1.-¡Esto es chisme!

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¿Él? Quién se pone el nombre de "él". Y aún más importante, ¿quién le dejo el periódico escolar? Y lo de importancia máxima, ¿de dónde sacó la foto?
Lo admito, mi mejor amigo es TobiSmul. Pero nadie se debía enterar. La vez que se lo dije a April, reaccionó peor que cuando come dulces, aparte, le hice prometer que jamás mencionaría mi relación de amistad con TobiSmul.

Mis manos empezaban a temblar. Oh-oh. Aun que fui a un psicólogo y me controlo con pastillas, si me y tiemblan las manos, mi ira se descontrola.

Exacto, las imperfecciones nos hacen nosotros. Yo tengo problemas de ira. Digo yo, si las personas fueran todas perfectas, ¿qué sentido tendría la vida? Sin torpeza, no hay humor, y anda que yo lo se. Se me puede considerar, chica torpe. Pues lo que mas he hecho en mi corta vida es tropezarse, caerme, romperme algo, y tener raspones en cada parte posible.

Escuchaba que me hablaban a lo lejos, pero mi vista caía en la imagen puesta. Él junto a mi comiendo helado. Él y yo. Pero algo no va bien en la foto. Un reflejo se ve a través del cristal. Un reflejo borroso, pero se logra distinguir un pelo castaño. Un castaño junto a una cámara fotográfica. ¡Él es él! ¿Lo pillan? Él es él.

Vale, no lo vean raro, intento controlarme con uno de mis grandes chistes. Descubrí que era una gran forma para poder dejar mis ataques de ira.

Mis pensamientos y fueron cruelmente interrumpidos al sentir un ardor en mi mejilla izquierda haciendo que mi cabeza gire ligeramente hacia la derecha. Me quedo quieta unos segundo y vuelvo a girar la cabeza lentamente hasta dar con la persona la cual me habría dejado una marca de su mano en mi mejilla. Fulmine con la mirada a la pelirroja, la cual sonrió angelicalmente. Y cuando mi el ataque se había ido, nuevamente regresaba con ganas de matar a April. ¿Se le podría llamar instinto homicida?

La pelirroja me observo. 一¡Maia! Inhala exhala, inhala, exhala. 一 Elevé una ceja por sus palabras.

一Ni que tuviera problemas de auto-control, April. Ya se controlarme perfectamente, aun que aun no se si mis ganas de ahogarte lentamente se puedan controlar. 一La vi tragar saliva haciendo que suelte una carcajada.

一Ahora, ¿me puedes decir que es él? 一Ella solo se tensó. Conocía perfectamente a April Cero Dulces para saber que me ocultaba algo. La observé causando nerviosismo en ella.

一Muy bien, no es el periódico escolar, es un periódico mas abierto. Puede estar en el quisco de la esquina también, pero allí no hay nada. 一

Suspiré y me dirigí con rapidez al despacho del director. Entré encontrándose con la secretaria anciana que siempre estaba allí. Era algo agria con las personas, según ella, odiaba absolutamente las hormonas que transmitían los adolescentes. Aun que si hablabas con ella seguido, y le demostrabas que no eras una loca hormonal preocupada de su relación social, podía ser incluso tu mejor amiga.

La saludé con una simple sonrisa y entré al despacho. Escuchaba las quejas de Annie, la secretaria, pero las ignore. Dentro se encontraba papá junto para un joven castaño que me resultaba familiar.

一Señorita Black, es de mala educación. 一Su cara demostraba enfado, aun que se fue poniendo nervioso al ver la mía. Dejé el periódico en su mesa con mi peor cara.

一¿¡Qué es esto!? ¡No puede estar aquí! Yo no lo escribí y tampoco es del colegio. ¡Pido la máxima información sobre este tema! 一Hablé con mi mayor tono.

一De eso hablaba con el señorito Collin. Este periódico no es propiedad del colegio, y no puede venderlo por aquí, ni repartirlo. 一Fruncí el ceño y lo observe bien. Su cabello castaño con ese corte inolvidable para mi. Él era él.

一Disculpe director, pero tengo una licencia como practica en periodismo, y donde trabajo, tiene la licencia para poder repartir esto en esta escuela. 一Habló con tono arrogante. Mis manos nuevamente empezaron a temblar.

Muy bien Maia, piensa en algún chiste...

''¿Por qué una naranja no podía tener cuernos? Porque si no se llamaría Toronja.''

Ahora que lo pienso, se me da muy bien esto. Debería ser humorista. Suspiré más relajada al sentir como mis manos se detenían. Miré a papá, que se veía molesto.

一Muy bien joven Collins, puede retirarse. 一 Dicho eso él salió de el despacho con una sonrisa triunfal. Cogí el periódico y lo lancé contraseña una pared. Al cuerno el auto-control.

一¿¡Por qué tiene una licencia!? 一 Mi padre se tensó. 一¿Sabes qué? Ni me lo digas. Ahora no. 一 Salí del lugar dando un portazo. Oí como llamaban mi nombre, pero lo ignore y mi vista estaba fijada en un punto. Él.

Su sonrisa triunfal me ponía mas furiosa. Estaba rodeado de un pequeño grupo de hormonas andantes, al parecer, ya había conseguido admiradoras.

Una joven de unos quince años se me acerco. La conocía, era la típica diva de su clase. Una castaña con los ojos verdes.
一¿Maia? ¿Es cierto? ¿Conoces a TobiSmul? 一Ignoré olímpicamente su voz chillona y me abrí a paso entre las hormonales. Cogí del brazo a "Collins" y lo saqué de allí sin hacer el menor caso a sus quejas.

一¿¡Cómo te atreves!? 一Le grité cuando nos habíamos alejado de cualquier ser humano.

一Mira a quien tenemos aquí, si es la conocida Maia Black, ¿o debería decir Maia Johnson? 一Mis músculos se tensaron y nuevamente mis manos empezaron a temblar.

Muy bien, otro chiste.

''Si un abogado se vuelve loco, ¿pierde el juicio?"

No funciona. La otra opción. Preguntar.

''Si ahogas a un pitufo, ¿de qué color se pondrá?"

Nada.

"Una cuchara iba por la calle y un cuchillo el grita -¡ey cuchara!- Y la cuchara no responde. El cuchillo se queda pensando y dice: Parece que no es-cuchara"

¿Lo pillan?

Obviamente iré al club de la comedia.

Sonreí al notar mis manos tranquilas.
一No te atreverías a contarlo. 一Dije tensa.

一Pruebame. 一Las ganas de estropear sus sonrisa estaban presentes.

一No te conozco y ya eres mi peor pesadilla "Collins".

一Yo si que te conozco Black, creeme que te conozco. Y esto es guerra. 一Su repuesta me sorprendió. ¿Él me conocía? Ahora fui yo la de la sonrisa arrogante.

一No, esto No es guerra. 一Su sonrisa desapareció con mis palabras. 一¡Esto es chisme! 一

Nuestras miradas se juntaron en una fulminación, que fue interrumpida por el timbre.

Primer día, ¡tarde!

........................

¡Esto es chisme!

¿Les esta gustando?

¿Sinceramente? Mis chistes son así. Lo sé, I know, tengo que ir al club de la comedia por esto.

Se despide Srta. Ivy con este nuevo capítulo. ¡Gracias por leer!

¡Esto es chisme!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora