Cuenta la leyenda, que en Chodos, habitaban un Fénix y un dragón, y que cada cierto tiempo, los habitantes de este célebre municipio debían darles algo de alimento, que solían ser cabras, o vejetes que no tardarían en reunirse con Yisus.
Así pues, desde que los pueblerinos recordaban, vivían con miedo, evitando salir de sus casas y tapiendo las ventanas.
Un día, decidieron que ya basta, e idearon un plan para matar a los tiranos que los atormentaban. Como eran de Chodos y no les llegaba muy bien el riego al cerebro, mandaron un fiambre montado a caballo, como el Mío Cid, pero hasta que el dragón no asó al caballo y a su vivaz jinete, la buena gente de Chodos no se dio cuenta de que su plan cojeaba.
Así que después de pensar durante semanas, casualmente, encontraron el anuncio del Caballero a Domicilio Salmorejo, que viajaba de pueblo en pueblo matando criaturas o exortizando niños, depende del día (era pluriempleado).
Entre todos pusieron una cantidad de dinero y le contrataron, Salmorejo accedió encantado.
El día había llegado, los pueblerinos temían que Salmorejo muriese, así que rezaron muy fuerte a Yisus para que mágicamente le ayudara.
El noble caballero con nombre de sopa fue hacia donde se encontraban tales criaturas para darles muerte, y cuando llegó, quedó asombrado por lo inmensas que eran, pero esto no mermó su valor; raudo y veloz cual naruto en sus años más mozos, acabó con ellos de dos certeros golpes.
El pueblo gritaba de alegría, los niños reían y saltaban y Salmorejo sonreía satisfecho.
Al final, para celebrarlo, invitaron a Salmorejo a una paellita de fénix y dragón -muy buena por cierto-. Pero esto me lo ha dicho un amigo.
FIN

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Salmorejo el Caballero a Domicilio
PertualanganPues como dice el título, va de un caballero que es a sueldo en plan sicario pero no es un sicario. La obra es una copiada de la leyenda de Sant Jordi porque esto era una redacción para castellano.