Capitulo 3

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Sentí el delicioso olor de unos huevos revueltos que provenía de la cocina. Me levanté de la cama para primero dirigirme al baño y cepillarme los dientes y lavarme la cara. Me hice una trenza, y fui siguiendo el aroma que cautivaba mis fosas nasales. Esto de tener todos los sentidos atentos era algo realmente bueno.

- ¿A qué se debe ese olor?

- A tú desayuno cariño. -me respondió Eric.

-¿Acaso me quieren sobornar con comida? -dije tratando de sentarme en la mesa.

-No..-se quedó dudando un rato.-Bueno sí. Quiero que vayas a la florería de aquí a la vuelta. Es para Mónica, hoy es nuestro aniversario, ella sigue durmiendo y le estoy preparando el desayuno y quiero que vayas a comprar unas flores. Las rosas rojas.

-Lo haré, pero promete que nadie tocará estos huevos revueltos.

-Dalo por hecho Test. Ahora ve.

Tomé mi bastón para poder caminar y dirigirme a la florería. En ese momento que ya estaba por llegar recordé que tenía puesto el pijama. Pero realmente no me importó, solo eran 5 minutos fuera de casa. Ya podía sentir el sabor de esos huevos revueltos en mi paladar.

Al llegar me encontré con una no muy agradable sorpresa.

-¿Test? -no podía ser él. No. -¡Test!- unos enormes brazos me rodearon hasta lograr levantarme del suelo.

-¿Ethan? ¿Qué haces aquí?

-Yo trabajo aquí. Sabía que nos encontraríamos muy pronto. ¿Viste mi regalo? ¿Te gustó? ¿Quieres jugar?

-Ethan, primero yo no puedo ver, sí me gustó, me lo debías ya que rompiste el anterior. Y no, Ethan esto no es un juguete ¿que es lo que no entiendes?

-Lo siento, creí que...

-¿Cuántos años tienes?

-20 y ..

-¿Y porque te comportas como un nene de 5? -dije ya harta de lo idiota que era. Se quedó callado por unos instantes.

-¿Qué quieres?- respondió cortante.

-Dame 10 rosas rojas envueltas en un ramo porfavor. -esperé unos instantes para luego pagar.

-Cortesía de la casa. -dijo entregándome el ramo.

Salí del lugar para dirigirme a casa para, por fin, comer ese delicioso desayuno.

-Test! -escuché que Ethan me gritaba. Yo traté de ignorarlo y seguir mi camino, pero este me alcanzó y me tomó del brazo. -Déjame acompañarte a tú casa, porfavor. -dudé un poco antes de asentir inconscientemente con mi cabeza.

Mi casa no quedaba tan lejos, pero sentí que fue una eternidad llegar. Mucho más con aquel interminable silencio.

-Es aquí. -dije cuando mi bastón tocó una pequeña madera clavada en el jardín delantero, especialmente hecha para que yo pueda guiarme y saber donde vivía.

Ethan me acompañó hasta la puerta. Pero antes que pudiera entrar me dijo algo que me dejó sumamente confundida

-¿Te puedo dar un beso?

-A ver Ethan, ¿cuándo nos conocimos? Hace dos días. Es la segunda vez que me ves, no me conocés, no sabes con quién te estas metiendo. -suspiré y me quedé pensando un momento. -¿Por qué me queres besar, sí yo te traté mal las dos oportunidades que estuvimos juntos? Se supone que me tienes que odiar. -dije un poco avergonzada bajando la cabeza.

-Yo no te odio Test, eso dalo por hecho. Solo me pareces una persona divertida.

-¿Divertida?

-Sí.

Entré a mi casa un poco sorprendida por la última conversación. Le parecía divertida, no me odiaba. No. Me. Odiaba. Una estúpida sonrisa salió de mi boca. ¿Por qué sonreía? Trataba de sacar esa torpe sonrisa pero me fue imposible. No me odiaba.

Entre a la cocina con el ramo en las manos.

-¿Tanto tardaste? Agradece que Mónica aún sigue durmiendo.

-Estoy con las flores ¿no? Ahora quiero comer en paz.

Me senté en la mesada donde se encontraba mis huevos revueltos. De un minuto a otro mi plato se había vaciado. Tomé un vaso de jugo de naranja recien exprimido y me dirigí al patió trasero. Allí me senté sobre una hamaca vieja que estaba bajo un árbol; y me quedé en ese lugar por el resto de la mañana pensando en que hubiera pasado sí mis padres siguieran aquí, sí yo no fuera ciega, sí tuviera de vuelta a mis amigos. Sí todo mi mundo volviera a la normalidad. Una inútil lágrima rodó por mi mejilla. La sequé rápidamente con mi pulgar. No lloraría. Soy una persona fuerte. O eso intentaba parecer.

Me seguí hamacando hasta que alguien se acerca hacia mi.

-Soy yo..

-Oh, Mónica me asustate.

-Te quería agradecer por las flores, Eric me contó que tú me las trajiste.

-Sólo fue un favor, por cierto, feliz aniversario.

-Gracias..¿quieres entrar? Está por llover, Test, y no quiero que te enfermes.

-¿Peor de lo que estoy? -oí un triste suspiro. -Sólo unos minutos más, por favor.

Escuché sus pasos alejarse. Esta señora algún día iba a enloqueserme.

Flasback

11 años atrás

Estábamos todos en el jardín. Mi padre estaba observandonos a mi hermano y a mi como jugábamos en el barro, mientras una sonrisa de un padre orgulloso se acercaba en las comisuras de sus labios, hasta que una bola de barro saltó sobre su camisa. Sean y yo nos comenzamos a reír, sumando la risa de mi madre quién apareció de la cocina con galletas de chispas de chocolate recien hechas. Mis favoritas. Mi padre miró a mi madre y luego a nosotros. Él corrió directo a nosotros alzandonos tan alto que yo setía que podía tocar el cielo. Nos bajó y comenzamos los tres a hacer tortas de barro para mamá quién miraba divertida la escena de su marido con sus dos hijos.

Mi papá se levantó, y fue corriendo directo donde se encontraba nuestra madre. La levantó colocandola sobre su hombro, le dio un par de vueltas mientras ella se reía. Luego la bajó y le plantó un dulce beso seguido de nuestros gestos de asco provenientes de Sean y mios.

-Ustedes algún día van a enloqueserme.

Fin de Flasback

Sentí una gota caer del cielo, seguido por interminables gotas que me comenzaban a mojar. Inmediatamente me paré, levanté mi cabeza hacia el cielo y deje que me enpapara por completo. Fue ahí cuando sentí que por fin valía la pena sonreír por una tontería como esta. Luego de esa escena entré a casa dispuesta a darme una caliente ducha y cambiarme mi ropa para no enfermarme, ya que sabía que lo más probable que pasaría sí me enfermara sería el terrible "Yo te lo dije" irritante de Mónica.

Sonara anticuado pero al terminar de ducharme me puse a escuchar los discos de vinilo de Eric. Tenían un buen sonido. Nada que ver con la música actual que tengo en el diminuto mp3. Me quedé escuchando aquel viejo tocadiscos hasta que la lluvia parara.

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⏰ Última actualización: Dec 23, 2013 ⏰

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