Enamorado de mi hermanastro T2

Mini especial 3 - ¿y si hacemos un muñeco?

Llego el mes de diciembre lo que en otras palabras quería decir nieve, nieve y más nieve, al estar viviendo en el campo ambos se dieron cuenta que las nevadas eran más fuerte pues ya tenían una gran capa de nieve cubriendo todo al otro lado de sus ventanas, sin embargo, el paisaje del campo cubierto de nieve lucia hermoso desde el interior de su cálido hogar

- ¿Dylan es posible morir por culpa de la nieve? –pregunto Kyle un tanto asustado pues había pasado algunos días viendo películas donde la gente moría en la nieve

-bueno, si es posible morirse, pero si se tiene el debido cuidado no pasara nada –respondió Dylan tranquilamente, su casa era tan cálida que ninguno usaba chamara incluso podían andar en manga corta sin problemas pues la chimenea mantenía toda la casa caliente

- ¿entonces la nieve es mala o buena? –volvió a cuestionar Kyle

Dylan pensó un poco la respuesta –no es mala, lo único que hay de malo en este planeta somos los humanos –

Kyle se confundió un poco por la respuesta – pero eso te haría malo y no lo eres –

La inocencia de Kyle con ciertos temas siempre enternecían a Dylan pues le resultaba algo tierno y gracioso, ambos dejaron el tema un rato hasta que Kyle vio una escena de una película en la televisión que le llamo la atención

- ¿Dylan podemos hacer muñecos de nieve? –pregunto emocionado señalando la escena de la televisión

Dylan miro hacia la ventana, había pasado mucho desde la última vez que había hecho uno, realmente cuando era un niño era divertido, pero cuando creció un poco le resultaba algo infantil sin embargo Kyle parecía muy contento con la idea –está bien –

Antes de salir ambos se abrigaron bien pues la temperatura sería muy diferente y si no tenían cuidado podrían enfermarse sobretodo Kyle que cuando llegaba a sentir un cambio brusco en la temperatura siempre terminaba resfriado

Una vez afuera Kyle comenzó a fabricar muñecos de nieve como si fuera una maquina mientras era observado por Dylan quien pensaba si podría ser divertido tener una guerra de bolas de nieve, pero por la salud de Kyle se abstenía de sacar a relucir su idea

- ¿Dylan y si hacemos un muñeco? –pregunto Kyle un poco tímido pues pensaba que quizás Dylan no viera el jugar con la nieve divertido

Dylan había decidido hacer feliz a Kyle desde que había decido acercarse a él como un hermano, así que no habría problemas si se volvía un poco infantil –sí, claro –

Ambos comenzaron a hacer bolas gigantes de nieve usando toda la nieve que ya se había acumulado logrando hacer un muñeco de 2 metros al cual le pusieron cara, para el sombrero usaron una cubeta, le pusieron un moño pues no pudieron hallar algo que sirviera de bufanda y unos botones con un carbón que se robaron de la chimenea –bueno, a decir verdad, nos quedó bastante bien –

Kyle también pensaba lo mismo, pero también pensaba que sería triste estar solo así que convenció a Dylan para hacer un segundo muñeco de nieve al cual le dieron más o menos el aspecto de Kyle ya que este había dicho que el primero se parecía a Dylan

Tras terminar los muñecos decidieron volver al interior de su hogar, una vez se quitaron los abrigos los pusieron frente a la chimenea, luego Dylan envolvió a Kyle en una cobija sentándolo delante del fuego mientras preparaba algo de chocolate caliente, al momento en que le entrego la taza pudo notar que Kyle tenía las manos un poco rojizas – ¿Kyle que tan mojados estaba tus guantes? –

-no mucho –respondió sintiendo como le punzaban las manos, Dylan fue a revisar los guantes de Kyle

- ¡ESTO NO ES UN POCO! –exclamo al sentir lo remojado que estaban los guantes – ¿Kyle por qué no me dijiste nada? –

-quería divertirme contigo... si te decía, entraríamos y no podríamos volver a jugar –Dylan sabía que Kyle no había hecho nada malo, pero tampoco quería que se descuidara

-promete no volver a hacerlo –Kyle asintió, la voz de Dylan sonaba tranquila y preocupada así que se calmó pues no se había enojado con el

Al día siguiente Kyle amaneció un poco resfriado, sin embargo, no lo lamentaban pues el haber pasado un gran rato bajo la nieve había sido algo que los hizo felices, eso era lo que más les importaba, además con Kyle así tuvieron excusa para pasar todo el día abrazados bajo sus cobijas. Genial ¿no?