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─Se nota que estas incomodo.─ Dijo Hope rompiendo el silencio que había entre ambos jóvenes.

Habían dejado a los niños cerca de su casa, y por lo que Scott le había dicho tenían que ir a la entrada de la reserva para continuar con la búsqueda.

─Bueno, no te conozco.─ Contestó el chico con tranquilidad a la vez que volvía la mirada en su dirección para poder observarla mejor.

─Entiendo que no confíes en mí.─Concluyó la joven loba con la misma calma que mostraba el muchacho. Sabía que no podía esperar nada de él, había aparecido de la nada, y aunque prácticamente le había rogado acompañarle y que le brindase un boto de confianza, sabía que le estaba pidiendo demasiado.

─No he dicho eso, simplemente...─Scott no pudo concluir la frase que estaba formulando a causa de una repentina interrupción, lo que provocó que sus palabras no llegasen a salir de su boca y se quedasen en el aire.

─Hay que darse prisa, tenemos que capturarlos.─La voz le era realmente conocida, y el simple hecho de escucharla hizo que su mente viajase de inmediato a recuerdos de cuando era muy pequeña, y cuando el chico apareció delante de ellos Hope pensó que podría perder el equilibrio en cualquier momento. La sorpresa había sido tal, que no pudo si quiera contener las lágrimas.

─Hope, ¿estás bien?─Scott contempló extrañado la reacción de la joven, sin saber muy bien porque estaba llorando.

Y por un pequeño instante, el mundo comenzó a girar de nuevo, y toda aquella esperanza que había perdido minutos atrás y mantenido por tantos años, volvió a ella de golpe al volver a contemplar su rostro. Estaba más mayor de la última vez que le vio, pero aun así, le había reconocido al instante.

─Estás vivo...─ Hope consiguió articular entre sollozos las palabras mientras contemplaba aun sus ojos azul verdoso. En cambio, la cara de Derek era seria, y sin expresión alguna de sorpresa.

El chico mantuvo los ojos puestos en ella sin decir ni una palabra, permanecía serio y callado. ¿Cómo podía simplemente no decir nada? ¿Cómo podía seguir allí quieto mientras la observaba de aquella manera? La tristeza que había sentido hace unos segundos, se convirtió en enfado ante su expresión.

─¿Os conocéis?─ Scott estaba asombrado y confundido ante la idea de que la joven loba conociese a Derek.

─¿Acabo de volver a saber que estás vivo, y no eres capaz de decir nada?- Hope estaba cabreada, y a la vez tan defraudada por la reacción de muchacho que lo poco que salía de su garganta eran palabras de enfado.

─Ahora no.─ Finalizó y comenzó a caminar, y Hope pensó que estaba restándole importancia, o que simplemente la estaba ignorando.

Scott observó con cierta preocupación a la joven, y tras varios segundos, Hope le devolvió la mirada al chico a la vez que le sonreía levemente, dando a entender que estaba bien, aunque realmente no lo estuviese. Se frotó los ojos para limpiarse las lagrimas y volvió a centrarse en el rostro del joven que tenía enfrente.

─¿Vienes?─ Preguntó el muchacho haciendo un gesto con la cabeza a la vez que comenzaba a andar en dirección a Derek.

La joven loba asintió ante la pregunta de el muchacho y se puso a su altura. Empezó a pensar porque, tras haberse encontrado cara a cara con el joven con el que convivió toda su infancia y al que creía muerto, no decidió dar por finalizado el día y marcharse a casa a descansar, pero entonces, después de darle muchas vueltas en la cabeza, sus ojos fueron a parar directamente en Scott, y recordó la sensación que tuvo varios minutos atrás. 

Hacía mucho tiempo que no notaba algo así en su interior, y tras pensarlo detenidamente, se acordó de los sentimientos que tenía al estar frente a Talia Hale. La fuerza, la sabiduría, la gentileza, la amabilidad, el coraje, el amor por su manada, todo aquello que definía a un verdadero alfa, y todas aquellas características, sin saber porque, las estaba viendo reflejadas en Scott McCall. 

Comenzaron a caminar siguiendo los pasos de Derek, y Hope agradeció interiormente que al joven lobo, que no dijese nada de lo que acababa de suceder, y tras unos minutos después, los tres empezaron a correr en busca del hombre lobo que había escuchado antes.

Continuaron corriendo hasta que visualizaron una huella en el suelo.

─¿Son ellos?─ Preguntó Scott agachado, mientras observaba a Derek y al mismo tiempo la pisada.

─No somos los únicos que hemos decidido permanecer juntos.─ Respondió el chico contemplando a su alrededor. Hope, mientras tanto, permanecía junto al joven de ojos marrones sin decir nada al respecto.

Entonces Scott hizo la pregunta clave, ¿iba a ser más o menos difícil atraparlos así? Y en ese caso, ¿a quiénes? La joven loba tenía demasiadas incógnitas por resolver, y ninguno de los dos muchachos estaba poniendo de su parte para que la ecuación que estaba calculando mentalmente en su cabeza, fuese resuelta.

─He visto a Boyd querer hacer pedazos a dos niños.─Pronunció con cierta amargura, y de inmediato, la cara de Derek pareció tomar expresión, y aunque no era de sorpresa, tampoco era del todo una de espanto, parecía arrepentido y triste.─ ¿Van a hacerlo con todos los que se encuentren?

─Con quien sea.─ Y en ese preciso momento, el más mayor de los tres, con el enfado en aumento, volvió a ponerse en marcha mientras Scott y Hope le observaban con curiosidad y duda.

Todo estaba pasando demasiado rápido, estaba en la antigua residencia de los Hale y al instante estaba en busca de un hombre lobo sin control alguno de sí mismo, y mientras tanto, recibiendo llamadas de su madre que obviamente estaba ignorando una tras otra.

Contempló con decisión al joven lobo, y tras pensarlo detenidamente y esperar a que el muchacho asintiese, ambos comenzaron de nuevo a seguir el recorrido de Derek sin poner ninguna pega.

Agudizó sus sentidos en cuanto sintió peligro, y no muy lejos de ellos escucho gritos provenientes de una chica y después, varios rugidos. Aceleró la carrera para ponerse a la altura de Scott y Derek, y nada más llegar a un pequeño claro del bosque donde había una tienda de campaña junto con la chica que gritaba, pudieron observar como otro chico peleaba contra uno de los lobos que iban a cazar.

Scott saltó por encima del nuevo integrante en el grupo, y con precisión, le dio una patada con ambas piernas en el costado que hizo que se cayese al suelo al perder el equilibrio, entonces nada más levantarse volvió a rugir, y Hope pudo contemplar bajo la luz de la luna llena quien era la persona a la que estaban cazando.

─¿Cora?─ Pronunció con asombro mientras mantenía cierta distancia de seguridad respecto a la pelea, estaba demasiado asombrada como para poder mantener la concentración en la trifulca o si quiera en su transformación. No obtuvo respuesta de ninguno de los presentes, pero tampoco la esperaba, estaba muy segura de que era ella de verdad.

El joven desconocido con bufanda se levantó del suelo, y tras escuchar el potente rugido que produjo la garganta de Derek, ambos comenzaron a perseguir a Cora que intentaba huir en otra dirección. Mientras tanto, Scott y Hope se quedaron unos instantes comprobando si la dueña de la tienda de campaña se encontraba bien, para después volver a correr.





Hope. |D.H|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora