte:-Que tal, Como te fue?... y tu con ese rayito de Fe, respondes:-Bien, Gracias a Dios...