Capítulo 1

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                1. ¡Aquí vamos!

¡Levántate! ¡Levántate! - abro mis ojos espantada.

No le presto atención a saber de quien se trataba, de Lú.
Ya es de costumbre, así siempre me levanta mi mejor amiga  Lutzy o como yo le llamo "la loca Lú".
             
Lutzy es una chica de 19 años, es linda, alta y con su cabello corto rubio.
La conocí cuando iba camino a mi primer día de secundaria. Mi mamá estaba en el trabajo así que tuve que ir sola. Tenía puesto mis auriculares mientras daba  saltitos en dirección a la estación del bus escolar.
Cuando llegué me sentía muy cansada sacando un auricular de mi oído me senté en el paradero. A mi lado había una chica blanca, blanca como la leche que tomaba para el desayuno. Me acerqué a ella lentamente, le pregunté su nombre y le hice mil y una preguntas más.
Ella fue amigable y paciente, me respondía cada una de mis preguntas, ella también me hacía preguntas y escuchaba mis respuestas atenta.
Nos íbamos en el mismo bus y siempre nos sentabamos juntas solo nos separabamos para entrar a nuestros cursos.
Ella era tres años mayor que yo.
Todo los días la encontraba en la estación y hacíamos lo mismo. Sabía mucho de mí, como yo de ella.
Se volvió en mi mejor amiga en tan poco tiempo. Tampoco es que tenía muchas amigas, a decir verdad ella era la única.

Ella estudia Universidad, y yo estoy por terminar la secundaria.
Después de la muerte de mi madre, tuve que vivir con mi tía.
No la soportaba, Lutzy sabía de aquello y se ofreció a que me quedara a vivir en su departamento. Acepté.
Hace ya dos años vivo con ella.
Realmente amo a esa mujer,
siempre a estado para mí.
Hace poco comenzó a estudiar en la Universidad de la ciudad, pero ella no trabaja. Sólo se mantiene con el dinero que les manda sus padres desde el extranjero, corrección nos mantenemos.

                        ........
Lunes por la mañana parece que hoy va a ser un día muy tranquilo.
Como nunca esperé este lunes con ansia.

--¡Siiiii! -chillo dando saltitos y aplausos como una pequeña a quien le regalan su muñeca preferida.

--Cálmate -dice Lú haciendome sentar de golpe en la cama-. tienes que esperar a ver que te dicen.

Estoy nerviosa, hace unas semanas estaba en busca de trabajo, pero a ninguno me querían contratar por ser menor de edad.
Es un lío ser menor de edad.

Realmente necesito conseguir este trabajo.
Todo lo que haré es comportarme como una joven adulta y responsable; pero no puedo, soy lo más irresponsable que pueda existir en el planeta.

--Aún no sé porqué buscas trabajo- pregunta mientras se mira al espejo- estoy muy guapa, ¿verdad?

Ya había de esperar su egocentrismo, es verdad es muy guapa, muchísimo; pero era algo bueno, esta era la oportunidad de no decirle los motivos de mi búsquedad. Aún no se lo puedo decir, sé que se molestará.

--No, tienes acné, que asco- bromeo. Hace una mueca y se comienza a carcajear escandalosamente.

Su risa retumba en el cuarto. Sin exagerar.
Necesito pararla o se caerán las paredes.

--Para, ya- alcé la voz.

Era en vano ella seguía más y más fuerte. Ahora se reía de la nada. Está loca.

--Para Lutzy- esta vez si paró pero su rostro expresaba pánico, como si hubiera visto a un fantasma a mi lado-.

-- Qué ocurre- interrogo ya con miedo.

--Llegarás tarde- especta señalando con su dedo el reloj-. Corre, corre.

Es verdad.
Eran las seis y media de la mañana. Y mi entrevista es a las ocho.
Debo apresurme porque soy lenta. Literal.
Soy lenta haciendo todo.

Necesitaba ese trabajo y no lo iba a perder por mi impuntualidad.
No, no, no, me repetía.
Tomé lo más formal que encontré en mi closet. Aunque todo era jeans y camisas de tallas grandes. No tenía algo formal.

¿Y ahora qué hago?
Espera piensa, piensa.
No puedo ir a comprar vestidos ahora. Pero.

-- Me prestas unos de tus vestidos mata pasiones que usas- pregunto a Lú.
Me miró fijamente entrecerrando los ojos- asintió.

-- Gracias chica- le tiré un beso-.  ¿A quién quieres impresionar? - cuestiona divertida.

-- A nadie idiota - una pequeña carcajada seca salió de su boca.

¿Y si aparece?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora