Par de ojos.
Es demasiado estresante el simplemente saber que aquella muralla inquebrantable que he creado a lo largo de tanto tiempo, y que con cada segundo, minuto, hora, día, semana, mes y mucho más se ha ido reforzando 10 capas mas gruesa de lo que ya es, y con un milisegundo que aquel par de ojos color miel se toparon con los mios, mi muralla se quebranto en miles de diminutos pedazos y aquellos ojos que lograron romper mi fuerte barrera fueron el primer par de ojos que vieron mi corazón y mi alma tal y como es, sin hacer el esfuerzo alguno de intentar verla, y de alguna manera casi imposible lo hicieron demasiado fácil.
Aquel par de ojos fueron los primeros en ver ese corazón destrozado y con miles de intentos de reconstrucción fallida por parte mía, y por primera vez, lo que yo no pude hacer en demasiado tiempo aquel par de ojos lo hicieron sin chistar.
Aquel único par de ojos color miel, en los que había algo especial, reconstruyó cada pedazo de mi corazón, el cual se había encontrado destrozado por mucho tiempo, se encontró completo de nuevo, como si fuera la primera vez. Aquel par de ojos color miel me reconstruyó perfectamente, como un rompecabezas, con cada pieza un su lugar, aquel par de ojos color miel fue lo único que necesite para ser yo misma y volver a confiar en aquel par de ojos color miel. Como la primera vez que los vi.
Como la primera vez que me vieron.
Como la primera vez que me reconstruyeron.
Como la primera vez que me rompieron.