Capítulo 1

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Cuando nos pusieron frente a la investigación de Raxon hace ya seis meses lo que sentí fue alegría, una gran motivación, pues esa iba a ser la primera vez en la que me encargaban un proyecto de semejantes dimensiones. Me pareció de lo más oportuno y conveniente que nos encargasen a ambas que dirigiésemos la investigación de principio a fin; siempre me había llevado bien con Irene y, a mi parecer, las veces en las que habíamos trabajado juntas habíamos formado un muy buen equipo.


- Vamos a trabajar duro y a llevar esta investigación a lo más alto, solo tenemos que confiar en que podemos y vamos a hacerlo -. Escucharla hablar de esa manera hacía que me subiera aun más la moral, un bonito impulso que no venía mal de vez en cuando.


Durante los primeros dos meses hicimos avances muy rápidos, consiguiendo unos cultivos de lo más prometedores y formando grandes expectativas al respecto. Al parecer los jefes estaban contentos con nuestro rápido progreso pero eso no ayudó a que los permisos sanitarios necesarios llegasen con rapidez, al contrario, debido a eso los informes y las pruebas pedidas por el ministerio eran mucho mayores, como si quisieran retrasarnos por alguna razón que no llegaba a imaginar. Esperando los permisos pasaron otros dos meses, dos meses de frustración diaria y desesperación continua.


Tuvimos algo de suerte y nos permitieron participar en otras investigaciones mientras tantos, pero por supuesto no era lo mismo, en todas ellas sólo éramos unas más dentro de los grandes equipos que trabajaban en los diferentes proyectos; con Raxon éramos las líderes.


- No debes agobiarte de esa manera, al final la espera merecerá la pena, ya verás como tampoco tardan mucho más -. Siempre me forzaba a creer lo que me decía, pero en ocasiones resultaba bastante más duro de lo que podía parecer.


- Me temo que ya solo siento agobio, no hay vuelta atrás -. Su risa se volvió habitual, pero me molestaba igualmente día tras día.


Cuando finalmente nos dieron el visto bueno y pudimos continuar me volvieron las fuerzas, las esperanzas, y todo de golpe; demasiado oportuno, quizá. Notaba también cierto entusiasmo por parte de Irene, aunque ella era muchísimo menos expresiva de lo que yo lo era.


Inmediatamente retomamos las investigaciones, comenzando las pruebas del medicamento con los típicos ratoncillos blancos que, como bien han inmortalizado siempre en las series televisivas y en las películas, usábamos normalmente para los estudios iniciales.


Todo pareció ir bien desde el primer momento, dando resultados muy positivos que nos sorprendieron a todos y nos alentaron a continuar a buen ritmo, como habíamos hecho hasta entonces. Incluso el presidente de la compañía nos felicitó por el buen ritmo de la investigación, un gran mérito teniendo en cuenta que prácticamente parecía un fantasma, que casi no se dejaba ver, encerrado en su despacho de la planta más alta.


- Es un poco extraño que se moleste en venir a felicitarnos y a estrecharnos la mano cuando nada es concluyente todavía -. Todo lo que decía Irene sobre aquel hombre y relacionado con nuestros superiores era bastante cierto pero yo prefería quitarle importancia y tomarlo como una buena señal, al fin y al cabo nunca viene mal que se reconozca el trabajo de alguien cuando ha puesto todo el corazón en ello.


Siguieron pasando las semanas hasta que dejamos atrás otro mes más. Casi podíamos tocar el éxito absoluto con la punta de los dedos, una sensación reconfortante y buena donde las haya. Cinco meses parecían tanto un mundo como un grano de arena, todo dependiendo de cómo se viera; en el caso de la ciencia cinco meses no eran prácticamente nada.

Pharmac [WenRene | Red Velvet] MFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora